Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Don Enrique Argüello, murió después de 50 años de resguardar la entrada del Teatro Karawala, el único cine que ha sobrevivido a la revolución tecnológica de los Betamax, VHS, CD, DVD y memorias USB, en la ciudad colonial más antigua del continente americano sobre tierra firme.
Con don Enrique mucho hablamos del cine de ayer y de hoy, expresando predilección por el cine de antaño, recordando películas como “Lo que el Viento se llevó”, “El Llanero Solitario”, “El Bueno, el Malo y el Feo”, “Haroloid”, “Los tres Chiflados”, “El Padrino I, II y III” y hasta de Charles Chaplin, con el cine mudo.
Don Enrique Argüello fue el último operador de cine, viejo trabajador de la compañía E. Chamorro, propietarios del Karawala, que se mantuvo firme en su puesto por largos 50 años.
Con doña Josefa Muñoz Flores, procreó 9 hijos: Enrique, Ninoska, Cony, Martha, Julio, Esperanza, Silvia y Johann, todos de apellido Argüello Muñoz.
Murió miércoles el 15 de junio 2011, después de intentar sortear las incomodidades, malos gestos, malacrianza y pereza del personal que debió atenderlo en el Hospital Amistad Japón Nicaragua.
Argüello vio la evolución física del Karawala, que fue remozado hace un par de décadas, con el propósito de mejorarle el perfil de Teatro, con sus camerinos y todo, pero los administradores parece que nunca percibieron la intención de esas notorias mejoras y muy poco uso como teatro tuvo el Karawala.
La parte de palco alto fue hace más de un cuarto de siglo remodelada, para dar lugar a lo que se denominó Karawala II, con ciertas ínfulas de Teatro, pero muy poco fue explotado como tal.
A pesar de ser Granada una ciudad con mucha historia, sus parroquianos, de hoy, no se ven muy atraídos por los eventos culturales propios de los teatros, donde se supone se presentarán obras que permitan recrear a una población culta y exigente.
Karawala: único sobreviviente del viejo cine
El Karawala es el único teatro, cine, que sobrevive a la avalancha de la tecnología, procurando servir películas de calidad en todos los géneros (acción, drama, ciencia ficción etc.).
Los Teatros y cines que antes existían se llenaban, ahora es difícil un lleno, o las grandes filas que se formaban con películas como “El Padrino”, eso ahora no se ve.
Los cines que Granada tuvo hasta hace unas tres décadas son: Granada, Colonial, Karawala, González y Cine Hilda. Es precisamente el Hilda el que nació mostrando mucha opulencia y lujo, pero como cine, no como teatro.
El Hilda tuvo muy corta vida, a pesar de que los propietarios, la familia Aguerri Chamorro, hicieron de este cine el mejor calificado de Granada, con aire acondicionado, alfombrado, sillas suaves y cómodas y una pantalla “paisaje” realmente espectacular. Pero no duró.
Se cerró desde hace unos 25 años y permanece cerrado, aparentemente esperando un comprador. Desde afuera se puede ver el daño que esta haciendo el sarro a una inversión cuantiosa tirada por la borda.
Un grupo de artesanos de bisuterías, muchos de ellos extranjeros, se colocaron frente al cine Hilda, donde solo se ve una mancha y que un día se podía leer: Hilda. El nombre de doña Hilda Chamorro de Aguerri, la señora madre de Chanito Aguerri Chamorro
El Teatro Granada, que realmente era un cine de mala muerte, pero en fin, el cine de los granadinos, desapareció hace unos 40 años y se ubicaba contiguo a la casa del doctor Silvio Cuadra. El Teatro Granada quedaba entre la casa del doctor Cuadra y la casa de la familia Prego.
La casa que ahora vemos fue la casa Departamental del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la que fue devuelta a sus legítimos dueños, la familia Choiseul Burgos, representada por doña Julieta Choiseul Burgos, casada con un primo hermano del actual Vicepresidente Jaime Morales Carazo.
Cine Colonial
Era realmente un cine de mala muerte, donde las personas salían rascándose por todos lados debido a que en las viejas bancas de madera abundaban los gelepates, chinches, pulgas y toda clase de bicho rastrero. En este cine la entrada valía un córdoba en palco y 50 centavos en luneta. Las películas que presentaban eran puras mexicanas. Los muchachos armaban unos vulgareos increíbles, pero en fin era “el Cine Colonial”. El local permanece cerrado, siendo propiedad de la E. Chamorro.
Teatro González
Tuvo bastante funcionalidad como teatro y como cine fue realmente, en su tiempo, un cine de primera, aunque no había aire acondicionado, había un excelente sistema de ventilación que hacía cómoda la estancia.
El González presentaba tremendas películas, que atraía mucho público y grandes colas para entrar. Los propietarios, la familia de don Ignacio González, de Diriamba, Carazo, estaban siempre realizando mejoras, de modo que los cinéfilos se mantuvieran en un ambiente y una mística a lo Holywood. Las columnas y otros sitios del González, fueron tapizadas con espejos, en los que las muchachas podían ver que tan elegantes iban al cine. Los Muchachos no se quedaban atrás. El cine fue un “motivo” para los encuentros amorosos, de parejas, novios y amantes. En el González recuerdo al profesor Benji gritando a todo pulmón: ¡Chicles, caramelos!, antes de convertirse en un próspero panadero.
La pantalla del González era realmente inmensa, parecida a la del cine Hilda. Sus sillas en luneta eran de madera y en palco (segunda planta) eran acolchonadas. Palco llegó a costar 5 córdobas la entrada, pero en otros tiempos costaba 2 córdobas y 1.50 en luneta. Era accesible para todos.
El teatro González, como decíamos arriba, mantuvo funcionalidad de teatro, dando lugar a presentaciones de artistas de renombre internacional como Rocío Durcal, grupos musicales nacionales y balet ruso, entre otros espectáculos.
El cine fue cerrado cuando se comenzó hablar de que el imponente edificio, con una fachada tipo rascacielos, estaba en mal estado. Estuvo muchos años cerrado, sin uso, hasta que fue comprado por librería GONPER, que por casualidades de la vida, el propietario es de apellido González.
Bueno, comencé hablando de mi amigo, don Enrique Argüello y sus 50 años de laborar en el Teatro Karawala, lo que me inspiró un poco y me hizo recordar los días grandes del cine en Granada, que espero sea del agrado de nuestros lectores. Dios tenga en su seno a don Enrique Argüello. Nuestro pesar a su familia.
1 comentario en «Muere después de 50 años resguardando entrada del Teatro Karawala, el único cine granadino que ha sobrevivido a los Betamax, VHS, CD, DVD y las memorias USB»
Gratos recuerdos y bueno el reportaje sobre la historia autentica de la Cartelera (Cines) en Granada, buenas anecdotas, peliculas domingueras, matiné, etc. tiempos de vieja data y buenos recuerdos de infancia. Que descanse en paz don Enrique Arguello, que vio pasar tanta gente, por el cine, que todos los recordamos. Muy bien Augusto por el comentario