Departamental
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Viajar a Managua ya no es un problema para granadinos y masayas, porque las carreteras están limpias, resguardadas por civiles armados y encapuchados, los que no molestan a nadie, ni, mucho menos, les cobran peaje, como al parecer se estaba estilando en tranques.
Es evidente que los tranques, más que una protesta anti gubernamental, es un atraso y el gran perjudicado es el pueblo de Nicaragua, el pueblo trabajador, el estudiante deseoso de seguir adelante y buscar siempre como liberar a Nicaragua de la pobreza, en la que ya nos hemos hundido más, por causa de la violencia.
En cuanto a los armados, eso es un mal necesario, porque de lo contrario, elementos que se están aprovechando de la situación, ocupan esta forma de protestar para sacarle dinero al pobre pueblo. Gracias a Dios, trabajadores y estudiantes ya pueden moverse a sus respectivos centros. Debemos seguir luchando por nuestras vidas, por un futuro mejor.
Lo que no se ve bien es la constante insistencia de algunos medios de comunicación que da la impresión que actúan por encargo para que no haya paz en Nicaragua y sigamos haciéndonos la guerra entre hermanos nicaragüenses, causando crimines reprochables y condenables, porque la violencia es mala venga de donde venga.
El martes (26 de junio 2018) Managua estaba en calma, con circulación del transporte colectivo, con desarrollo de actividades comerciales y de los negocios, lo que es vital para que nos mantengamos al pie de mejorar nuestras economías hogareñas.