Obituario
Granada, Nicaragua
Por Augusto Cermeño
La histórica iglesia de San Francisco se vio colmada, rebozada, de amigos, de hermanos de corazón, de Lidia Camila Quezada Peralta, esposa, compañera, del ciudadano austríaco Dieter Staedler, fallecida el pasado lunes (2 de enero 2017), por causa de una enfermedad que enfrento con gran estoicismo y fortaleza, sin minar jamás su estado de ánimo.
El fallecimiento de Lidia, fue un tanto sorprendente para todos, porque todos le vimos unos días antes, un día antes, con sus ánimos tremendos, siempre con su alto sentido del humor y prodigando ese don del ser social, cariñoso y amoroso con sus amigos.
El padre Mario Campos, en la misa de cuerpo presente de Lidia Camila, en San Francisco, le dedico hermosas palabras, que describen la personalidad de esta mujer granadina, que por mucho tiempo dedico su tiempo a apoyar las actividades culturales que programaba Dieter en la Casa de Los Leones, sede de la Fundación Casa de Los Tres mundos.
Al padre Mario siempre le llamó la atención que Lidia Camila “fue una mujer auténtica, sin doblez. Es un don, una moneda de muy escaso curso estos tiempos, donde tanta gente tiene doble moral, donde tanta gente tiene dos o tres o cuatro caras, y según la conveniencia muestran la que sea”.
El padre Campos dijo sentirse satisfecho “de poder celebrar sus funerales y rezar por su alma, en esta iglesia, que era la de ella”. La misa se celebró a las 3 de la tarde del martes (3 de enero 2017), ante más de 300 personas, de su esposo Dieter, su hijo Maximilian y muchos amigos, entre ellos algunos poetas que frecuentan la Casa de Los Leones.
Algo que llamó la atención fue las interpretaciones de la Camerata BAC, los que interpretaron música fúnebre y algunas piezas daban una ambientación celestial al momento. Hasta el padre Mario reconoció la labor de los músicos de alto coturno que musicalizaron la misa.
