Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Fue evidente que el domingo 11 de abril 2010, el nuevo Obispo de la Diócesis de Granada (Granada, Boaco y Rivas), que sustituye al Obispo de origen alemán, Bernardo Hombach, se ganó la simpatía de los granadinos que desde ya lo ven, por su elevada estatura, de 6 pies 3 pulgadas, aproximadamente, como alguien que física y espiritualmente esta cerca de Dios.

Obispo Solórzano emula acción papal, al coronar a la Virgen de Fátima
En Xalteva, lo primero que hizo Monseñor Jorge Solórzano fue coronar a la Virgen de Fátima, emulando así una acción papal realizada el 22 de febrero del 2001. De este modo la Virgen presidió la procesión, desde Xalteva a Catedral, coronada por el nuevo Obispo de Granada.
Luego de este evento, Monseñor Solórzano abordó una elegante berlina, halada por un imponente corcel blanco, propiedad de don Paco España, acompañado de Monseñor Guillermo Blandón, Canciller de la Diócesis de Granada.
También lo acompañaban el Obispo de Bluefield, Pablo Smith y el Obispo Auxiliar de la misma Diócesis, Monseñor David Albin Zywick. La berlina era conducida por el mismo don Paco España, con apoyo de uno de sus hijos.
Monseñor Solórzano, al llegar a las proximidades de Catedral, se bajo de la berlina y caminó, frente a una enorme manta roja de los taxistas en paro, que le daban la bienvenida.
Monseñor Solórzano daba unos pasos y abrazaba a los feligreses que lo recibía con mucho cariño y alegría. Los 20 metros de donde se bajó de la berlina a la entrada de Catedral, los recorrió muy lentamente pero cada paso compensaba el tiempo de los saludos.
Ya en la iglesia, el Obispo siguió saludando y abrazando a los fieles. Sus brazos, al abrirse, cubrían, a veces, a varias personas. En el trayecto, se encontró con un personaje de la política nacional y local, el doctor José Antonio Alvarado, con quien se abrazo fraternalmente y se vieron a la misma altura de tú a tú, “donde las águilas se atreven”.
El Vicepresidente se hacía acompañar de su esposa, la señora de Morales. Estaba rodeado de un grupo de mal encarados escoltas, que desentonan con la imagen amable del jefe de Estado y su esposa.
Obispo viene a entregar su vida por los granadinos

Habló de la unidad de Cristo con su Iglesia, y orientó no hacer nada sin el consentimiento de Dios. Habló de enfermedades de orden psicológico, psíquico, de orden moral.
Pendiente de los pobres, de los humildes y enfermos

Se pronunció “contra el miedo que destruye, que nos hace encerrarnos en la mediocridad”. Habló de la paz, como la expresión más profunda del espíritu humano y parafraseo a Cristo: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”.
Dijo que “el camino cristiano es de renuncia, de mortificación, pero no de tristeza o de aburrimiento”. Al finalizar su homilía, la gran mole, las pesadas estructuras, los cimientos de Catedral se estremecieron por los estruendosos aplausos y vivas a María, Madre de Dios.
“La misión del Obispo es estar con el pueblo”
El Obispo de Granada, Monseñor Jorge Solórzano, declaró a LA VERDAD que “la misión del Obispo es estar con el pueblo”.
El nuevo guía espiritual de los granadinos, viene con todos los bríos a desarrollar una labor de evangelización incansable en barrios y comarcas de Granada, Boaco y Rivas, que son los departamentos que integran la Diócesis de Granada.
Dijo sentirse contento “de venir a servir a este pueblo de Granada”. Destacó el fervor y entusiasmo del pueblo granadino que lo recibió el domingo 11 de abril desde horas de la mañana.
Valoró el amor de los granadinos a Cristo a la Iglesia. Consideró, respecto a su actuación inmediata en la comunidad, que “la misión del sacerdote y el obispo es entregarse a la gente, visitar y estar con el pueblo, esa es la misión del Obispo”.