Granada, Nicaragua
Sábado 09 Noviembre 2013
Augusto Cermeño


El quejoso agradece la gentileza de los médicos y enfermeras, que lo curaron e inyectarlo contra la rabia, le dieron medicamento para evitar infección, “pero lo que yo le pido a la gerencia es que metan a los perros en una jaula, que los amarren, encadenen”.
Según Iván, una enfermera le dijo que el mismo perro la siguió un día antes, por lo que insiste en que los encierren.