Granada, Nicaragua
Sábado 16 febrero 2013
Augusto Cermeño

Los monumentos aludidos urgen ser restaurados totalmente, ya que se observan daños físicos y falta de pintura, lo que a los ojos de los visitantes resulta un tanto negativo, ya que en general proyectamos una Granada tan hermosa y antigua, bien cuidada, y la imagen que damos es todo lo contrario.
Las autoridades municipales, las se ocupan del Centro Histórico, que han estado realizando labores de ordenamiento del Parque Central Colón, deben de pasar vista por los monumentos que hemos señalado.
En el costado sur del Kiosco hay daños, hay charcas, fugas de agua, los sanitarios deben ser remozados, el cielo raso y lámparas que se deben instalar, porque han desaparecido.
Los sanitarios fueron construidos donde antes estaba la pila acústica, construida bajo el piso de madera del kiosco, la que fue demolida para disque “ofertar” sanitarios a los visitantes del parque Colón.
Esta fue una “obra genial” realizada por orden del Ministro de Turismo, en tiempos de la Administración del doctor Arnoldo Alemán, Pedro Joaquín Chamorro Barrios, actual diputado de la Asamblea Nacional.
El Kiosco de la Música o Templete de la Música fue construido durante la administración de don Manuel Urbina Bermúdez, en 1931.
Fuente del Amor

La fuente del Amor, según palabras del maestro Vargas Mena, fue restaurada a finales de 1999, con financiamiento de BANCENTRO, que aporto diez mil dólares para darle los toques necesarios para revivirla y exponerla como en sus primeros días.
La fuente, después de 14 años de restaurada por Vargas Mena, esta urgiendo nueva restauración. El monumento construido en honor al Amor, no es de bronce como se cree, es de diferentes metales.
Según Pedro Vargas Mena, los niños que están en lo alto son de manganeso, la pila y el fuste (base central), es de hierro. Vargas tuvo problemas para sostener a los niños “porque no podemos soldar este tipo de material. Solo para mantener a los niños utilizamos 500 remaches”, manifestó hace 14 años el artista granadino.
Por mucho tiempo, el monumento fue remozado de forma muy artesanal y sin sentido de arte. Según Vargas Mena, lo único que hacían era “volarle pintura, perdiéndose muchos detalles, la riqueza de adornos que tenía esta fuente”.
La fuente ya restaurada por el maestro Vargas en 1999, incluyó bomba de agua, accionada por energía eléctrica de 110 voltios y 12 voltios para la bomba sumergible”. Le instalaron un tubo de desalojo de agua, “para que mantenga su nivel”, manifestó el artista.
Los técnicos que en 1999 trabajaron con Vargas Mena, instalaron un sistema eléctrico con reloj, que permitía el encendido automático de las luces en la noche y el apagado al amanecer.
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