Monitoreo
Nacional
El presidente de Nicaragua Daniel Ortega, dijo que debido al calentamiento global se debe pensar muy bien sobre el futuro de los proyectos hidroeléctricos, ya que estos se podrían ver afectados por la falta de precipitaciones.
El mandatario, no obstante, sostuvo que el proyecto Tumarín sigue atrayendo el interés de inversores y organismos internacionales.
“En Nicaragua hay proyectos hidroeléctricos que atraen todavía interés de los inversores y el acompañamiento de organismos internacionales, tal como el de Tumarín. Pero ante el calentamiento global hay que pensar muy bien el tema de los proyectos hidroeléctricos, ya que se verían afectados”, destacó Ortega durante su intervención en la Asamblea Sandinista Nacional, celebrada el pasado viernes.
La construcción de la represa Tumarín está planeada en la comunidad de Apawás, en el Caribe Sur de Nicaragua, y tiene un costo de US$1,100 millones. La hidroeléctrica tendría una capacidad instalada de 253 megavatios, que equivalen al 50% del consumo energético actual de Nicaragua, por lo que su entrada en funcionamiento —se supone—modificaría la matriz energética de este país.
El presidente Ortega señaló que estos proyectos conllevan la construcción de embalses y recordó que en Nicaragua se han construido varios, los cuales se van secando cuando no hay lluvias, tal como ha pasado con grandes embalses hidroeléctricos de América del Sur.
Destacó que en África, inclusive, han desaparecido lagos, y en la propia Nicaragua, en la carretera a Matagalpa, ante la sequía se están secando algunos embalses naturales que dependen de las lluvias para existir.
Afecta el agua
El mandatario indicó que el desarrollo de las ciudades también está afectando la posibilidad de que el suelo pueda atrapar agua para enriquecer los mantos acuíferos.
“Cada carretera pavimentada es menos manto acuífero para la tierra; cada calle pavimentada es menos manto acuífero para la tierra; cada desarrollo de vivienda menos manto acuífero para la tierra; cada hotel (es) menos manto acuífero para la tierra… una contradicción ahí, pero se van desarrollando las ciudades a costa de los mantos acuíferos”, explicó.
Destacó que el Gobierno nicaragüense desarrolla un proyecto para irrigar el Pacífico y llevar agua potable a los pueblos y ciudades de la costa del lago.
Ese proyecto, señaló, lo está trabajando Manuel Coronel Kautz y un equipo y se espera que en algún momento se busquen fondos con organismos internacionales.
La capacidad instalada de Tumarín sería de 253 megavatios, que equivale al 50% del consumo energético actual de Nicaragua.
“Estamos apostando a que no van a desaparecer los inviernos, sino que vendrán de nuevo los inviernos, el lago va a recuperar lo que ha perdido como aquí el lago de Managua. El lago de Managua de repente crece, inunda las zonas que están en las riberas del lago, pero luego ya alcanza su nivel, otras veces en tiempo de sequía baja, baja bastante”, subrayó.
Según el mandatario esto mismo ha pasado con el lago de Granada, donde hay lugares que se ha alejado la playa, pero sigue siendo una potencia productora de agua que a través de muchas inversiones provee del líquido a los pueblos y comunidades que están alrededor del lago.
Señaló que en Chontales se han desarrollado los últimos proyectos de agua potable, pues las aguas de la localidad no dan para abastecer a las personas que viven en esa zona.