Granada, Nicaragua
Sábado 01 Junio 2013
Augusto Cermeño
Hay madres biológicas que aman y cuidan de sus hijos hasta el final de sus días, pero hay algunas que los abandonan, los regalan, los dejan en manos de un padre que se convierte en madre a la vez, e, incluso, estas madres biológicas desamoradas y perversas los venden al mejor postor sin que les cause ninguna sensación de rubor o sentimiento que active su conciencia para corregir semejante error.
Pero, en este mundo tan increíblemente sorprendente, existen casos de mujeres que sin ser ellas las madres, siendo apenas las tías, se fajan con los hijos e hijas de sus hermanas o hermanos, lo crían y educan con mucha pasión, cariño, amor y ternura propia de una madre.
Son realmente madres y es el caso de la señorita granadina Blanquita Amelia Acevedo Guillén, quien por esas casualidades de la vida nació un 30 de mayo de 1913, hace 100 años y jamás se casó ni tuvo hijos e hijas, que fue quizás un anhelo que solo se le hizo realidad asumiendo la responsabilidad de cuidar de sus sobrinos y sobrinas.
Con ella hablamos ayer (martes 28 de mayo del 2013), encontrándonos con una anciana que le canta al amor, que le canta a la vida, que le canta a Dios y a la Virgen María. Ella tuvo novio, tuvo un amor, pero hasta ahí no más, no se casó ni tuvo hijos.
Cuando intentamos obtener una entrevista, ella se mostró un poco distanciada por su escasa visión, diciendo que ve oscuro, que no distingue bien a las personas y solo se guía por las voces, sobre todo por la voz de la joven que se encarga de cuidarla.
Doña Anita y doña Marlene Andino Acevedo, son dos de las sobrinas de doña Blanquita, que, la centenaria señorita Acevedo, madre por vocación, crió y educó. Ellas nos ayudaron a encontrar recuerdos en el “disco duro” de la señorita Acevedo.
Hasta que, con la insistencia de la muchacha que la cuidad, Blanquita nos dice la fecha de su nacimiento: 30 de mayo de 1913. “Saque la cuenta”, nos dijo. Luego dio su nombre completo.
Una piñata para una niña de 100 años: niña Blanquita Amelia Acevedo Guillen
Las sobrinas hijas de la señorita Blanquita, Anita y Marlene, planean hacerle una piñata el día de las madres a quien ellos aman y cuidan tal como si fuera su madre en vida.
“Ah, voy a hacer piñata celebrando mis 30 años”, dijo como pensando en voz alta y con un poco de esa gran laguna que se va formando en el ser humano de muy avanzada edad.
En un tono como de extrañeza, la señorita Blanquita Acevedo expresó: “100 años, parece mentira que ya tenga 100 años”, dijo. Seguramente, viendo un poco en el espejo retrovisor de su vida, el tiempo se fue como si fuera un suspiro.
Un suspiro como el que se le escapó al cantar al amor, al cantar a sus sobrinas y a quien estaba entrevistándola.
“Fumar es un placer genial, sensual, fumando espero al hombre que yo quiero…
Se logró arrancar de la memoria, a la señorita Blanquita Acevedo Guillén, la canción cuya letra dice “fumar es un placer genial, sensual, fumado espero al hombre que yo quiero…”.
“Fue una madre para toda la familia”
Teníamos la idea de que la señorita Blanquita Amalia Acevedo Guillén, era la progenitora de Anita y Marlene Andino, pero no, ellos dicen que son sus sobrinas, pero la señorita Acevedo Guillén “fue una madre para toda la familia”.
El recuerdo que ellas y ellos es lo más tierno que guardan en sus memorias desde la infancia. Blanquita esta en los recuerdos de sus sobrinos, Guillermo Guillén (qepd), quien fuera uno de los integrantes de “Los Duros”, así como Luis Guillén, también de “Los Duros”.
Todos los hermanos, a los que les ayudó a criar y educar a sus hijos e hijas, ya han fallecido “solo ella quedó, la mayor. Enterró a sus tres hermanos: Leticia (madre de Anita y Marlene), Guillermo y Adelita”.
La señorita Blanquita Acevedo Guillén no se casó por no dejar a sus sobrinos y sobrinas
Continuando con el perfil de una madre de vocación, como lo es la señorita Blanquita Acevedo Guillén, las hermanas Marlene y Anita Andino Acevedo hablaron sobre su tía, esa segunda madre que dio todo por ellas, para criarlas y educarlas.
“Ella dijo que no se había casado por no dejarnos a nosotros, y por eso fue que no se casó, por no dejar a toda su familia. Ella se dedicó por entero a la familia”, expresa Marlene.
Recuerda que esta noble madre de vocación, se dedicó a trabajar duro para ayudar a los sobrinos que residían en Estados Unidos y “mandaba a los sobrinos de aquí. Ella vivió en los Estados Unidos 40 años”.
Hay una parte triste en la vida de esta increíble madre, como es el hecho de que sus familiares en Estados Unidos, “cuando estaba imposibilitada, la quisieron meter en un asilo y mi hermana (Anita) dijo que no y la mandó para Nicaragua. Ella tiene su casa y tiene quien la cuide”.
Blanquita regresó de Estados Unidos en el 2001, enviada por su sobrina e hija Anita. Lleva 12 años residiendo en Granada, bajo los cuidados de sus amadas sobrinas: Anita y Marlene.
Resistió valientemente una caída de la silla de ruedas: solo sacó algunos raspones pero nada de fracturas
Marlene nos relató que la señorita Blanquita Acevedo Guillén, tuvo una caída de la silla de ruedas, de la que secó únicamente raspones, una cortadura arriba de la ceja izquierda y un ligero moretón en la mejilla izquierda. “Fue algo leve porque no se quebró”, valora Marlene.
La caída se da al sentarse mal y resbalar de la silla, cayendo de rodillas y “cuando la quisieron agarrar ella se fue de boca. Iba con la muchacha que la cuida”, manifestó Marlene.
Blanquita esta bien, no hubo ni necesidad de darle analgésico. “Más que una vez dijo: me duele un poquito la cabeza, se le dio una pastillita, solamente eso, nada más”, indicó Marlene.
Hablando con Anita, ella nos manifestó que su mamá siempre estuvo con ellas y fallece ya cuando estaban casadas. El padre de Anita y Marlene, era don Agustín Andino y su mamá, doña Leticia Acevedo, hermana de Blanquita.
Es evidente que los hermanos Guillermo (qepd) y Luis Guillén, llevan en la sangre lo de artistas, músicos, lo que logramos observar en doña Blanquita, su tía.
Anita envía un saludo a todas las madres nicaragüenses, deseándoles ¡UN FELIZ DÍA DE LAS MADRES! Doña Marlene da el saludo también a Anita “porque ella también cumple años el Día de las Madres”. Anita cumple 75 mayos, el día de las Madres y Marlene 68 años.
Blanquita no se enferma de nada, su presión se le mantiene normal, no se le sube, es bien sana, sin afecciones ni de catarros.
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