Granada, Nicaragua
Sábado 13 Julio 2013
Augusto Cermeño
Además de hablar de Terraza la Playa y su potencial como una mediana empresa turística, saltan a los recuerdos de don Gonzalo Cabrera, la época de las prósperas pensiones, como lo fue la Pensión Cabrera, que surgieron de la vida universitaria que existía en Granada desde inicios del Siglo XIX.
Gonzalo nos habla de las pensiones, que como la Cabrera y la Vargas existía en Granada. “Eso nació por la Universidad, porque cuando esta la Universidad de Oriente y Mediodía en Granada, se les alquilaba piezas a los estudiantes de Carazo y de todas partes del país”.
Regresando a lo de la Terraza, Gonzalo, muy apesarado, nos confiesa que si hubiera logrado salir adelante con el ambicioso proyecto de ampliación y fortalecimiento de la Terraza, que daría paso a un espacio mucho más precioso y de gran confortabilidad, “otro gallo nos cantara. Granada hubiera ganado con esta obra”, nos dice.
“Pero a estas alturas del juego yo ya me sentía un poquito desfasado ante el resurgimiento de un turismo que reclama mejores espacios. Tenes que pensar en proyectos ambiciosos, de mucha envergadura. Yo ya no me puedo meter a eso. Sería llegar en silla de ruedas que tendría que manejar desde el asilo de ancianos”, dijo en tono jocoso.
Los deliciosos platos de La Terraza La Playa: El filete Miñón, el Pollo al Vino y el Pescado sin espinas
Terraza la Playa era un lugar que los visitantes y locales escogían por su tranquilidad, elegancia, decencia y el menú repleto de platillos riquísimos, en los que destacan como los preferidos: el Filete Miñón, el Pollo al vino y el Pescado sin espinas.
Gonzalo Cabrera nos revela que “el filete miñón llevaba una salsa muy especial (la del pollo al vino) que le encantaba a la gente y, por ende el pescado sin espinas” de La Terraza, que Armando Montiel Vado “Papeto” lo hace muy famoso.
Gonzalo destaca la participación de excelentes cocineras que contribuyeron a la fama culinaria de La Terraza. Recordando un poco a los que trabajaron con La Terraza, como es el caso de don Julio Galeano, ahora propietario del Restaurante “Las Colinas Sur”, dijo que “toda esa gente eran vecinos de La Terraza”.
Recuerda que “en frente vivían las Morales, a la orilla vivía Galeano, tenían su casita ahí. Vino el proyecto de INTURISMO, que realizó Herty Lewites, como Ministro de Turismo. A toda esa gente la indemnizaron, la sacaron y solo quedó La Terraza, por unas gestiones que hicimos nosotros”.
El proyecto contemplaba la permanencia de dos lugares que quedarían con comida a la carta: La Terraza y otro más, que fue “El Centauro”, el local de cristal. También recuerda que el papá de Galeano “era una leyenda ese viejo, el nos cuidaba y le ayudaba a mi papá”.
Habló de las Morales, una de ellas Jenny, la esposa de Galeano, que era tremenda cocinera y aún más connotada, la hermana, la cuñada de Galeano, “esa era la cocinera, la Chela llegaba como ayudante, sin embargo llegó a dominar la cocina”.
Cantinas y “oasis” pululaban en la costa, antes de INTURISMO
Terraza la Playa, fundada en 1958, existía desde los tiempos en que las costas del lago que hoy se conoce como Centro Turístico, eran pobladas por unos cuantos ranchitos y como dice Gonzalo Cabrera “pululaban las cantinas y los oasis”.
La Terraza surge como un espacio de recreación donde el arte culinario priva como elemento atractivo para comensales que llegan a Granada buscando donde pasar un rato ameno y comer bien.
Gonzalo hace una valoración sobre la invasión de capitalinos que salieron de Managua catapultados por el terremoto del 23 de diciembre de 1972. Fue algo terrible, con miles de muertos, pero también fue un factor que trajo a Granada una mayor inyección económica y comercial que hizo crecer Granada.
“La migración de los capitalinos damnificados le dio un oxigeno más a La Terraza porque se incrementó la clientela. Después vino la etapa de la Revolución, con otro ambiente, donde la guerra marcaba el estado de cosas”, recuerda Cabrera.
Llegó un momento en que Gonzalo debía ver por el futuro de La Terraza, trabajar duro para mantenerla en pie y sus hermanos, copropietarios, residían fuera del país. Esto lo llevó a repartir la herencia de La Terraza, haciendo una división de la parte de cada quien y luego, Gonzalo, pasó a realizar la oferta de compra a sus hermanos (Roberto y Cony). Terminó como dueño único de la Terraza, desde 1988.
Con la caída de la Revolución, el proyecto del Centro Turístico que heredó el Gobierno Revolucionario, fue abandonado, porque los gobiernos “democráticos” no estaban interesados en reactivar o potenciar obras de los sandinistas.
“Entonces sufrimos esas consecuencias de carácter político y eso –el Centro Turístico- quedó como abandonado. Lorenzo Guerrero Mora, es el único, porque fue él quien trajo esos juegos que están ahí, pavimentó la calle e iba a construir una calle paralela, algo muy bonito pero falleció…”, recordó, sin ocultar su pesar, Gonzalo Cabrera.
Gobiernos adversos al FSLN dejaron abandonados los proyectos turísticos que ejecutó el Gobierno en los 80
Los gobiernos adversos al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), surgidos a raíz de la derrota electoral del FSLN a inicios de los 90, dejaron “al sol y al viento” los proyectos turísticos que perfiló y ejecutó el Gobierno sandinista en los 80.
Esta situación de orden político perjudicó a los pequeños y medianos empresarios del sector turísticos, como es el caso de los propietarios de Terraza La Playa, ubicada en el Centro Turístico de Granada.
En este sentido nos habló Gonzalo Cabrera, ahora ex propietario de Terraza La Playa, quien trajo a colación esos negros recuerdos. Aunque no deja de recordar y reconocer la labor de hormiga que estaba haciendo el arquitecto Lorenzo Guerrero Mora, Ministro de Turismo del Presidente Arnoldo Alemán Lacayo.
“Lorenzo es el único, porque Lorenzo fue el que trajo todos esos juegos que están ahí, pavimentó la calle, iba hacer una calle paralela y tenía ideas muy bonitas para el turismo”, manifestó Gonzalo.
Tristemente, al fallecer el arquitecto Guerrero “perdimos mucho. Por eso le pusieron al centro turístico Arquitecto Lorenzo Guerrero, pero ya se lo quitaron. Ahora se llama, nada más, Centro Turístico”, expresa Cabrera.
Gonzalo nos confesó que la Terraza se la vendió a unos muchachos, propietarios del Kelly Bar. Estos nuevos propietarios “tienen un proyecto muy bonito, lo van a remodelar, le van hacer las cosas que yo quería hacerle pero no podía…”.
Los padres de Gonzalo: Gonzalo Antonio Cabrera Pérez y María Engracia Noguera Mendoza. Don Gonzalo murió en 1983, iniciándose el proyecto turístico de Granada y doña María Engracia murió 5 años después (1988). Luego del fallecimiento de doña María, Gonzalo se hizo cargo de La Terraza.
Gonzalo considera, que a su edad, con un turismo más agresivo y en crecimiento, cuando se necesita invertir más fuerzas y capital, ese reto no lo ve a la altura de la realidad, en su caso, deja los retos a las nuevas generaciones.