Granada, Nicaragua
Sábado 01 Junio 2013
Augusto Cermeño
En el parque central Colón pululan los inhalantes de pega, los que maltratan al turista que no les compra las rosas y/o grillos de palma que ellos hacen manualmente.También anda una inhalante cargando un niño tierno, de año y medio, al que le pega cuando el bebé llora por hambre. Ella le dada la chichi, pero el niño parece no sustentarse, porque lo que chupa es una sustancia que esta muy lejos de ser la nutritiva leche materna.
Una de las señoras que venden en el Parque Central, que prefiere mantenerse en el anonimato, por obvias razones, dijo que los huele pega reaccionan furiosos cuando el turista no les compra sus manualidades de palma.
“Los putean y hasta tratan de arrebatarle las cosas. Entonces, el turista se lleva una mala imagen del granadino. Comienzan a ver en el Parque Central Colon un área de peligro, porque existe la amenaza de que les roben.
La denunciante dijo que esta situación perjudica los negocios existentes en el parque porque el turista comienza a alejarse. Se refirió al famoso “Cuajadita” un inhalante que le dijo “perra” a una turista que no le compró una rosa de palma.
El mismo antisocial tomó algunas piedras para bolonear al CPF de la Alcaldía. Los vigilantes no les hacen nada por ser menores de edad. Los menores cometen muchas tropelías, sin control de padres “pero cuando agarras un chavalo de esos, entonces sale hasta el perro y el gato de su casa”.
Karla: una menor inhalante, que se hizo madre en las calles, carga con el bebé, lo maltrata y no aparece MIFAMILIA por ningún lado
La denunciante nos manifestó que anda en el parque una menor que carga en sus brazos a un pequeño, como de año y medio, al que somete a maltratos físicos cuando el niño llora pidiendo el alimento.
“Ella carga el niño en un brazo y la otra mano anda oliendo pega. ¿Qué alimento le puede dar este inhalante? Se pregunta la denunciante. Cree que el Ministerio de la Familia (MIFAMILIA) debería ver estos casos para que el niño se criado y educado por personas realmente responsables.
“Hay personas que no pueden procrear hijos y no pueden y desean un hijo”, manifestó nuestra anónima quejosa.
