Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El vecindario de las dos casas siniestradas el domingo 14 de agosto 2011, a las 6 de la mañana, en Las Camelias, señala como responsables del siniestro a los señores de la empresa energética Unión FENOSA, de la que acusan negligencia.
Igual dictamen nos dieron los bomberos de la Villa. El Teniente Armando O´conors, Inspector de Prevención de Incendios de la Dirección General de Bomberos de Nicaragua, informó que se dio un chisporroteo en la línea de alimentación de la vivienda, lo que causó un corto circuito que dio lugar al incendio de una de las casas, construida de madera.
El Teniente Oconnors habla de “una pérdida total de las dos viviendas, con todos sus enseres domésticos: camas, cocina, comedor, electrodomésticos, televisores, dos motos y solo quedaron cenizas”.
Oconnors esta cerca de la realidad según observaciones realizadas por LA VERDAD, In Situ, la casa de madera fue borrada totalmente y de la otra casa quedaron un par de paredes sólidas de pie que deberán ser demolidas.
El inspector de bomberos dijo que los daños están calculados en no menos de un millón de córdobas, “porque lo que hay que hacer ahí es una reconstrucción de la casa y todo los electrodomésticos quedaron en cenizas”.
Hablando de quien pagara los daños, el teniente Oconnors dijo: “Nosotros determinamos que es por la línea de alimentación, parece que dejaron olvidado eso…”.
La información conocida por los bomberos, indica que “a una cuadra, hacia el sur, esta dañado un transformador de 15 KVA y la gente dice que hubo un chisporroteo y el corto circuito”.
El inspector Oconnors, concluye que hubo negligencia de la empresa energética “por malas instalaciones, porque la línea de acometida estaba con sobrevoltaje”.
Los problemas surgieron un día antes del incendio, cuando se fue la luz
Los problemas energéticos que dieron como resultado el incendio de dos casas en Las Camelias, comenzaron desde el sábado 13 de agosto, cuando se fue la luz. Una vecina, vio el problema en un poste de luz, desde donde se desprende la línea de acometida que abasteció de luz la casa de madera, donde comenzó el incendio.
La vecina que reside en la esquina donde se ubica el poste, llamó a los señores de Unión FENOSA que andaban realizando trabajos en el lugar, pero no le hicieron caso.
En este sentido nos habló la señora Rosa María Espinoza Chavarría, de 60 años de edad, quien nos manifestó que a eso de las 5 de la mañana, se escuchaban gritos de su vecina de enfrente, “llamando a la muchacha. Le decía ¡Jessica se esta quemado tu casa, salí! Cuando nosotros salimos. Mis hijos me sacan para afuera, porque estoy operada, y tiro la mirada: miro todo eso en llamas. Eran después de las 5 de la mañana” del 14 de agosto 2011.
“Los alambres tronaban como triquitraques. Los bomberos dilataron en venir. Eso fue todo lo que yo ví”, manifestó doña Rosa María. Esta señora reside pegado a la casa de madera y su casa también tomo fuego, pero lo controlaron a tiempo con apoyo de los vecinos.
Parte de la madera de la estructura de techo se le quemó, igual que las primeras láminas de zinc afectadas por las llamas. Esto, según doña Rosa María, se dio ante la tardanza de los bomberos. Doña Rosa María, con ayuda de los vecinos, logró evacuar todos sus enseres de la casa.
Ante ausencia de bomberos, que andaban muy ocupados en la Hípica, heroicos vecinos rescataron con vida a toda una familia
En las pesquisas realizadas por LA VERDAD logramos establecer que toda una familia (padre, madre e hijos) hubiera perecido carbonizada dentro del inmueble de madera, de no ser por la intervención oportuna de heroicos vecinos del barrio Las Camelias.
Los vecinos se subieron sobre los techos en paños menores, con baldes de agua en busca de salvar vidas y lograron su propósito, según declaró doña Rosa María. Usaron una escalera para sacar Jessica, a quien encontraron abrazada a sus menores hijos (una niña y un niño).
La madre parecía estar como resignada a morir incinerada por las llamas, pero su barrio no la abandonó, según testimonio dado a LA VERDAD, por Jorleny Leiva Espinoza.
La familia que estuvo cerca de morir por causa del siniestro, la integran María Jessica Robleto González y Luís Bravo Carranza, trabajador de Pinturas Sur. Ellos estaban dentro del inmueble con sus hijos: Janeth, de 6 años y Alejandro de 4. Estas cuatro preciosas vidas fueron puestas a salvo por heroicos vecinos.
En la casa siguiente, que también fue reducida a cenizas, aunque era de concreto, era habitada por el hermano de Jessica, Allan Robleto González y su esposa Martha, con sus hijos: Andy, de 4 años y María Auxiliadora, de año y medio. Allan trabaja en la Farmacia Auxiliadora en Palmira.
Jessica será sometida a operación por quemaduras y lesiones en un tendón donde se localiza una arteria que la hizo sangrar mucho, también se cortó el brazo con una serpentina al ser rescatada por los vecinos, según nos informó doña Rosa María Espinoza Chavarría.
Un hermano de Jessica, Miguel Ángel, resultó con quemaduras de tercero y cuarto grado cuando intentó irrumpir en las llamas en busca de rescatar a su hermana. El esta hospitalizado por las graves quemaduras.
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