*Una fea experiencia fue el asalto a un banco por un jefe del EPA
*Las brigadas culturales del Movimiento Leonel Rugama: Grupo Libertad y Grupo de Danza “Flor de Sacuanjoche”
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
La formación política que el liderazgo de la Juventud Sandinista recibió a finales de los 70 e inicios de los 80, se basó en la sólida idea de los principios revolucionarios, que nos permitían revestirnos de una mística y una solidez política ideológica indestructibles.
Nadie, en esos tiempos, pensaba en un salario, en un viático para comida y transporte, como se estila ahora, cuando se organizan miles de jóvenes sandinistas con una mentalidad un tanto mercantilista.
Nuestra formación nos hacía más sólidos, mas fieles a una causa, teniendo el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) una cantera de cuadros políticos que, en mi opinión, nunca le dio su verdadero valor ni estimó su verdadera dimensión.
La Juventud Sandinista, que se vio fortalecida, como nunca más ocurrió, con la gran gesta de la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA), independientemente de que la guerra en los 80 logró formar cuadros político militares de gran valía, pero ya con una actitud menos pensante, más ligada a la cara violenta y guerrera de una revolución triunfante, que se ve enfrentada por una Contra Revolución, que intenta destruirla.
Los jóvenes sandinistas nos lanzamos a la tarea de la alfabetización con una buena dosis de mística, de amor a la patria, de amor a un pueblo históricamente marginado del sistema educativo nicaragüense, centrado en las ciudades y algunos poblados.
La gente debía de bajar de los montes, a los pueblos y ciudades, en busca del pan de la enseñanza. Eso cuando el padre de familia tenía la posibilidad de mandar a su hijo a la escuela.
Una orden del Padre Fernando Cardenal que no fue obedecida
Siendo auto crítico, podría decir que en algún momento de mi estancia en Río San Juan, siendo grande mi preocupación por salir triunfante de la luminosa misión del Ejército Popular de Alfabetización (EPA), desestimé una recomendación que el padre Fernando Cardenal, Coordinador Nacional de la CNA, me enviara por medio del eficiente correo de los alfabetizadores.
El padre me pedía que le diera permiso de salir de Río San Juan a un alfabetizador. Recuerdo que en ese tiempo, entre marzo y agosto de 1980, las noticias corrían rápido en los montes.
Un permiso a un alfabetizador sería un elemento que destrozaría la disciplina alcanzada entre los brigadistas. Esto porque no había permisos para nadie, a menos que fueran cosas de vida o muerte, como fue el caso de Juan Salinas, cuya madre falleció y había que trasladarlo de inmediato a Granada. Personalmente me encargue de arreglar la situación de Salinas, de modo que hasta lo monté en un avión, en el improvisado aeropuerto de San Carlos.
Pero casos menos relevantes, no eran atendidos, y la petición, que sonaba a orden, del padre Fernando Cardenal, no creí conveniente obedecerla, pensando en unos 2 mil muchachos que rascaban por ir a casa a ver a su familia.
Con esto no quiero decir que no hubieron casos de alfabetizadores que se fueron por la libre, a escondidas, como es el caso ahora revelado por María Teresa Sovalbarro y Estrellita Maltez, que confesó en sus memorias, que fue a casa, en Granada, bien escondida en el mismo barco en que yo viajaba a Granada, para reunirme en Managua, con la Junta Directiva Nacional de la Juventud Sandinista.
Como siempre, hay alguien o algunos que logran burlar todos los sistemas de seguridad y normas, reglas, de un ejército alfabetizador o de un ejército regular. Hubo muchachos que lo hicieron, pero en algunos casos, para no ser tan “cuadrados”, había un grado de tolerancia, de flexibilidad, las cosas no pasaban de un llamado de atención y unas 40 a 100 pechadas.
Jamás conocí un caso de un joven que no acatara la sanción impuesta. Aunque bravuconeara contra su jefe. Los muchachos así se fueron formando, en un ambiente nada cómodo, llegando a convertirse en verdaderos valores de la sociedad nicaragüense. Muchos de ellos llegaron a ser profesionales, jefes militares y maestros, incluso, catedráticos universitarios.
Regresando a lo del recomendado del padre Cardenal, no se dio el permiso, aunque más tarde me enteré que el muchacho se fue por la libre.
Jefe del EPA asaltó banco de El Almendro
El jefe del EPA en el Municipio del Almendro, un joven de origen leonés, cuyo nombre no logro retener, le dio por asaltar un banco. Recuerdo que este dirigente juvenil sandinista era de un carácter un tanto agrio, pero se podía tratar con él. En varias ocasiones, vía lomo de caballo o mula, o a pie, lo visité en El Almendro.
Como segundo al mando del Municipio, nombré al joven sandinista Francisco Garay, quien al surgir el problema del asalto, asumió el cargo, hasta finalizar la Cruzada de Alfabetización.
El violento ex jefe del EPA, al participar en el asalto, quedó de ipso facto, fuera de las estructuras de la Juventud Sandinista y de la gloriosa Cruzada Nacional de Alfebetización.
La actuación del desviado dirigente juvenil, fue como el ejemplo que no se debe seguir, ya que nuestra lucha incluía la formación integral de los brigadistas, sobre todo de los cuadros de la JS19J.
Estímulos al liderazgo juvenil más destacado
Cuando estábamos en Río San Juan, ante la áspera realidad de una montaña inhóspita, repleta de mosquitos, serpientes y toda clase de peligros, los mandos buscábamos como estimular al dirigente de brigada y municipio.
Mensualmente nos reuníamos en San Carlos, en una casita bonita, donde residía un cura bonachón, de esos que parecen parientes cercanos a Sócrates y Aristóteles, un gran admirador de los miembros de la Dirección Nacional (DN) del FSLN. Recuerdo que este sacerdote, del que no recuerdo el nombre, hablaba con gran admiración del comandante Bayardo Arce Castaño.
Bayardo, en realidad, es y siempre fue uno de los más brillantes líderes, ideólogos sandinistas, que se daba el lujo de paralizar a todo un auditorio ante sus disertaciones revolucionarias.
El sacerdote decía que Bayardo llevaba como apellidos dos árboles de madera preciosa, árboles corpulentos y gigantes, que en han desaparecido en muchos bosques del globo terrestre. El cura veía en Arce Castaño, la grandeza de esos rascacielos de la montaña.
Los jóvenes organizados, admirábamos mucho no solo a Bayardo, sino a toda la DN, como los iluminados, los guías de la Revolución, inspirados en padre de la Revolución, General de Hombres Libres Augusto César Sandino y nuestro hermano mayor Carlos Fonseca Amador, jefe de la Revolución Popular Sandinista.
Todas esas inspiraciones románicas revolucionarias, después se vinieron apagando, en la medida que fuimos observando, viendo a profundidad en cada uno de los lideres, entendiendo que son, después de todo, seres humanos, con aciertos y errores, con fallas que agrietaron las poderosas bases del sandinismo que ahora conocemos.
Los estímulos
En las reuniones, como decíamos arriba, se daban estímulos a los más destacados líderes, a los que mostraban más iniciativa y daban respuesta creativa a las situaciones más adveras.
Recuerdo que en una reunión de Managua, me dieron una serie de estímulos materiales, además de los meramente morales, en los que se reconocía nuestro esfuerzo.
Lo que hacía con esos estímulos personales, era llevarlos conmigo a Río san Juan, donde me reunía con mi Estado Mayor Departamental. En esa reunión repartía los estímulos que me daban en Managua.
Uno de esos estímulos, si mal no recuerdo, era una bonita casa de campaña que fue entregada al mejor jefe del EPA en los municipios. Todos los jefes eran tremendamente dispuestos decididos, valientes, trabajadores y fieles a la causa popular, fieles a su Juventud Sandinista, al FSLN y sus líderes, pero había un parámetro que minaba un poco la calidad del líder, que era el cumplimiento de las tareas.
Puedo destacar nombres como el de Sixto Mario Garache a quien le entregué la casa de campaña, originario de Occidente; Fernando Paladino a quien le entregué una serie de libros; Guillermo Marenco, Danilo Valencia e Imara, una joven leonesa, de la que no he sabido desde agosto de 1980.
Todos eran excelentes lideres, solo que había unos mas destacados que otros. Recuerdo de Guillermo Marenco, su alta disposición al sacrificio, su valentía y coraje.
Ya decía en otro capítulo de estas memorias que Guillermo, cuando se enfermó, se negó a irse a una clínica en Managua, por temor a ser calificado de desertor o cobarde. Esta mentalidad, era garantía de lo que significaba para todos el ser un buen revolucionario.
Brigadas Culturales: Todo un esfuerzo por promover el arte y la cultura en las comunidades campesinas
Nos escribió un correo electrónico nuestro buen amigo Gonzalo Chavarría, quien nos relata un poco de los esfuerzos realizados por militantes de la Juventud Sandinista, forjados, muchos de ellos, desde antes del triunfo de la Revolución, en los espacios de los movimientos juveniles de corte revolucionario.
Chavarría, estuvo en Río San Juan con el Grupo Libertad, como parte del Movimiento Cultural “Leonel Rugama”, del cual fue uno de sus fundadores. Nos envió correo electrónico, incluyendo fotos. A continuación el contenido del correo de Chavarría:
Hola Augusto. Son casi las dos de la mañana de Domingo 11 de Sept. Hoy descansé un poco después de varias semanas atareadas de trabajo, y aproveché para buscar algunas fotos que te prometí enviar. En aquellos días de la CNA yo andaba siempre mi camarita 110 atada al fajón, y tenía que administrar bien los rollos porque no sabía cuándo iba a poder comprar otro y recuerda que estos eran de 12, 24 o 36 tomas.
Había tanto paisaje y escenas bellas y tenía que seleccionar bien porque no sabía si más adelante me harían falta. Cuando terminaba un rollito lo enviaba a Managua y de allá me enviaban otro rollo y, parece increíble, me enviaban las fotitos ya reveladas e impresas a través de la red de correos más grande y efectiva que vivimos, porque donde uno estuviera, en cualquier rincón de este país, hasta allí llegaban cartas, objetos, alimentos, etc.
Estando nuestra brigada en El Castillo, nos tocó ir a Romerito, para lo que había que cruzar el río y caminar horas, todo el día. A los varios días de andar por allí llegó un compañero a buscarnos, con una cartita que me enviaba una compañera de nosotros que se había quedado en el caserío del El Castillo, diciéndome que mis padres tenían varios días de estar esperándonos allí. Increíble hasta donde me llegó esa comunicación.
Bien, a veces lograba comprar yo el rollo en San Carlos, y ya casi al final de la CNA nosotros estábamos en San Juan del Norte y se habían terminado las fotos. Hicimos un viaje espectacular por el río Indio en un bote, largas horas entre una casita y otra. Imgina cuanta belleza había para fotografiar y sólo me quedaban unas tres tomas y en ese viaje las tuve que hacer. De regreso a San Juan, sólo "por si acaso" pregunté en una ventecita y para mi gran sorpresa encontré un rollito de 12 exposiciones, seguramente había allí por que se abastecían de la "Barra del Colorado". Así pude hacer otras tomas cuando ya regresábamos.
Bien, estas historias son largas y apasionantes. Yo conservo mi álbum con unas 120 fotos de esa camarita 110. Hace poco saqué los negativos que aún conservo y los escaneé. Obviamente no tienen una gran calidad, pero nos permiten vernos en esos escenarios de hace 31 años.
Tuve la gran oportunidad de trabajar en un grupo que llamamos "Movimiento 25 Aniversario" que organizamos con el padre Fernando Cardenal y un grupo de compañeros de nuestra generación, para celebrar los 25 años de la CNA. Como trabajo en publicidad y tengo una pequeña empresa nos contrataron para diseñar y construir una exposición itinerante, para lo cual recopilé gran cantidad de fotografías, afiches, recortes de periódicos, videos, las cartillas, etc. incluso mi cotona original figuró en esa exposición que contaba con ambientación, sonido, imágenes y de la cual mucha gente salía con lágrimas en los ojos porque al recorrerla revivías todos aquellos momentos.
Yo tengo todos esos materiales. Por ahora cumplo con enviarte estas imágenes que conservo, y que valiosamente me cuidé de tomarlas en aquellos días en ustedes eran nuestros jefes en Río San Juan. Curiosamente una de las fotos de tu artículo, al ampliarla me he fijado que es una de las que estoy enviándote, no se me ocurre cómo llegó a tus manos. Yo sé que de mi albúm he regalado fotos a algunos de mis compañeros en todos estos años, pero no sé cómo sucedió esta coincidencia.
Ahora estoy trabajando en Managua; tengo una pequeña empresa de Publicidad que se llama ArteyColor Producciones Publicitarias la que puedes ver en Face boock. Vivo por el Km 14.4 c. a Masaya hacia Veracruz.
Voy a escribir un poco más ordenado lo que fue nuestra experiencia como brigada que por ser "móvil" tuve la gran dicha de conocer todo el departamento. Yo me integré al trabajo del FSLN en el 78 en la UNAN Managua, a través de la música.
Yo soy músico de nacimiento y también me fascinan una serie de oficios entre ellos el diseño. En la UNAN estudiaba Arquitectura y en medio de llevar la carrera fundé el grupo "Libertad" y nos integramos al movimiento estudiantil.
Con el triunfo nos encomendaron trabajar en el naciente Ministerio de Cultura y creamos las Casas de Cultura por barrio, departamento, etc. En eso estábamos cuando decidimos como grupo Libertad irnos a la CNA; y así nos asignaron a ir a Río San Juan junto con el grupo de Danza "Flor de Sacuanjoche". Después de la CNA, como sabes, fundamos la JS19J y en lo particular fui fundador del Movimiento Cultural Leonel Rugama. Trabajé en la Casa Nacional de JS por varios años; fundamos los centros recreativos, los Festivales Nacionales de artistas aficionados, atendíamos a los artistas destacados, como los Mejía, Pancasán, etc. Fui también a la guerra. Me envío el Ejecutivo Nacional junto con otros compañeros a misiones de organización política dentro de los BLI.
Me tocó estar en la jefatura del BLI "Juan Pablo Humanzor". Como en el 88 me trasladaron a ENIGRAC que era una empresa del Ministerio de Cultura, a hacerme cargo del trabajo de promoción. Allí me agarró el ’90 con la pérdida de las elecciones. A partir de entonces trabajé montando espectáculos y también comencé a trabajar en publicidad. Como en el año 92 inicié mi proyecto de creación de esta pequeña empresa en la que he estado trabajando todos estos años.
Tengo 3 hijos mayores ya con sus carreras, son diseñadores; y tres hijos menores estudiando. Bien, te estoy escribiendo en una carrerita, pero ahora que estamos nuevamente ubicados seguiremos comunicándonos. Espero visitarte cuando vaya por Granada.
Próxima entrega: El Retorno a Casa