Anchorage, Alaska 18 de Abril del 2010.
Por:Juan Manuel Roblero M.
¡Ah mi estimado Roger Arguello!
O prefieres: ¿amigo Chory?
Siempre inspirarme para lo bello
Ha sido en mí una priori
Y traerla a ella hasta mi mente
Es motivo de emoción.
Le brotó al poeta Chavarría del corazón
Ese pensamiento en aquel dìa
Pues al verla, en toda esa joven gente
de hace décadas… la llama ardía.
Cuando pensamos en esa especial mirada
Que ella nos obsequiaba,
La forma única de sus maneras cuando nos educaba.
¡Ah mi amigo! como olvidar ese rostro de princesa
en mi sentimiento de adolescente
o en el tuyo pues ahora sé, que también la amabas.
Nunca de mi cabeza
Han salido sus labios sonrientes
Llegar temprano a su clase yo acostumbraba,
Y verla entrar como mi reina era delicia.
Su recuerdo en realidad acaricia
Mi vanidad adulta…
El describirla en toda su hermosura se dificulta
En mi cerebro,
Mas me alegro
Dedicarle este momento
Desde tu pensamiento y mi sentimiento.
Mas traer esa sonrisa…esa mirada…esa presencia
Es motivo de algarabía
en ese muchacho que aun cubre mi adultez
y nos ha hecho en mi momento y en tu dìa
aun con su ausencia
dos adolescentes enamorados en nuestra madurez.
En toda mi sincera imaginación,
te estarás sonriendo ahora de esta afirmación,
y quizás yo envidie al poeta Chavarría por las palabras
que él le dedicó ahí en el aula: “y si ustè no me va a querè
yo me voy a tenè que matà”.
¡Ah mi amigo Chory! quien no se enamoraba
De esos bellos ojos y la especial dedicación
A sus aprendices adolescentes.
Espero que haya satisfecho
Ese deseo que anhelabas ahí en tu pecho.