EFE
Los nuevos instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea entrarán mañana en vigor para modernizar las herramientas que emplea el bloque comunitario para proteger a su industria de amenazas externas como el dumping o las importaciones subsidiadas.
Tras una primera propuesta de la Comisión Europea en 2013, las instituciones europeas llegaron a un acuerdo político en diciembre de 2017 para reformar los sistemas europeos de defensa comercial, que databan de 1995.
Entre otros cambios, la nueva normativa reduce de nueve a siete meses el periodo máximo de investigación sobre un mercado concreto antes de imponer medidas provisionales antidumping.
Se trata del proceso que la Comisión puso en marcha el pasado mes de marzo para determinar si los aranceles de Estados Unidos a sus importaciones de acero han provocado desvíos al mercado europeo de productos que originalmente estaban destinados al estadounidense.
No obstante, Bruselas puede tomar medidas en cualquier momento antes de que concluya el plazo de nueve meses si la investigación lo prueba necesario.
«Las empresas se beneficiarán de un sistema de alerta temprana que las informará en caso de que vayan a establecerse derechos provisionales, ayudándolas así a adaptarse a la nueva situación», aseguró la Comisión en un comunicado.
Las pymes, por su parte, contarán con un servicio específico de asistencia técnica en materia de defensa comercial, donde podrán obtener información sobre asuntos como los requisitos para interponer una denuncia.
Los cambios también introducen la posibilidad de imponer aranceles más elevados a importaciones subsidiadas o en casos de antidumping, como con productos fabricados utilizando materias primas y energía suministrada a un precio artificialmente bajo.
También se modernizan las normas que rigen el cálculo de los prejuicios respecto a la industria europea, que tendrán en cuenta, además del coste de las inversiones necesarias, los gastos futuros relacionados con las normas sociales y medioambientales.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, advirtió en un comunicado de que la UE no es «ingenua», pese a creer en un comercio libre y justo, y afirmó que el bloque europeo «ha enseñado los dientes cuando ha tenido que hacerlo» al imponer medidas antidumping y anti subsidios en el pasado.
«Ahora tenemos reglas de defensa comercial nuevas y mejoradas en nuestro arsenal para hacer frente a algunos de los retos de hoy en el comercio global. Haremos lo que haga falta para defender a los productores y trabajadores europeos cuando otros distorsionan el mercado o no juegan siguiendo las reglas», señaló Juncker.