Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El VI Festival de Poesía de Granada, Nicaragua 2010, se trasladó el viernes 19 de febrero al cuartel central de la Policía Nacional de Granada, donde fueron recibidos con mucho cariño por las autoridades de dicho cuerpo armado.
Los agentes del orden, encabezados por el Comisionado Ramón Avellán, su jefatura y la Comisionada Glenda Anabel Zavala Peralta, Jefa de Auxilio Judicial a nivel Nacional, desgranaron sus muestras de respeto a los poetas con actos culturales, cantos y danzas muy bien organizados.
Una linda niñita de unos 6 años, Ashli Nicol Flores declamó un poema de la creación del Padre Azarías H. Pallais y el teniente Gilberto Rodolfo Rodríguez, regaló a los poetas una canción de su propia creación.
Además, el teniente Rodríguez, declamó un poema alusivo a los poetas presentes, dirigiéndose especialmente a poetas como Ernesto Cardenal, Chichí Fernández y Carlos Martínez Rivas.
Nicaragüenses aman a los poetas y los policías no son una excepción, según Gioconda Belli
La poetiza Gioconda Belli, se mostró emocionada al subir al podium a leer un poema relativo a experiencias y reflexiones propias al viajar en avión. Antes habló del cariño de los nicaragüenses para con los poetas.
Gioconda no ha podido olvidar cuando un policía la detuvo en la carretera, le pidió sus documentos y al enterarse que era la famosa poetiza, se inclinó para saludarla muy efusivamente, respetuosa y cariñosamente. “Me perdonaron la multa porque soy poeta”, expresó Gioconda, desatando risas entre el público.
“En ningún país del mundo se ama tanto a los poetas como éste. Es pobre mi país, pero brilla como un cielo”, reflexionó Belli.
Entre los poetas presentes, en la mesa de lectura del cuartel policial, estaban: Ernesto Cardenal, Francisco de Asís Fernández, Gastón Saint-Fleur, de Haití y Daniel Kunene, de Sudáfrica.
Por su lado, el poeta Chichí Fernández dedicó uno de sus poemas a su colega Ernesto Cardenal. “Los ángeles se meten en mi pecho y me despiertan de la muerte. Me abren la vida con los pétalos de sus rosas y sus dedos. No son ángeles tímidos que solo ofrecen la misericordia de la muerte. Son ángeles primitivos, refinados y toscos, que tienen la belleza del relámpago y la soledad de la locura”, canto el poeta Fernández. Cardenal subió al podium para rendir homenaje al poeta granadino Joaquín Pasos Argüello y la Gran Sultana, con el poema: “Epitafio”.
“Aquí, pasaba a pie por estas calles, sin empleo, ni puesto y sin un peso. Solo poetas, putas y pecados conocieron sus versos. Nunca estuvo en el extranjero, estuvo preso, ahora esta muerto. No tiene ningún monumento, pero recordadle cuando tengáis puentes de concreto, grandes turbinas, tractores, plateados graneros, buenos gobiernos, porque el purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo. En el que un día se escribirán los tratados de comercio, la Constitución, las cartas de amor y los decretos”, finaliza “Epitafio a Joaquín Pasos Argüello.
El poeta Kunene, leyó una serie de poemas cortos dedicados a la policía “porque siento que están en la línea de fuego”. “Empieza la Paz”, titula uno de los pemas. “Empezó la paz, cuando alguien dijo ¿por qué?, ¿no son ellas como nosotros?. La paz: No soy un accidente, sino la unidad de piezas accidentales”.
El poeta Gastón Saint-Fleur, de Haití, canto un poco a su pueblo, golpeado por un terrible terremoto, que dejo un saldo fatal hasta ahora no cuantificado con exactitud, con listas de muertes, solo se calcula cifras arriba de los 200 mil muertos.
Saint-Fleur, dice en una parte de su poema: “… más si estas en mi jardín, no te creas estar en el mundo, no; solo estarás en mi jardín con surcar los montes y sus ríos disecados. Si Visitas mi jardín, fuera del mundo, no estarás tan solo en el mundo, de los tontos mundos del mismo mundo, bajo tantos, pero tantos escombros”.
Un grupo de danza juvenil dio paso a un pausa artística con una danza folklórica. Posteriormente la Brigada Estudiantil de Tránsito, regaló a los poetas la declamación de “Cantos de Esperanza”, de Rubén Darío.
El coro infantil de la Brigada Estudiantil de Tránsito canto a los uniformados. “Amigo de la policía, amigo de la sociedad”, cantaban los niños.