Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Llegó a nuestras manos una carta redactada por trabajadores municipales en la que denuncian retrasos prolongadísimos en los pagos, corrupción, violación a las leyes laborales y los derechos humanos.
La carta chorrea sangre, sudor y lágrimas, denota el sufrimiento de los trabajadores, por tanta crueldad en el trato, las tenciones de un despido sin preaviso y sin pago de liquidaciones, solo por “malas miradas”.
“Se esta jugando con el hambre de los trabajadores” y se están burlando del trabajador, al que le prometen bellezas que no cumplen, dejando a los mismos sin atención médica.
Los trabajadores, que se escudan el anonimato, por obvias razones, dicen que dos trabajadores han fallecido ante tanto retrasos de pagos y por falta atención médica y medicamentos que no pueden comprar porque no tienen plata.
Dicen los quejosos que desde la entrada del Gobierno del Alcalde Eulogio Mejía “abolieron la entrega de medicamentos que estaba contemplado en el Convenio Colectivo”.
Citan al líder indio Mahatma Gandhi, quien habría dicho: “El hambre es un insulto, humilla, deshumaniza y destruye el cuerpo y el espíritu; es la forma más asesina que existe”. Para los firmantes de la carta “esto mismo es lo que hace el señor Eulogio Mejía con los trabajadores municipales.
Los trabajadores creen que el asunto se relaciona a un problema de orden ético, cuyo concepto desconoce el actual Alcalde y lamentan que la situación de pagas cada tres o cuatro meses, los tiene postrados en una situación de hambre y desnutrición en las familias.
También critican los megasalarios, sobre todo del Alcalde, que roza los 100 mil córdobas, lo que contradice una situación de iliquidez, de falta de recursos para pagar al personal municipal y, mucho menos para invertir en obras de progreso.
Denuncian transacciones por debajo de la mesa, donde se juega mucho dinero que “no entra a las arcas municipales y por eso no tienen para pagar a los trabajadores. Demandan que el Alcalde Eulogio Mejía Marenco, les pague todo lo que les deben y con el deslizamiento, debido a que el dinero pierde su valor en meses y años de retrasos.