Culturales
Managua, Nicaragua
Clemente Guido Martínez. Historiador.
Nuestro Volcán Momotombo ha despertado. MAMEA, erupciona hacia el ocaso.
Uno de los aspectos desconocidos por la mayoría de la población, es que en la falda sur, contraria al sector de la erupción existen evidencias de las culturas ancestrales que dejaron grabados en piedra algunos signos que hoy en día no comprendemos, pero que no por eso dejan de ser una preciosa herencia cultural de nuestras raíces auténticamente indígenas.
El arqueólogo Dr. Rigoberto Navarro Genie, fue becado por el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional (AACID), para comprobar el rumor de cazadores y exploradores locales, sobre la existencia de evidencias arqueológicas grabadas en rocas del Volcán Momotombo. Esta investigación se realizó en el año 2010, cuando me correspondió el honor de ser Co-Director General del INC.
El Dr. Navarro, es el único arqueólogo nicaragüense graduado en La Sorbonne de París, donde realizó un D.E.A. de Prehistoria, Arqueología, Etnología. Por sus anteriores trabajos de investigación del llamado “arte” rupestre originario, fue seleccionado por un jurado de becas del INC y se le otorgó la oportunidad de realizar esta investigación.
En este breve artículo solamente voy a mostrar parte de los petrograbados descubiertos por Navarro en el Volcán Momotombo, porque a pesar que han transcurrido cinco años desde el hallazgo, todavía el libro donde se publiquen estos resultados, está pendiente de enviarse a imprenta para el necesario compartir con todos los interesados.
RESULTADOS GENERALES
A nivel general, Navarro y su equipo descubrieron “82 rocas con grabados rupestres” en diez sitios, la mayoría de los cuales se encuentran en dos sitios: El Ojoche en el Volcán Momotombo y en la Isla Rosa (Lago de Managua, frente a la “punta del diablo” del Volcán Momotombo).
En El Ojoche se observaron 23 rocas grabadas, ubicadas en los lados y al centro de una quebrada conocida como “quebrada de los monos, por la presencia en el lugar de una manada de monos cara blanca” (Navarro, 2010, Informe de Campo).
En cuanto a su edad, Navarro dice que “algunos motivos de tipo antropomorfo del sitio el Ojochal, en el lado sur del Volcán Momotombo, coinciden con los diseños grabados de la Isla Rosa, por lo tanto es posible que al menos una parte de las representaciones del sitio El Ojochal podrían ser también del período Ometepe (1350-1520 d.C).
Conozcamos algunas muestras del arte rupestre del Volcán Momotombo.
EL TEXOXE CON MASCARA
Una de los iconos más interesantes es un personaje antropomorfo delicadamente estilizado, con la cabeza cubierta por una máscara de ojos redondos y grandes, boca abierta, propio de las representaciones de sacerdotes o texoxes indígenas, durante sus rituales de alucinamiento provocado por drogas naturales como la coca (Yaat), Chicha de Maíz, hongos y otras sustancias propias de sus rituales religiosos. Sin embargo, podría tener otro sentido para los autores.
Está ubicado en un sitio conocido como EL OJOCHAL, en las laderas del Volcán Momotombo. En la laguna de Asososca (Managua) cerca de la emblemática “Serpiente” emplumada, hay una representación de un personaje antropomorfo con máscara, y en este caso tiene en su mano derecha un pedernal extravagante (usado para sacrificios humanos), pero igual usa máscara (Guido, Moroney 2009, 13). Y en la colección Squier-Zapatera exhibida en el Convento San Francisco de Granada, hay una estatua mal llamada “El diablo” que también nos muestra al personaje antropomorfo con máscara y ojos grandes y redondos. En Cerámica también hay este motivo (Guido 2002, 90-100).
Si después de los análisis futuros se determina su identificación como un “Texoxe” (sacerdote indígena), habría que interpretar el conjunto de iconos que le acompañan. Recordemos que estos personajes tenían la capacidad mítica de transformarse en animales a su conveniencia (Oviedo, 38-41).
FORMAS GEOMÈTRICAS
Otro de los iconos interesantes, son dos formas elípticas entrecruzadas, encerradas en un cuadrado. El cuadrado (cuatro lados) en la cultura mesoamericana, a veces representa los cuatro rumbos del Universo y las formas elípticas a veces representan la vía láctea. Sin embargo, no podemos interpretar con certeza lo que quiso decir el autor de esta iconografía en su tiempo. Falta mucho estudio comparativo para llegar a propuestas fundamentadas.
Sin embargo, no hay duda de la belleza artística de esta representación ubicada en el Volcán Momotombo.
“Cuatro. El número cuatro es fundamental en la cosmovisión de todos los pueblos mesoamericanos. Está especialmente relacionado con los cuatro rumbos del universo (v) que a su vez están delimitados por los cuatro puntos solsticiales. Son cuatro también los días o signos con que se inician el tzolkin o tonalpohualli (v) o ciclo calendárico de 260 días y que corresponden a cada uno de los cuatro rumbos del universo, a los que le están asociados también cuatro colores, cuatro dioses, cuatro árboles, etc” (Yolotl, 52).
PIEDRA DEL INDIO
Denominada como “Piedra del Indio” por los cazadores del Volcán Momotombo, es una interesante roca con una cavidad suficiente honda y ancha como para que una persona de cuerpo pequeño pueda acomodarse dentro, a la vez que se puede llenar de agua como se ve en la gráfica de Navarro.
Está bordeada por petrograbados donde destacan las “caritas” de personas (¿Niños?), y formas geométricas variadas.
En “Piedras Pintadas” (Chontales, Villa Sandino), hay una roca parecida a esta que vemos en Momotombo. Según los comentarios no documentados, aquella servía para “parir” las indígenas (esto es comentario popular entre arqueólogos, no está documentado).
OTRAS FORMAS GEOMÈTRICAS
Hay mucha variedad en las formas “geométricas” que con el tiempo se tendrán que esclarecer en sus significados culturales para nuestros antepasados indígenas.
Comparto algunas de estas graficadas en la investigación del año 2010 por el Dr. Navarro.
CONCLUSIÒN:
La erupción del Volcán Momotombo, nos debe obligar a volver la vista hacia sus secretos ecológicos y culturales, para evitar que la memoria de nuestros ancestros originarios sea olvidada para siempre, sino por el contrario, rescatemos esta memoria publicando los resultados de las investigaciones esbozadas muy superficialmente en este breve artículo, y ampliando estas investigaciones con más prospecciones y excavaciones arqueológicas.
No sabemos quiénes fueron los autores de estas evidencias, ni cuándo exactamente las hicieron. No sabemos con certeza el propósito de las mismas, aunque sospechamos propósitos rituales religiosos y vinculados al misterio que debe haber significado para nuestros ancestros este magnífico Volcán que todavía hoy en día causa temor y admiración.
Esperemos que pronto tengamos en nuestras manos el libro con el informe completo y después de esta etapa eruptiva del Volcán Momotombo, sino el mismo Navarro, otros equipos de científicos puedan visitar El Ojochal para verificar el estado de conservación que tienen después de las erupciones del coloso “ronco y sonoro” Momotombo.
FUENTES BIBLIOGÁFICAS:
“Informe de campo del proyecto Documentación de Arte Rupestre en los Volcanes Momotombo y Momotombito”. Presentado por Rigoberto Navarro Genie, Managua 05 julio de 2010.
“Diccionario de Mitología y Religión de Mesoamérica”. Dra. Yolotl González Torres. Ediciones Larousse. México.
“Asososca, redescubriendo sus pictografías. Informe 2006-2009”. Lic. Clemente Guido Martínez, Lic. Juan Bosco Moroney. Nuestra Identidad, revista de la Alcaldía de Managua, año 1, No. 3, 2009.
“Arte religioso de los Chorotegas y Nicaragua del Siglo XVI”. Lic. Clemente Guido Martínez. Ediciones PAVSA, diciembre del 2002.
Nicaragua en los cronistas de Indias: Oviedo, introducción y notas de Eduardo Pérez Valle, Colección Cultural Banco de América, Serie Cronistas No. 3, 1976