Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Bernardo Sandino Lacayo, dijo sentirse impotente con el poder que tienen los de Claro, los que parece no importarles el derecho de los demás con tal de vender sus productos.
Lamentó que su progenitora, con más de 80 años, se mantiene con la presión altísima, con un calor horroroso y soportando el ruidaje, lo que le sube aún más la presión y temen por su vida.
Bernardo dijo que han llamado al Ministerio de Salud, pero solo les dicen que “la doctora Gloria Pobeda esta en reunión y nadie se mueve sin su orden”. Y “si llamas a la Alcaldía, no te contesta ningún hijo de su mama, porque son los que dan los permisos. Llamas a la policía, te dicen que el jefe de sector anda de descanso y que te van a mandar una patrulla que nunca llega”, manifestó Sandino.
Bernardo teme que “un día de tantos, uno se haga de un clavo”, advirtió.