Granada, Nicaragua
Domingo 23 diciembre 2012
Augusto Cermeño
Los niños de la parroquia de San Juan Bosco se movilizan desde horas de la madrugada por las calles aledañas a la parroquia, sonando sus cachos, pitos y caracoles, para despertar al vecindario, de modo que se levanten y asistan a la misa del Niño Dios, a eso de las 5 de la mañana.
Para estar con estos niños nos levantamos a las 3 y media de la mañana, para seguirlos y verlos trabajar por la fe en nuestro Señor Jesucristo. Los niños, una vez concluido el recorrido, acompañados por el párroco, se dirigen a la iglesia y se acomodan en las bancas donde escuchan atentamente la misa.
Nuestro trabajo lo hicimos al llegar el quinto día de la tradicional salida de los cachos del Niño Dios a las calles de Granada.
La celebración del misterio de la Navidad
El padre Oscar Danilo Cruz Zacarías, cura párroco de la capilla de San Juan Bosco, nos habló de forma puntual del Misterio de la Navidad, “el nacimiento del Hijo de Dios, nuestro Salvador, una tradición meramente de Granada, en la que salen los niños en la madrugada, con sus cuernos, sus conchas y con todo aquello que pueda hacer ruido, una actitud de poder anunciar esa llegada de ese Mesías que se nos avecina”.
Dijo que la tradición de “los cachos”, nace “como un momento para anunciar, para glorificar, sobre todo para preparar. Es un ambiente pastoril meramente, en el que los pastores reciben la buena nueva y en la que los pastores, a través de sus anuncios con sus cuernos van llevando esa buena nueva que ha venido el Salvador del mundo”.
Considera que “es un anuncio que nos prepara a recibir el Adviento, algo que ha pasado desapercibido en la historia personal. Nos hemos quedado solamente con la Navidad. No pasar por el Adviento, que nos prepara para esa Navidad”.
“El Adviento es la espera del Señor, en cualquier momento de su primera fase, desde el primer domingo hasta el domingo 16 de diciembre, hasta el 24. Es una espera concreta, en un Cristo que nace en una situación histórica, en un contexto histórico y en una sociedad, que es la sociedad judía que conocemos nosotros”, explicó el sacerdote.
Agregó que el recorrido con “los cachos” es un anuncio a los parroquianos para que se unan a la celebración del Novenario en honor al Niño Dios, que nos alcanzará a nosotros para lograr gracias especiales”.
Recuerda a los cristianos católicos “que nos preparamos para la Navidad, que debe ser un momento no solamente de compartir la comida, el vino, la fiesta, sino debe ser también un momento de compartir de aquello que el Señor nos ha dado en nuestro propio ser”.
Habló de mostrar una sonrisa, “una palabra de aliento para aquellos que están sin ánimo, en estos momentos, sobre todo aquellas personas que para ellos la Navidad no significa nada porque tal vez han perdido de un ser querido o cercanos a ellos.
En ese momento compartir con ellos el misterio de la Navidad, que nos invita a nosotros a celebrar el gran gesto de amor que Dios ha tenido para con nosotros, como es la encarnación de su hijo, para nuestra salvación como lo recitamos en el Credo”.
Navidad en Granada
Los granadinos realizan celebraciones en Navidad que son verdaderas tradiciones centenarias, como la de los nacimientos, los regalos al pie del árbol del Navidad y las novenas al niño Dios que se celebran en la diferentes parroquias de Granada.
Tanto los ciudadanos católicos como los párrocos de las iglesias tienen la costumbre de instalar “nacimientos” del Niño Dios, con todos los elementos propios del ambiente de granja que se le ha dado al humilde sitio donde se dice que la Virgen María dio a luz al Salvador de la humanidad.
El Papa ha descalificado la presencia de algunos animales, como el buey y el burro, en el lugar del nacimiento del niño Jesús, pero como la tradición y la costumbre generalmente se convierten en Ley, los nacimientos de Granada incluyen estos animales y otros propios de una granja.
La verdad es que este panorama interno del nacimiento es una muestra de vida y armonía del nacimiento de un ser humano divino al lado de otras formas de vida en la tierra, de la que dependen mucho los seres humanos. Realmente no esta mal, con la disculpa que le debemos al Papa, por introducir estos elementos extraños al Nacimiento.
El 24 de diciembre en la familia, se depositan los regalos al pie del árbol y se abren al tocar las campanas de la iglesia, a las 12 de la noche. Los niños pasan la noche tirando petardos, mientras algunos padres responsables vigilan para evitar accidentes o que los transeúntes sean quemados accidentalmente.
Las familias, por costumbre, organizan una cena para las 12 de la noche, una cena que recoge la tradición de la Santa Cena, en un ambiente de paz y alegría, con música navideña o música alegre, bailable, que todos, hasta los niños, disfrutan en algunos casos.
Seguramente la Navidad, desde el punto de vista comercial, sea una oportunidad para vender, en la mayoría de casos juguetes o regalos que en Navidad se estila dar a los niños o a personas amigas que acompañan en esa noche. Generalmente solo es la familia la que esta presente en el hogar. Todos se abrazan y felicitan al legar la media noche, al nacer el Niño Jesús.