Culturales
Por: Edgar Espinoza Pérez
Ex Director del Museo Nacional de Nicaragua.
Recientemente me entere de la muerte del Dr. Wolfang Haberland, a quien tuve el gusto de conocer personalmente en los años noventa cuando visito por última vez nuestro país.
La embajada alemana y el Ministerio de Cultura, realizaron varias actividades para escuchar al profesor que decidió venir estudiar Ometepe cuando aún este sitio era tan remoto y desconocido no solo para la ciencia arqueológica, sino que para una gran mayoría de nicaragüenses de principios de los años 60.
Él trabajó por más de seis meses en la isla y ubico 53 sitios arqueológicos, construyendo una secuencia de ocupación que comienza en el año 2000 antes de Cristo y concluye hasta 1550 d,C
Sus trabajos siguen siendo una referencia obligada para cualquier investigador moderno de la isla y su secuencia cultural aún se mantiene vigencia a pesar de que ya tienen más de cincuenta años.
Aún se conserva en las exposiciones del Museo Nacional un incensario producto de las investigaciones del Dr. Haberland que se salvó del fuego que consumió el viejo Museo Nacional de Nicaragua en el Terremoto de 1972.
Como diría la difunta Doris Stone, Haberland se formó en la “vieja escuela” de la arqueología, un hombre con una sólida preparación académica y teórica, pero convencido de que el trabajo de campo tiene que ser minuciosamente documentado, eso lo llevo a Ometepe a vivir en humildes viviendas, habituarse al trueque indígena, más que a la compra. El me comentaba que en esos tiempos en Ometepe, era fácil cambiar avena por bananos que comprarlos.
Esa fue la oportunidad que me permitió preguntarle porque había escogido Ometepe para sus estudios? A lo cual el me comento que le interesaba la cultura de los nicaraos y que él creía que una cerámica que en el Salvador se llama Miragua rojo sobre Beige, la cual se el atribuía a los Nicaraos podía también encontrarse en Ometepe, supuestamente un lugar donde según las tradiciones de los Nicaraos, los dioses les habían asignado. Pero sus estudios demostraron que no se podía determinar con exactitud la presencia de esa etnia en la isla.
La investigación de Haberland en Centroamérica fue verdaderamente pionera, sus trabajos en el Salvador, Costa Rica, Panamá siguen siendo vigentes y aún tienen validez y siguen citándose.
Foto 1. Dr. Haberland en los años 60 en Ometepe.
Foto 2. Entierro de un Chaman en el sitio el Horno en Ometepe. Foto de Wolfgang Haberland.
Foto 3. Incensario Museo Nacional de Nicaragua. Excavado por Haberland.