29 de julio de 2012
Fenómeno El Niño provocó pérdidas del 80% de los cultivos entre 2001-2002
Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
Leyla Jarquín y Matilde Córdoba | Nacionales

El maíz es uno de los rubros que corren mayor peligro. Dreamstime / end
Los productores de la zona seca de Madriz y Nueva Segovia están preocupados por el rendimiento de su producción debido a la falta de lluvia y temen que ocurra una situación similar a la registrada entre 2001 y 2002, cuando se presentó el fenómeno climatológico El Niño, provocando una sequía tan grave que se perdió el 80% de los cultivos, el equivalente a 117,854 manzanas, según datos del Ministerio Agropecuario y Forestal, Magfor.
Miguel Moncada, productor del municipio de Macuelizo, en el departamento de Nueva Segovia, está desesperado porque llueva en esa zona, ya que si no podría perder las tres manzanas de maíz que sembró para la cosecha de primera. Asimismo, teme que otras tres manzanas de frijol que tiene sembradas no tendrán un buen rendimiento como el del año pasado.
Moncada prevé que de las tres manzanas de frijol obtendrá un rendimiento de 10 quintales por manzana, pues estas lograron beneficiarse de las lluvias de mayo y el ciclo del frijol es de apenas 90 días, pero en el caso de las tres manzanas de maíz, cuyo ciclo es de cuatro meses, su pronóstico es incierto.
“No sé cuánto voy a sacar de maíz, porque hasta ahora está comenzando a chilotear”, lamentó el productor.
El año pasado, cuando hubo un buen invierno, este pequeño productor obtuvo 50 quintales de las tres manzanas de frijol sembradas, y 85 quintales de solo dos manzanas de maíz. Entonces vendió el 75% de su cosecha para cubrir las necesidades del hogar y los estudios de sus hijos.
Lo mismo hace con la cosecha de postrera, por lo que el restante lo deja como reserva para el consumo de su familia hasta mediados del año próximo.
Una amenaza latente
Esta semana que concluye, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, Ineter, anunció que existe la posibilidad de que en agosto y septiembre se instale en el país el fenómeno climático El Niño, lo cual afectaría la cosecha de postrera; sin embargo, para algunos pequeños productores de la zona seca de Madriz y Nueva Segovia, la sequía ya es una realidad y temen por sus siembras de primera.
El Instituto Internacional de Investigaciones para el Clima y la Sociedad de Columbia, indica que El Niño y su contraparte, La Niña, están asociados a eventos de temperatura superficial del agua en el océano Pacífico, más cálida o fría (La Niña) que lo normal. Una vez que se desarrolla, El Niño provoca también cambios en los patrones de viento, presión y temperatura en muchas regiones del mundo.
María Elsy Caldera, delegada de Acción contra el Hambre, en Madriz, explicó que una buena cosecha es la que produce entre 18 y 20 quintales por manzana, de modo que el productor puede guardar para consumo propio y esperar la cosecha de postrera. “Deberían de guardar para comer seis meses”, expresó.
La siembra de primera comienza en mayo y termina en agosto, mientras que la siembra de postrera inicia a finales de agosto y termina en noviembre.
El niño se presentó desde 1972
Según el ecólogo Norwin Torres, especialista en manejo de vida silvestre, la situación climática actual da un indicio de cómo será el año próximo.
“Estos fenómenos son cíclicos, pero debido al cambio climático global, se manifiestan bajo situaciones no tan predecibles, como ha ocurrido en décadas pasadas, lo que provoca una mayor incertidumbre, debido a que de repente, en determinado año, puede establecerse de forma estocástica (al azar)”, explicó Torres, también director de la Fundación Amigos del Río San Juan (Fundar).
Datos del Ineter muestran que este fenómeno ha afectado al país en los períodos 1972-1973, 1976-1977, 1982-1985, 1990-1994,1997-1998, 2001-2002.
Un informe de la FAO indica que en 1997 el fenómeno climático El Niño impactó severamente en varias partes del mundo, provocando inundaciones en 41 países, sequía en 22, incendios en grandes bosques de Indonesia y Brasil, y un efecto negativo en la agricultura, pesquería y ganadería.
A criterio de Norwin Torres, la falta de lluvia impactará más en la zona seca de León y Chinandega, sobre todo en las plantaciones de maní. “Por ejemplo, estamos observando incluso que en el municipio de Managua, donde ya se está sembrando el maní, la poca frecuencia de lluvias podría tener consecuencias graves, ya que no hay mucha precipitación. Las plántulas se han mantenido en estado de latencia, es decir que están dormidas, para ahorrar energía. En el departamento de León no ha llovido desde hace casi un mes y las grandes extensiones de maní están sin recibir agua todavía. Con el cultivo de caña no hay tanto problema ya que este es anual y en épocas de sequía tiene sistemas de riego por bombeo de agua”.
Efectos se hacen sentir en madriz
Denis Casco, técnico de la organización Acción contra el Hambre, ACH, para la ejecución de proyectos en el municipio de Totogalpa, departamento de Madriz, indicó que en los últimos 35 días se registraron solamente 18 milímetros de precipitación. Lo normal, según Casco, es que por mes haya alrededor de 170 milímetros de precipitación y puso como ejemplo que en junio de 2011 fue de 171 milímetros y al mes siguiente fue de 229 milímetros.
El técnico de ACH aclaró que dichos datos fueron registrados en el municipio de Somoto, en el mismo departamento, pero que son de referencia para la región. Añadió que en los meses de abril, mayo y los primeros 22 días de junio las precipitaciones fueron de 97, 242 y 170 milímetros, respectivamente.
Este experto mencionó que la sequía “agarró” en un mal momento al maíz, pues dijo que del 30 de junio al 15 de julio es el período en que florece. “Ahí es cuando necesita más humedad para que la mazorca se llene”, puntualizó.
De acuerdo con el ecólogo, “es evidente que en algunas regiones del país no ha habido la frecuencia de lluvias que hemos tenido en la capital. Por ejemplo, en la zona norte de Chinandega la frecuencia de lluvias ha disminuido considerablemente, sin embargo a inicios de mayo detectamos inundaciones, principalmente en la zona del municipio de Villanueva”.
Por eso es preciso enfrentar el fenómeno El Niño de forma articulada. Norwin Torres plantea desarrollar un esquema de planificación interinstitucional que permita identificar las zonas más críticas del país, ordenar el uso del suelo, conservar las fuentes de agua y producir agua, tener un plan de emergencia, buscar el apoyo y asesoramiento de actores que se especializan en planes de emergencia alimenticia como la FAO y PMA, y orientar los bonos productivos hacia este plan.
En tanto María Elsy Caldera, de Acción contra el Hambre, sostuvo que en Somoto ya se están llevando algunos proyectos para paliar las consecuencias de la sequía. Esta organización tiene proyectos donde proveen de semillas mejoradas de maíz, frijol y sorgo, y dan asistencia técnica a los productores.