Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
La batalla por Río San Juan, en la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA), fue desde su inicio (marzo 1980) una gran gesta protagonizada por la misma juventud que derrocó a la dictadura.
Sentí una gran alegría cuando la Junta Directiva Nacional de la Juventud Sandinista 19 de Julio me nombró en el cargo de Jefe Departamental del Ejército Popular de Alfabetización (EPA) y Secretario Departamental de la Juventud Sandinista 19 de Julio (JS19J) en Río San Juan.
Me pareció un gran reto, ya que el trabajo en Granada, me permitió acumular experiencia organizativa que me resultó muy útil para realizar el trabajo político organizativo en el seno de una juventud que salió de las aulas a las montañas.
Realmente mi experiencia de trabajo con la juventud, en la etapa pre insurreccional, organizando los Comité de Acción Popular (CAP), en el que predominaba la membresía juvenil de los barrios, ya me había dado la experiencia necesaria para trabajar con los jóvenes.
Esas fueron las razones por las que en Managua, cuando llegue del exilio en México, me asignaron a Granada, para trabajar con el Comité Departamental del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Granada, de donde me mandaron a dar apoyo a la fundación de la Juventud Sandinista.
Los muchachos que estaban a cargo eran Julio Alemán y Alvaro Tórres, los que ya habían iniciado una magnífica labor de reclutamiento de jóvenes en colegios y barrios para formar parte del brazo político juvenil del FSLN: la Juventud Sandinista 19 de Julio. Posteriormente llegó de Managua un refuerzo muy valioso para el trabajo, como lo fue Janin Horvilleur, que por cierto es de una distinguida familia granadina, de origen francés que se radicó en Managua. Janin era la compañera de Javier Alvarez, miembro del Comité Departamental del FSLN. La recuerdo con mucho cariño y, por lo que sé, en la actualidad es propietaria de una farmacia en Managua.
Otro elemento valioso que nos ayudó mucho a desarrollar el trabajo organizativo, fue la asistencia oportuna y experimentada de Carmen Moreno, una joven morena, de estatura mediana, espigada, pelo corto crespo, muy jovial y cariñosa, una linda persona. Dolorosamente, me enteré, que años después de la cruzada, Carmen falleció por ataque de una enfermedad mortal.
Carmen era miembro de la Junta Directiva Nacional que presidía Carlos Carrión Cruz, hermano del comandante Luís Carrión Cruz. Carlos era, entonces, un joven de muchas luces, con mucha iniciativa.
También nos apoyó mucho, en nuestro trabajo organizativo la jefa de organización, a nivel nacional, Maribette Fonseca, compañera de Carlos Carrión. Esta, era un morena, de rasgos finos y muy inteligente. La mayoría de los directivos nacionales eran jóvenes que tenían la experiencia de trabajo con la juventudes cristianas revolucionarias, que se relacionaron mucho con el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), una organización juvenil revolucionaria con mucha influencia en los jóvenes de ideas, valga la redundancia, revolucionarias, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), donde yo inicié mis estudios universitarios y enrolé en los movimientos estudiantiles que prepararon al pueblo para el derrocamiento de la dictadura. Recuerdo que teníamos, a menudo, reunión, en una caseta de madera salpicada de pintas revolucionarias, con Víctor Hugo Tinoco, quien llegó a ser Vice Canciller de la República y hoy es uno de los líderes del Movimiento Renovador Sandinista (MRS).
Organización de la JS19J
Luego se profundizó el trabajo, se organizó un equipo que atendía los diferentes centros de estudio y barrios, de modo que se diera el deseado paso cualitativo y cuantitativo. Logramos que centenares de muchachos pasaran a engrosar la JS19J.
Entre los meses de agosto de 1979 y marzo de 1980, una juventud bien organizada, hacía temblar las calles de Granada. Esto nos permitió mostrar el coraje, la disciplina y la entrega de la juventud ante una tarea tan maravillosa como la Alfabetización.
El día del viaje, en marzo de 1980, salimos de Granada en barco, con brigadistas de Granada, Carazo, Masaya, Rivas y Managua. Una parte de los brigadistas, los de Managua, la escuadra “Ricardo Morales Avilés”, ya estaban en la zona, desde un mes antes.
El viaje, fue alegre, pero cansado. Muchos jóvenes iban en sus hamacas, contando chistes, conversando, disfrutando el placer de viajar en barco, sobre las aguas no tan mansas del Gran Lago de Nicaragua.
El histórico Río San Juan
Íbamos con destino al río que durante el Siglo XIX cruzaron los piratas ingleses que por 4 ó 5 veces atacaron, saquearon e incendiaron Granada. Nuestra meta era alfabetizar a 12 mil 538 iletrados, de una población de 13 mil 16 habitantes mayores de 10 años, según censo de octubre de 1979.
La tasa de analfabetismo en Río San Juan era del 96.32%. La extensión territorial es de 7 mil 473 kilómetros cuadrados. Para el censo del 2005 la población creció a 95 mil 500 habitantes.
Río San Juan apenas contaba, en 1980, con trochas que la comunicaban con Chontales y con los 6 municipios que integran el Departamento. Un pequeño hospital, ubicado en San Carlos, cabecera departamental, que respondía a las necesidades de salud de la población.
La cabecera departamental era como un “pueblón” tipo Macondo, sin una sola calle pavimentada y con una única vía de transporte segura que era la de los barcos que cruzaban el Gran Lago de Nicaragua, con sus 8 mil 300 kilómetros cuadrados de extensión y considerado uno de los 20 lagos de agua dulce más grandes del mundo. Para trasladarse de San Carlos a Granada y viceversa, se navegaba toda la noche. Salías por la tarde y llegabas a tu destino al amanecer del día siguiente.
Viajar por tierra era toda una odisea. Las trochas eran pantanosas y solo se podía salir en camiones militares preparados para circular en zonas difíciles, donde pegarse era una verdadera tragedia, todo un drama. En la actualidad, según conocemos, una hermosa carretera pavimentada, con sus respectivos puentes, comunica San Carlos con Acoyapa y resto del país.
Departamento de Río San Juan
Río San Juan, se constituyó en Departamento en 1957, segregado de los Departamentos de Chontales y Zelaya, con una superficie de 7.473 km² y una población de 95.500 habitantes (censo de 2005). Su cabecera departamental es San Carlos. El departamento también incluye el archipiélago de Solentiname y el río San Juan, del que toma su nombre.
Los municipios que integran Río San Juan, son los siguientes: El Almendro, El Castillo, Morrito, San Miguelito, San Carlos, San Juan del Norte y San Miguelito.
Historia
El 13 de junio de 1949 se declara la creación del departamento de Río San Juan. Una región bastante montañosa, poblada, en 1980, en gran parte, por colonos originarios de Occidente, de donde fueron movilizados por el Instituto Agrario Nicaragüense (IAN), durante el Gobierno del dictador Somoza.
Este departamento ocupa la esquina sureste de Nicaragua, limitando al norte con el departamento de Chontales, al sur con la república de Costa Rica, al este con la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS) y el Mar Caribe, y al oeste con el Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca y el departamento de Rivas. El río, como tal, es el cordón umbilical que conecta al Gran Lago de Nicaragua con el mar Atlántico.
Llegada a San Carlos y la movilización EPA al interior de las montañas
La ciudad puerto de San Carlos, se ubica en el punto de nacimiento del río San Juan, en la costa del lago. Muy cerca de San Carlos está el archipiélago de Solentiname, formado por 36 islas, de diferentes tamaños y habitadas por pequeñas comunidades, donde se ha desarrollado mucho la corriente primitivista de la plástica nicaragüense. También se ubica, muy cerca, el Refugio de Vida Silvestre Los Guatusos.
Nuestra llegada a San Carlos fue realmente aclamada por muchos campesinos, que llegaron desde sus comunidades a recibir a sus hijos, los alfabetizadores. La primera noche, la tropa se quedó en San Carlos, siendo una noche traumática.
Recuerdo que nos dieron, para el descanso de los muchachos y muchachas, un edificio de madera ubicado en la costa, pegado al puerto y dentro del lago, muy viejo por cierto. Los jefes de columna se movilizaron al lugar asignando el sitio de la dormida a las escuadras. El piso de tabla era ideal para el descansar y pasar la noche tranquila solo interrumpida por el murmullo de las voces juveniles en la oscuridad y el golpe suave de las olas lacustres.
Al siguiente día se desataría toda una movilización a las montañas, luego de un acto solemne en la plaza del pueblo, próxima al cuartel del Ejercito Popular Sandinista, que en todo momento nos brindó protección.
El jefe del destacamento militar era un oficial, combatiente insurreccional, originario del norte, un hombre joven de complexión fuerte y rostro enjuto, piel blanca y muy estricto en sus cosas.
Un accidente inesperado con lesionados graves
Luego de ordenar las cosas, dejar instrucciones a los mandos principales de la jefatura departamental del EPA, me dirigí hacia el puesto de mando de la tropa, en la casa Departamental del FSLN, que era una casa bastante bonita, confiscada a un ex alcalde de filiación somocista de apellido Gross. Pariente de unos buenos amigos sancarleños que residían en Granada (Fernando y Luís Gross Galeano). Los Gross eran propietarios de una especie de astillero que abastecía de barcos y lanchas en la zona.
En la casa sandinista conocí a quien sería mi amigo, hasta ahora, Augusto Quintana Villanueva, a quien le confiaba mis inquietudes e ideas. Quintana, de origen chinandegano, se desempeñaba como Secretario Político del FSLN en el Departamento. La casa del FSLN la compartimos. Pero, debemos decir, que la casa era una de las mejores de San Carlos, pero eso no nos significó ninguna comodidad, porque debíamos dormir en el suelo.
Mi equipo de trabajo iba conmigo y lo integraban, entre otros: Danilo Valencia, segundo al mando en el EPA, José Veliz, Belinda Hogson, Iván Taleno y otros.
La mala nueva
Una vez que nos establecimos en nuestro puesto de mando, nos llegó un mensaje que nos llenó de preocupación e hizo movernos de inmediato al lugar donde se concentraba buena parte de la tropa.
Si mal no recuerdo, se dio un accidente con golpeados y lesionados graves, por causa de una orden de firme. Fernando Paladino, uno de los jefes, si la memoria no me traiciona, dio la orden de ¡firme! a mas de 100 brigadistas que estaban en una casa de madera, con piso de tabla.
La casa parecía débil y realmente era débil. El piso, los palos que sostenían el local, que estaban sembrados en el agua, dentro del lago, no resistieron un movimiento marcial, fuerte, de los muchachos. El piso se vino abajo con todo y los muchachos, cayendo unos encima de otros, en el lago. Gracias a Dios, no hubo tragedia que lamentar, solo un brigadista lesionado grave, con problemas en la columna, originario de Masaya.
La situación no bajó, en lo más mínimo, la moral de la tropa. Los muchachos, se preocuparon por los lesionados, pero el grueso de los alfabetizadores se dispusieron a seguir con la sagrada tarea de alfabetizar, luego de participar en un acto central en la plaza.
Estado Mayor del EPA y distribución territorial
El estado mayor del EPA en Río San Juan, lo integraban los jefes de cada municipio y/o brigada. Los jefes del EPA eran: San Carlos: Imara (leonesa); San Miguel, Sixto Mario Garache (leonés); El Castillo, Uriel Barquero (Masatepino); San Juan del Norte, Guillermo Marenco (granadino); Las Azucenas, Fernando Paladino (granadino).
El Almendro, Francisco Garay (granadino). Antes de Garay estuvo un joven chinandegano que penosamente incurrió en delito, al participar en el asalto a un banco de El Almendro. Garay era el segundo al mando, por lo que debió asumir en el cargo. En el Municipio de Morrito asumió el mando Juan José Somarriba.
Todos se hicieron cargo de sus respectivas brigadas y se marcharon por vía acuática, unos y por vía terrestre otros. La comunicación por tierra, como explicábamos antes, era bien difícil. En la mayoría de los casos lo mejor era andar a pie o a lomo de caballo o mula.
Próxima edición: Firmeza y convicción revolucionaria mantuvieron en sus puestos a los brigadistas. La dureza de la montaña golpeo fuerte a los brigadistas pero no bajó su moral combativa. ¡Chibolón que malo eres!, el merodeador de Las Azucenas y la crisis de Guillermo Marenco.
1 comentario en «La batalla por Río San Juan en la CNA fue desde su inicio una gran gesta protagonizada por la juventud nicaragüense»
Hola, yo alfabetize en la comarca maderas, municipio de el almendro, fui segun se comentaba el de menor edad pues en esa brigada participaron estudiantes de el Juan jose rodriguez que tenian que ser de 4to y 5to ano si mal no recuerdo, pero yo logre ser parte de el contingente con 15 anos ya que estaba en 2do ano de secundaria, mi jefe de brigada era de la UNAN y la mayoria eran como dije de 4to y 50 ano y el resto eran normalistas y universitarios. me gustaria comunicarme con los que participaron para compartir anecdotas. yo soy de el ingenio san antonio chinandega,pero en ese tiempo residia en jinotepe , mi direccion era de el Instituto Juan J Rodriguez una cuadra hacia el hospital regional ( la otra direccion era esquina opuesta al hospital regional ) saludes mi correo es [email protected]