Nandaime, Granada, Nicaragua
Por: Marlene Urbina
Como violencia doméstica está tipificada por la Policía de Granada, la acción de un padre de familia que agredió físicamente a su menor hija cuando ésta le reclamó porque no deja de tomar licor, lo que a la niña le disgusta, según informa el sub comisionado Luis Alonso Carrillo.
Ana Martha Arévalo Talavera, de 29 años, estaba en su casa cuando se presentó su ex cónyuge Julio César López, de 33, quien llegó a prestarle a las hijas de ambos, Katerin Masiel López Agurre, de 12 años y Rosa López, 10 años.
Julio Cesar, quien al parecer andaba con aliento alcohólico, salió a caminar con las niñas pero era seguido de cerca por Ana Martha. Al llegar cerca de la tienda YAMASA, ubicada costado este de la Iglesia Santa Ana, en el barrio Ricardo Morales Aviles, Katerin le hizo ver a su padre que no le gustaba que anduviera tomando licor y no deseaba salir con él, por lo que se iba a regresar.
Este llamado de atención de Katerín puso de muy mal humor a Julio César, quien según el informe de la Policía Nacional de Granada, reaccionó con violencia agrediendo físicamente a la niña llegando a sujetarla del cuello, lo que le estaba provocando asfixia.
La madre que siguió los pasos de Julio César, se le fue encima al endemoniado padre de familia, logrando que éste soltara a la niña. Ana Martha, quien interpuso denuncia, indicó que estos problemas se dan cada vez que su ex ingiere licor.