Cultural
Granada, Nicaragua
Augusto Cermeño
El doctor Noel Rivas Bravo, declaró a LA VERDAD, su valoración sobre las calidades del Príncipe de las Letras Castellanas, diciendo: “La verdad es que Rubén Darío es el más grande héroe nacional que tienen Nicaragua”.
Dijo percibir que “en todo hogar, en todas partes, Rubén Darío es muy querido. Yo comencé a escuchar de Rubén Darío, declamado y recitado por mi mamá, que había sido profesora y sabía muy bien los poemas clásicos de Rubén Darío: Sonatina, Marcha Triunfal, Los Motivos del Lobo, La Cabeza de Rabí; todos esos poemas narrativos, de carácter oriental, que siempre han tenido un público que los ha aceptado con mucha facilidad”.
Es desde esa niñez que yo recibí de mi madre, también de mi familia en general, personas dedicadas a las letras, dedicadas al magisterio, y poco a poco fui entrando en el estudio, más a fondo, de Rubén Darío.
El doctor Rivas Bravo, es de los escasos intelectuales nicaragüenses que han realizado estudios profundos sobre Rubén, llegando a contemplar el ambicioso proyecto de las obras completas del bardo, de las que hasta ahora solo se conocen intentos.
Para el doctor y poeta Rivas Bravo, la realización de tan hermoso proyecto requiere de muchos recursos, y tiene la esperanza en un financiamiento gubernamental.
Dijo que cuando fue escogido para hacer el doctorado en Filología Hispánica, por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), “mi tesis doctoral en España, en la Universidad de Sevilla, versó, precisamente, sobre Rubén Darío, con el título de “Los viajes de Rubén Darío por España”.
Dijo que, en ese sentido, “Darío, con su vinculación por España, es importante para el desarrollo no solamente personal, sino con el desarrollo a literatura española hispanoamericana en general. Hay dos libros que resumen esa experiencia española, además de numerosos artículos dispersos en sus obras, en sus escritos periodísticos, de revistas…”.
Indica que “los dos libros fundamentales son: España Contemporánea y Tierras Solares. A mí me ha tocado el honor, la tarea de hacer la edición de estos dos libros, entregar unas ediciones críticas, ediciones fiables, para los lectores que quieren conocer a Rubén Darío a fondo”.
Habló de Tierras Solares, “el primero que edité, en España, en la Editorial Don Quijote, del que se han hecho cuatro ediciones: dos ediciones en Nicaragua, dos ediciones en España y está programado una edición para México”.
Rubén Darío viajero, Rubén Darío Cronista: su recorrido por Andalucía en 1903-1904
El doctor Noel Rivas Bravo, hace alusión al “Rubén Darío viajero, Rubén Darío Cronista” y al recorrido que hizo el bardo por Andalucía en los años 1903-1904. “Ese fue el primer libro que yo publiqué, y como digo, se han hecho varias ediciones”.
“El libro nos habla de un viajero impenitente, como fue él, de un trotamundos, pero que él mismo se autonombraba peregrino del arte, de americanas tierras. Entonces, ese libro resume esa faceta del viajero, del cronista, del que observa, del que ve, y que va contándole al público, todas aquellas cosas interesantes que encuentra en los países que visita”, comentó Rivas Bravo.
Agrega que “Darío visita los museos, las obras de teatro, entrevista a los hombres principales, va a las exposiciones de pintura. Es un viajero que va detrás del alma y el espíritu de la ciudad y los lugares que él visita. Este libro nos presenta esa fase del cronista viajero”.
España contemporánea
El doctor Noel Rivas Bravo, también resumió el libro “España contemporánea”, considerado “no solamente como uno de los grandes libros de Rubén Darío, sino como uno de los grandes libros que testimonian la situación en que estaba España, la península ibérica, cuando perdió sus últimas colonias. Es decir, cuando España dejó de ser imperio, cuando España perdió todo lo que había conquistado, que fueron: Cuba, Puerto Rico, Las Filipinas…”.
Indica que en ese entonces “hubo en España una enorme consternación del ¿por qué? España había decaído tanto, hasta perder su carácter de potencia, como era Inglaterra, como era Holanda, como era Francia, entonces España iba como en retroceso”.
“Una especie de viajero, que pulsa el estado de la vida en que estaba España”
El doctor Noel Rivas Bravo, al hablar de Darío, en su recorrido por la Península Ibérica, lo cataloga como “una especie de viajero que pulsa el estado de la vida en que estaba España. Entonces ¿qué es lo que hace? Visitar a las grandes figuras de la restauración”.
Él había conocido, “en su primer viaje a España, en 1892, con motivo del tercer centenario del descubrimiento de América, había conocido a Juan Valera, había conocido a Castellar, había conocido a Núñez de Arce, a José Zorrilla, había conocido la plana mayor de los grandes escritores españoles. Y ahora que llega estos grandes escritores están en decadencia”.
Darío “los visita, los entrevista, va pulsando el estado de la península, en ese momento. No solo se reúne con los hombres de la restauración sino con los jóvenes de aquel tiempo. Todavía, los que llegaron a conformar la generación modernista, no eran personas que hayan publicado un libro, solamente Unamuno; todavía los Machado no habían publicado un libro, Valle Inclan tampoco. Todavía estos jóvenes, en estado incipiente, publicaban, tenían su revista, pero no habían incurrido en el libro”.
Noel indica que Rubén Darío “anduvo con ellos, se unió a ellos, y una de las conclusiones que llegaron era que España estaba aislada del resto de Europa y que había que europeizar a España, había que abrirle las puertas, porque esa desgracia era producto de su aislamiento, y España sentía como diferente del resto de Europa”.
Modernismo heredado por Francia a una España decadente
Revisaron los pensamientos y “las conquistas que se estaban haciendo en el plano de la cultura en otros países. Escogieron, como país guía de esa transformación a Francia. De donde heredaron eso que llamamos en literatura: el Movimiento Modernista, que se conforma a partir de la introducción en España, de las dos grandes corrientes de la literatura francesa, que es el simbolismo y el parnasianismo”.
“Todos ellos se preocuparon, entonces, de insuflar ese nuevo espíritu francés, en la literatura española, y lo consiguieron, de tal manera que el modernismo es eso, una especie de renovación, de búsqueda de nuevos caminos. Buscando que España recuperara, por lo menos culturalmente, el nivel, la supremacía que en un tiempo tuvo”, comentó Rivas Bravo.
Resulta que en ese tiempo, “Darío fue un abanderado, un cabecilla. Entonces, él se reunió con los jóvenes, los viejos, luego leía los libros, luego asistía a las tertulias, e incluso, llegó a ayudar al financiamiento de alguna, como Revista Nueva, como El Álbum de Madrid, publicables en dos esos lugares y se incorporó completamente su etapa española”.
Período europeo de Darío
Valora que “esa etapa española es tan importante, porque con él, en su estancia aquí, comienza su período europeo. Desde este momento que llega a España, ya no vuelve más a América Latina, vive en España, vive en Francia, vuelve a España, vive en Barcelona, pero ya cuando viene a América Latina, ese año (1898), ya solamente viene como invitado a actividades de carácter cultural, pero fue su etapa definitiva de su ida europea”.
Valora el doctor Rivas que en esta etapa “no solamente se consolida su hispanismo, su visión europea del mundo, sino que también conoce a la mujer que iba a ser a compañera del resto de su vida, una española, que es Francisca Sánchez, a quien conoció en Madrid, que era la hija del jardinero de El Retiro; ahí, conversando con Valle Inclan, la encontró, se unió a ella y fue su compañera de toda a vida. Él le llamó: la salida de Dios en mi sendero”.
