Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El lunes a eso de las 6 de la mañana Jesús de Nazaret tenía su corona de plata. “Incluso, señoras que después de la misa hicieron un viacrucis interno en Catedral, aseguran que pasaron por donde él y tenía la corona”, declaró el padre Mario Talavera.
Cuando el Padre Talavera, Párroco de Catedral, daba instrucciones a los sacristanes de lo que harían en el día, “aprovechó alguien sin escrúpulos dejando el Jesús con su cabellera revuelta, despeinado. Solamente jalaron la corona y desaparecieron”.
El padre Talavera dio parte a la policía, que se esta encargando de las investigaciones, y ya tienen detenido como sospechoso a un viejo beato católico identificado como José “Cheche” Molina.
El padre Talavera considera que la policía “tendrá sus motivos” por los que sospechan del detenido “tratando de encontrar a la persona responsable de esta situación”.
El párroco cree que el daño “no es tanto lo material, por el valor de la plata, que esta cara, para mí es el sacrilegio y la falta de respeto a Dios. La pérdida va en lo espiritual y en la antigüedad de la joya. Es una corona antigua”.
La corona pesa más o menos una libra, cuando menos media libra, según el sacerdote, quien lamenta tristemente la pérdida. Esperando que las investigaciones policiales tengan algún resultado.
Lo que sabemos sobre estos robos sacrílegos, que ya se han dado en otros tiempos, es que hay personas sin escrúpulos que coleccionan estas piezas, las negocian como cualquier mercancía, solo que jugando con el valor de reliquia religiosa y del metal precioso.
A estas alturas la reliquia puede estar en manos de un coleccionista, de traficantes inescrupulosos que no tienen sentimientos ni respeto por lo religioso y lo sagrado. Ya veremos lo que la policía hace. Ya veremos.