Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Dicen que llegaron los concejales Arianné Maldonado y arquitecta Flor de María Rivera, las que no se volvieron aparecer y eso les resiente mucho porque es con el Frente Sandinista de Liberación Naciona (FSLN) que han votado, pero ahora la están pensando, decepcionados de tan frialdad de corazones.
David Tenorio, uno de los perjudicados esta construyendo una hermosa casa de concreto, que parece estar navegando en medio del lago. Sugiere que el Gobierno ponga muros de contención para proteger las propiedades ubicadas en la costa, desde el Muelle hasta el Instituto Tecnológico Nacional (INTECNA).

La pequeñita Clara Carolina Rugama, de 6 años de edad, nos manifestó que todas las casas de la costa están inundadas. Las inundaciones entraron a las letrinas o sumideros lo que hace de las aguas que se meten dentro de las viviendas, un factor de mucha peligrosidad para la salud. Son aguas contaminadas con desechos fecales.
El niño José Rogelio Conde Rugama, nos informó que una viejita conocida como doña Nachita, fue evacuada, por la inundación de su humilde ranchito. Dijo que debido a la humedad permanente y contaminación, muchos están con hongos en los pies.

Decepción total y trato de animales
Doña Maritza Rugama declaró a LA VERDAD que existe la percepción de que los habitantes de la costa del lago Cocibolca “no somos humaos”. Lamentó que hayan llegado Flor de María Rivera y Arianné Maldonado, “a tratar de dar solución. Se hizo el Concejo, sesionó y ni siquiera nos invitaron”.
Les recuerda a los políticos del gobierno de turno, el peso que Maritza Rugama tiene en las elecciones. Solo ella y su familia aportan 34 votos al orteguísmo. Además, dijo que suma mucho más votos con la gente que la sigue como líder comunitaria, por el trabajo que ha hecho por el bienestar de la comunidad, “no por su linda cara”.

“Aquí esta la gente porque tiene necesidad. Yo no tengo casa en Villa Solidaridad, estoy refugiada en la Casa Comunal”, manifestó Rugama. Por otro lado, los ladrones están haciendo de las suyas desmantelando casas abandonadas. Arrancan el zinc, madera y se llevan todo lo que este a su alcance.
Le pareció una burla para los pobladores de Villa Solidaridad que les hayan llevado una bolsita de pan tostado. “Para los políticos, los gobernantes, para los concejales, parece que no existimos”, lamentó Rugama.

La jovencita María Teresa Morales Suárez, de 14 años, nos mostró el pantanal metido en su casa. El joven Wilfredo Alexander Guadamuz, consideró que la naturaleza se ha ensañado en los más pobres, sin tener ayuda de nadie.
Indicó que viven en la costa del lago “por necesidad” y que no tienen donde ir a vivir. Urgen apoyo del “Presidente de los pobres”.
