Granada, Nicaragua
Sábado 23 marzo 2013
Augusto Cermeño
La Judea de William Morales Sequeira lleva 20 años de llevar la Vida Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo a las calles de Granada, con un reparto de artistas experimentados que nada tienen que pedirle a los de Hollywood.
“Soul Power”, como cariñosamente le llaman a William en el ambiente artístico y radial, fue miembro del Teatro Experimental de Obreros de Granada (TEDOG), que fundó don Miguel Tamariz (qepd).
Posteriormente se convirtió en director el ahora finado César Corea Ortiz. William se separó de TEDOG y fundó su propia compañía denominada Teatro Xalteva (TEXAL), en la que integró a miembros de TEDOG no parientes de la familia Corea Ortiz.
Entre los integrantes están el doctor Alejandro Parodi, fallecido el año pasado, quien hacía el papel de Jesús y gustaba mucho a los granadinos. Otros son: “Chop chop, Horacio Castillo, Jerónimo, Bosco Solórzano y todos los que no eran parientes de don César Corea Ortiz”, comentó Morales.
William se dio a la tarea de instruir al nuevo grupo, sobre técnicas de teatro, en las instalaciones del Palacio de Cultura Joaquín Pasos Arguello. Se propuso “mejorar las técnicas de teatro y lo económico, porque no solamente queríamos que nos dieran comida, como sucedía con Corea”.
“Yo quería darle fotografía, alimentos y dinero en efectivo y así lo hice, con el patrocinio de INTUR, en el 2004, 2005 y después vendiendo boletos en el Palacio de la Cultura”, manifestó Morales Sequeira.
El año pasado (2012), realizó la Judea con “la pedigüeña”, lo que lo obligó a mover su personal, la noche del Martes Santo, todos “con el vestuario de época, de hace 2000 años. Yo llevaba el del villano, del tamal y verdugo Malco”.
Se trajo al recuerdo cuando Morales, haciendo el Papel de Malco, fue tacado por uno de los seguidores de Jesús y Malco cae al suelo “con una oreja menos”, sobre un candente pavimento, como a eso de las 12:30 de la tarde.
William recuerda que “varias personas me preguntaron si no me ardía cuando me lance al pavimento, que estaba hirviendo, estaba caliente”. Morales acepto que le había dolido mucho y que la parte del cuerpo expuesta al calor, estaba enrojecida. Jura que resistió y no se quejó, porque tiene facultades mentales que le permitieron dominar el dolor.
La prueba que pasó Morales, sin extras ni nada, como sucede en Hollywood, deja claro sus capacidades físicas a toda prueba, porque las condiciones que se le ofrecen a las estrellas de cine realmente son excepcionales. En el cine muchas de las escenas peligrosas las realizan los extras.
“Fue un simulacro al rojo vivo, es un teatro de calle y a gente quedó impresionada”, comentó William y aprovechó el momento para invitar a la Judea que presentaran en la Semana Santa, el Martes y Jueves Santo, en el Palacio de la Cultura Joaquín Pasos Arguello.