Articulos de Augusto Cermeño publicados en El Nuevo Diario en dos entregas
Grupo musical nacional de los años dorados |
Recordando a "Los Duros" |
Lunes 6 de marzo 2000
—AUGUSTO CERMEÑO —
GRANADA
He aquí Los Duros, vistiendo su brillante y elegante uniforme. De izquierda a derecha: Guillermo Guillén, William José Trujillo García, Luis Guillén, Jorge Bustamante y René Borgen. |
(I Parte)
Trujillo, es un apellido que suena en las emisoras locales. Es uno de los más meticulosos y exigentes periodistas de radio en la Gran Sultana, quien detrás de esa imagen de hombre tranquilo, voz pausada y resonante, está escondido un gran artista, uno de los más destacados miembros del otrora famoso conjunto musical que revolucionó a la juventud de los 60s: Los Duros.
William José Trujillo García era el más duro de Los Duros, ese grupo musical de «la onda moderna» que en los años 60s invadió los más profundos sentimientos de la juventud y dejó una huella bien marcada en todo una generación. Eran tiempos del pantalón campana y la revolucionaria música de los Beatles, esos melenudos ingleses de Liverpool que convulsionaron con su Rock el mundo entero.
El William Trujillo de ayer, de los años 60s, revela fisonómica y anímicamente una diferencia abismal con el William Trujillo de hoy. El de los 60s era un jovencito de apenas 19 años, de facciones muy finas, moreno, alto y uno de los más diestros guitarristas modernos de la época. El William Trujillo de hoy es un hombre maduro, de blanca cabellera, un periodista.
Pero nosotros no vamos a escribir sobre el William Trujillo periodista, vamos a referirnos al músico que hoy se dedica a la honorable profesión de periodista, carrera con la que se identificó desde temprana edad. William es el primero de cinco hermanos: Róger (qepd), Julio César (Moncho), Francisco Luis y Alma Nubia. «Moncho» y Chico Luis también estuvieron en la farándula.
PADRE ERA UN GRAN GUITARRISTA DE TRIO
Don Ramón Trujillo Ruiz es el padre de William, quien se destacó en sus tiempos mozos como un gran guitarrista de trío, jugando un rol destacado en «Los Denver», «Los Jocker» y «Los Granadinos». Don Moncho ejecutaba magistralmente la guitarra con ritmos al estilo de Los Panchos. Don Ramón aprendió a ejecutar la guitarra de su padre, don Francisco Trujillo, quien tocaba la guitarra acústica.
La pasión por el arte que se incuba en los Trujillo tiene un antecedente bastante claro, pero resulta que nuestro entrevistado no tiene la misma suerte que su papá, a quien le enseñó su abuelo, porque «nuestro padre no nos enseñó a tocar la guitarra, porque decía que la guitarra conllevaba al guaro. Mi padre era un hombre sobrio, en todo el sentido de la palabra».
«Aprendimos viendo a los tríos formados por mi padre. Aprendimos con las guitarras del trío, aprovechando que las dejaban en casa. Mi padre, al ver que era imposible impedir que aprendiéramos, al final optó por enseñarnos la armonía musical. Los signos los aprendimos con él», recuerda William José. William prácticamente devoró en su adolescencia el arte de ejecutar una guitarra, con instrumentos ajenos y a escondidas de su padre. De tal manera que cuando llegó a ser dueño de una guitarra fue eléctrica, algo no muy común en esos tiempos. Por lo general todos comienzan por adquirir su propia guitarra acústica. Trujillo fue la electrónica excepción.
Realmente lo que sucedió es que al darse el proceso de gestación de Los Duros, el grupo tuvo mucha suerte. Se consiguieron un padrino excepcional, el doctor Trinidad García, tecnólogo médico, quien un día los escuchó en una parranda familiar y quedó totalmente impresionado de la actuación de los cinco jóvenes que darían paso a la conformación de toda ¡una bomba! en el ambiente juvenil no sólo de Granada sino que del país entero y fuera de nuestras fronteras: Los Duros. EL GRAN IMPULSOR DE LOS DUROS
Por los buenos oficios de García, Trujillo y sus compañeros de aventura lograron conseguir préstamos en los bancos Nacional y Nicaragüense, hasta por la cantidad de 60 mil córdobas. Fueron 30 mil por cada banco. El dinero lo enviaron a la fábrica Fender, de California, y tres meses después los instrumentos necesarios para armar un conjunto musical del momento estaban en las manos del quinteto granadino, en 1965.
Integraban Los Duros: Guillermo Guillén, 19 años, director musical, tocaba el teclado y actualmente reside en los Estados Unidos, donde ha formado una orquesta denominada «Candente». También toca en la Parroquia del Espíritu Santo y da clases de solfeo y canto a los feligreses latinos.
William José Trujilllo García, de 19, requintista al inicio de la formación del grupo y finalmente se desempeñó como bajista. Jorge «La Guacha» Bustamante, de 19, guitarrista acompañante, originario de Danlí, Honduras. Actualmente reside en ese país. Este miembro extranjero fue contactado por medio de don Trinidad García. Según René Borgen, miembro del quinteto, desde que se disolvió el grupo no saben del paradero de «La Guacha».
Fue en reuniones en la casa de don Trinidad donde Los Duros comenzaron a travesear instrumentos eléctricos. Un acordeón y una guitarra eléctrica, propiedad del hijo de don Trinidad, el ahora licenciado Gilberto García Díaz, eran los instrumentos que comenzaron a ejercitar Los famosos Duros.
Luis Guillén, 13 años, actualmente vive en Miami, Estados Unidos. Tocaba la batería. Ha estado empleado en un banco norteamericano y se tiene la información que el Huracán Andrews destruyó su casa. René Borgen, de 21 años, vocalista y conductor del grupo. Dice Trujillo que entre los amigos le decían «Pepe Chevron», por conducir un Volswagen, tipo escarabajo.
Recuerda Trujillo que 15 días antes salieron Los Rolling. Este grupo gozaba de una excelente posición económica, según él. Los Rolling estaba integrado por los jóvenes granadinos Manuel Barcia, vocalista; Fernando «Toto» Gross, compositor y acompañante; Roberto Navas, requinto y director; Armando Navas, tecladista; «El Piche», baterista; Julio César Luna (qepd) y Tarcilo Caldera, bajista.
Además, en la década de los 60s estaban de moda grupos como Los Rockets, los Music Master, Los Bad Boy, Los Hermanos Cortez, de León y Los Panzer, entre otros. En la farándula internacional estaban muy de moda Los Beatles, Los Monkies, Roberto Carlos, Roberto Jordán, Los Jackis de México, Marco Antonio Muñiz, Palito Ortega, Rafael y Jimmy Santy.
Los famosos Gatos de Argentina y una versión tica del mismo grupo lograron escalar en esa década posiciones muy envidiables en el hit parade. En ese mismo sentido se colocan Pintura Fresca, de Argentina y Los Angeles Negros de Chile, que tenían como primera voz a Germain de la Fuente.
MAS ACTUALES QUE GRUPOS MEXICANOS
Para William, Los Duros al ejecutar la música de moda, estaban más actualizados que los grupos mexicanos que tenían a un paso la gran influencia de la moda norteamericana en esa materia. Recuerda que era «El Pollo» Jaime Sáenz el que «nos mantenía al día con lo más candentito del hit parade de los Estados Unidos, sobre todo lo que sonaba en el Estado de California».
El grupo granadino logró penetrar con una facilidad increíble en la juventud, formando parte de todo un sistema, una cultura propia de la época, en la que se podía observar a los jóvenes danzando a ritmos estridentes en ambientes propios de los conciertos que a menudo se organizaban en la capital o en los departamentos. La famosa «Tortuga Morada», en Managua; «El Escondite de Bonnie and Clide», en Poneloya, León y «El Vampiro Ago-go», en Granada, eran los sitios en que los jóvenes de cierto nivel económico se daban cita.
Bailar bajo una tenue luz, rayando en la oscuridad, con sistemas de luces similares a las disco móvil que se conocen ahora, era toda una emoción, un momento inolvidable para cualquier joven de los 60s, según nuestro entrevistado. Existían lugares como el Restaurante «Terraza La Playa» donde jóvenes más conservadores y los no muy jóvenes se reunían para disfrutar con un estilo más «fresa», o más serio, bailando a ritmos de la música tropical y romántica.
El vestuario de la juventud de los 60s era el pantalón campana, pelo largo, ropa llamada sicodélica (con múltiples colores y matices) y las sandalias eran «el último alarido». Las grandes melenas alborotadas, eran lo más común entre la muchedumbre, de tal manera que a veces, de espalda, nunca se sabía si el que caminaba era una mujer o un hombre. Esta moda trascendió a los años 70s y fue propagada por los grupos y solistas más famosos del mundo como los Beatles, Rolling Stone, The Who, Jimmy Hendrix, Janis Joplin y muchos más.
EXPERIENCIA EN MUNDO DE LAS DROGAS
«Antes el joven se internaba en sí mismo, en un mundo encantado, pletórico de matices que se los prodigaba la droga, la marihuana y el LSD. Esa juventud se quedaba dentro de sí, no lograba romper el cascarón de la sociedad y en ese mundo yo me metí muy profundamente, lo que me causó graves daños en mi mente y cuerpo», revela William José.
Recuerda Trujillo que cuando salía al escenario ya se había «tirado» un buen «pito», lo que le daba valor como para enfrentar a un público muy explosivo, como lo es la juventud. Dice que «cuando me tiraba un pito yo me sentía en mí mismo y me valía v… la presencia de un público».
No deja de mantener en su memoria cuando él, Guillermo y «La Guacha» se metían en el microbús a fumar marihuana, «de modo que no escapara ni una gota de humo. Todo iba para adentro». Borge no fumaba hierba, sólo tomaba licor y Luis todavía estaba muy tierno para «elevarse a los cielos».
Hablando en el lenguaje juvenil de la época, Trujillo dice que siempre que se fumaba un cigarrillo de marihuana se sentía «bien moto», «en honda» y «bien pedo». A pesar de andar en «la onda», el ser miembro y socio de Los Duros, le proporcionaba a él un bienestar económico envidiable para cualquier muchacho de «esos años maravillosos». Trujillo ganaba mucha plata y le entregaba a su madre gran parte del fruto de su trabajo.
BORGEN DA SU VERSION DE LOS DUROS
Los Duros, según René Borgen, actualmente empleado de la empresa MONISA, fue el primer conjunto que utilizó guitarras y equipos electrónicos en Granada, por lo que su salida al ambiente artístico fue toda una sensación entre la juventud. Todos querían realizar sus fiestas con Los Duros. Menciona como otro de sus grandes padrinos al ingeniero Carlos Germán Sequeira, quien les contrató como grupo de planta en las fiestas de sábado a sábado en el «Kiloa», del Club Social de Granada.
«El grupo nació en una esquina paralela a la esquina sur oeste de la iglesia de San Francisco, frente donde fue la Corte de Apelaciones. En esa esquina vivía el hondureño Jorge Bustamante, con su hermana, Guillermo, William y yo estábamos bebiendo cervezas en casa de Jorge. Cerca vivía don Trinidad García y nos oyó», relata Borge Ibarra.
Don Trinidad les propuso formar un conjunto, que prestaran dinero en un banco, «que él sería nuestro fiador. Nosotros pensábamos que eran cosas de tragos. Conseguimos que nos prestaran 2 mil córdobas, con los que compramos una guitarra para requinto, un amplificador para rever, un bajo japonés de seis cuerdas y en el Seminario de León compramos una batería, que los curas nos vendieron barata», historió Borge Ibarra.
El tesorero del grupo era Borge, el único del grupo que trabajaba. Borge se movilizaba en busca de más instrumentos que lograba comprar por medio de doña Amada Argüello, representante de Octavio Rocha, un amplificador para voz, unos parlante «a los que el papa de William les hizo los cajones y amplificador de perifoneo que les sirvió para meter el bajo y la voz. Con eso empezamos», recuerda Borge.
PRIMERA FIESTA EN «PUEBLO CHIQUITO»
La primera fiesta donde Los Duros comenzaron a estremecer a la juventud fue en al barrio «Pueblo Chiquito», donde cobraron 50 córdobas la hora, según el relato que nos brindara René Borgen.
El elegante y vistoso uniforme de Los Duros fue confeccionado, en varios colores y estilos, según la ocasión, por la esposa de «La Chanchita» Bermúdez. Según Borge Ibarra, Los Duros fue el primer conjunto musical que se presentaba uniformado en las fiestas y el único conjunto nicaragüense que tocó en las fiestas internacionales que doña Hope de Somoza organizaba en el Aeropuerto. Con la venia de los directivos del Club Social de Granada, el conjunto viajó a amenizar fiestas en todos los clubs sociales de Nicaragua, llegando a tocar en el exclusivo «Contry Club», donde conocieron a la Primera Dama de la Nación, doña Hope Portocarrero de Somoza, quien quedó impresionada al ver tocar al grupo. Después de esa presentación la Primera Dama los contrató para actuar en las lujosas fiestas del Aeropuerto.
A las fiestas de doña Hope se asistía con una «invitación» especial en la que cada «invitado» debía «aportar» la «módica» cantidad de mil dólares. El dinero sería para la construcción del Hospital del Niño. Hasta hoy nadie sabe qué pasó con ese dinero porque la obra no se realizó.
En una de las fiestas que participaron los duros, invitados por la Primera Dama, estuvieron de tú a tú con «La Sonora Santanera» y Sonia López. En ese mismo espectáculo, donde llegaban millonarios, diplomáticos y ministros, Los Duros también se codearon con artistas de la talla de Mario Moreno «Cantinflas» y una orquesta dominicana que había ganado un concurso internacional de merengue.
También recuerda que en la suntuosa fiesta de doña Hope actuaba como maestro de ceremonias el famoso artista radial José Archivaldo Arosteguí. El canal 6 de televisión le daba cobertura a esas grandes pachangas internacionales que le daban jugosas ganancias a la señora esposa del tirano.
La fama internacional de Los Duros
SEGUNDA Y ULTIMA PARTE
—AUGUSTO CERMEÑO— |
Este es William Trujillo de hoy, un periodista muy conocido en la Gran Sultana. (Foto: Demetrio Martínez) |
La tela de los uniformes de «Los Duros», era comprada en la exclusiva tienda costarricense, de San José, denominada «Mil Colores». Caracterizaba el uniforme del quinteto granadino el cuello tipo «Nerú», que en algún momento de su evolución artística era utilizado por los Beatles. Trujillo no niega que ellos, «Los Duros», imitaban el aspecto que presentaban los Beatles, incluyendo las pavitas que adornaban sus frentes.
A nivel nacional, «Los Duros» realizaron giras a todos los departamentos, incluyendo presentaciones en la ciudad capital. Sin temor a equivocarse, Trujillo dice que «donde iban ‘Los Duros’, la juventud no fallaba». En Granada no era para menos, eran los exclusivos del Kilóa, en el Club Social de la Gran Sultana.
Habían ganado tanta fama y prestigio como estrellas, que hasta les ofrecieron 30 mil dólares por cambiarse el nombre. Según William José, «don Carlos German Sequeira nos propuso que nos llamáramos «Los Duros del Kilóa», pero nosotros le dijimos que no. También nos solicitó Manuel Antonio Mojica (qepd), director y dueño de «Los Solistas del Terraza», que nos llamáramos Los Solistas del Terraza Número Dos. Tampoco aceptamos».
«SOCIEDAD» GRANADINA FASCINADA CON «ESOS OJITOS NEGROS»
Lo que entre el pueblo humilde se conoce como «la sociedad» granadina, era el público de las altas esferas sociales que «Los Duros» tenían «comiendo en su mano», sobre todo cuando tocaban «esos ojitos negros». A ellos, la llamada gente «de sociedad», les pedía «que les tocáramos música de Los Brincos, de España, como Renacerás, Mejor y Lo que yo quiero».
En sus giras por Centroamérica, «Los Duros» visitaron Tegucigalpa, donde se sorprendieron al enterarse que eran bien conocidos por los jóvenes y no muy jóvenes. Recuerda que después de un concierto, un magnate árabe los esperaba en la puerta para regalarles mil Lempiras y una botella de Whisky a cada uno.
En El Salvador y Guatemala tuvieron un éxito similar. Rememora Trujillo que al llegar a El Salvador «nos enteramos que ‘Los Duros’ estábamos en segundo lugar del hit parade con su disco «Te deseo amor». En México, estuvimos en Guadalajara, donde íbamos por un contrato de siete presentaciones, que conseguimos por los buenos oficios de Pepe Melo, hijo del Ministro de Educación de México, en ese tiempo».
El contrato en México incluía una paga de 17 mil dólares, más gastos de estadía (hotel, comida, etc.), algo que no podía estar al alcance de cualquier grupo juvenil centroamericano de la época. En Guadalajara tocaron en el exclusivo Club Atlas. Un atractivo refugio para millonarios que se daban cita en el lujoso lugar para matar el aburrimiento de los grandes negocios cotidianos. Era gente que gastaba dinero a manos llenas.
«DE TU A TU» CON LA ORQUESTA DE TOÑO YAÑEZ
La suerte de «Los Duros» era realmente envidiable, apenas nacían como artistas y ya compartían escenario con la famosa Orquesta de Toño Yáñez. El grupo granadino tocaba música tropical, teniendo una calurosa acogida por parte del exigente auditorio de millonarios mexicanos. Como para darnos una idea del lugar donde se presentaron, Trujillo dice que «sólo por sentarse El Club Atlas cobraba 400 pesos», lo que podría ser el equivalente, en ese tiempo, de 80 dólares de hoy.
De modo que hasta fueron invitados a sentarse en la mesa de un ricachón que los colmó de más atenciones que las que se le puedan brindar a un Jeque árabe. Una estudiante de medicina, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, invitó a Trujillo a compartir, solos, una mesa. Era una linda chinita oriunda de Tepic, Nayarit, que se le identificó como Eloisa Wong Pec.
«Tomados de la mano», como dice la canción, Trujillo y Eloisa se fueron de «paseo» por Tlaquepaque, Oaxaca y el balneario «Los Camacho». El grupo tuvo la oportunidad de presentarse en «la Prepa», o la escuela preuniversitaria, de la Universidad Nacional Autónoma de Guadalajara.
También se presentaron en Jalisco, en «La Pileta del Recuerdo», en el Club Social de Guadalajara, junto a la Orquesta de Arturo Javier González y la Estudiantina de la Universidad Nacional Autónoma de Guadalajara.
«Los Tara Humara Bras», de Tijuana, le propusieron a Trujillo que se quedara con ellos y le ofrecieron atractiva paga y gastos de estadía. Expresa nuestro entrevistado que no aceptó porque «vi el peligro de la droga. Después de 28 días de estadía en México, volvimos a Nicaragua. Nuestro representante, que era don Trinidad García, nos tenía un contrato para tocar en Diriomo».
GRUPOS C.A. PEDIAN «MANO A MANO» CON «LOS DUROS»
«Los Duros» era un grupo que durante sus cortos tres años de vida (1965-68), impactó de tal forma en la farándula nacional e internacional, que cuando llegaba a Nicaragua un grupo similar, se dirigía a Granada y «pedían un mano a mano con ‘Los Duros’. Nosotros éramos la gran competencia de los grandes grupos centroamericanos y no logramos asimilar la verdadera dimensión y límites de nuestra fama».
Los grupos nacionales, sobro todo de Managua, llegaban siempre a Granada en plan de «mano a mano» con «Los Duros». Protagonizaron «mano a mano» con «Los Rockets», Music Master y «Los Rolling», en uno de los escenarios más cotizados de la juventud de los 60 y 70, el Teatro González. Los «mano a mano» se realizaban los sábados en la tarde y por la noche «Los Duros» partían a cualquier parte del país donde los contrataban. Los viernes, sábados y domingos, eran los días de mayor presión de trabajo.
«Los Duros», eran tan apetecidos, que en cada fiesta o centro nocturno que los contrataban les reservaban una mesa con todo servido, incluyendo una reluciente botella de Whisky. En esa época inolvidable, para la generación que hoy peina canas, «Los Duros» cobraban la estimable suma de mil córdobas por toque. Lo que hoy en día podría ser el equivalente de unos 170 dólares por presentación. Recordemos que el dólar también sufre devaluaciones cada año.
SIETE VECES CASADO O «CAZADO»
Trujillo, en determinado momento de la entrevista se nos presenta como una especie de «divo» que todas las muchachas querían tener. De modo que se casó siete veces, con sus respectivos siete fracasos matrimoniales y ahora se encuentra un tanto solo, con siete hijos que apenas conoció, uno de ellos fallecido y no tiene idea de qué multitud de cipotes dejó regados por el país y el mundo.
«Las siete veces me casé civil, nada más. No tengo idea de cuántos hijos nacieron por fuera, pero sí puedo decir que después de cada fiesta donde tocaban ‘Los Duros’, el más «duro» de todos a la mujer era yo. Siempre me encontraba mujeres dispuestas al acto sexual».
Algo de lo que estaba claro el gran Trujillo, es que era un tanto simpático, pero no tan guapo como para que las muchachas lo buscaran con tanta insistencia, sin importarles la responsabilidad o el riesgo que corrían al disponerse a complacer todos los ímpetus de un artista en plena flor de la juventud. Las aventuras amorosas de Trujillo bien podrían hacer palidecer a «Don Juan Tenorio».
Es posible que si se casó siete veces, lo más certero sería decir que a Trujillo «lo cazaron» siete veces. De tal manera que ninguna de las damas que pasaron por su lecho jamás le plantearon un solo reclamo ante las autoridades de Bienestar Social.
¡DURMIO CON UNA ANCIANA MILLONARIA!
Como anécdota de sus andanzas donjuanescas, Trujillo recuerda que en una ocasión lo mandó a llamar una misteriosa dama de alto copete que «le urgía» verlo, y de noche. La portadora del mensaje era una linda jovencita. De modo que Trujillo se deslizó sobre sus pasiones aventureras y se fue al llamado de la desconocida.
Llegó a una gran mansión, y lo pasaron a una sala donde el lujo denotaba que la misteriosa mujer era muy rica, lo que le llamó fuertemente la atención y le pasaron por su cabeza imágenes de un Trujillo convertido en todo un magnate, casado con el buen vino y la buena vida. Un mundo de «las mil y una noches» se le subió al cerebro.
Estaba tan pensativo que no se percató que una mujer se aproximaba a él silenciosamente y puso sobre sus hombros una mano huesuda, con sus dedos enfundados en preciosas y costosas joyas. Trujillo dice que al sentir la mano sobre su hombro, aterrizó violentamente de la «nube en que andaba». Volteó su vista hacia la mano en el hombro y no fue menor el susto.
¡Qué horror!, era una mano de quirina, con muchos anillos de brillantes, pero era muy fea!, nos dice Trujillo. La gran sorpresa del artista es que la dama era una anciana, ¡de 90 años!, que le suplicó que pasara la noche con él. Al menos conversando. Trujillo dice haber accedido, «con el respeto que se merece una dama de edad avanzada».
La encopetada señora lo invitó a descorchar una gran botella de fino licor que tenía tres compartimientos, con sabores a menta y cocoa. Después se durmió y al despertar se da cuenta que había dormido en la misma cama de la abuelita de quién sabe quién. Trujillo dice que todo evidenciaba que había hecho el amor con la anciana. La dama sonrió satisfecha y un ji,ji,ji, le paró los pelos al travieso joven Trujillo.
«Los Duros» se desintegraron en 1968, tres años después de su nacimiento como grupo artístico de corte juvenil, Según William Trujillo, la principal causa de su separación fue el abandonar un escenario que los estaba metiendo cada vez más en el sucio mundo de las drogas.
«Dejamos el grupo con la mentalidad de dejar una buena imagen de ‘Los Duros’», concluye Trujillo. Al hacer un recuento de las canciones que los llevaron al pináculo de la fama nombró: «El Esquimal», «Te deseo amor», «Nadie como yo», «Tus ojos». «Cenizas», «El Juego de Simón» y «Olvídalo». Estas eran, entre otras, composiciones de Ohio Express, Los Jaqui de México, Roberto Jordán y el brasileño Roberto Carlos.
Trujillo ahora es un periodista radial que labora en Radio Diriangén, y se enorgullece de haber superado un problema alcohólico desde hace dos o tres años.