Granada, Nicaragua
Augusto Cermeño
En julio del año 2011, Jaime Almanzor Caldera hacía la verificación del padrón electoral, siendo interrumpido por la acción violenta de un sujeto que lo masacró a golpes a él y a su hijo.
El trabajo lo realizaba en el sector del comedor “Los Gorrioncitos”, en el Reparto El Rosario. Algunos dirigentes sandinistas del sector le recomendaron que se tragara, él y su hijo, la paliza que les dieron “porque no convenía, por las elecciones”.
Al hijo de Jaime lo molieron a golpes unos diez antisociales que presuntamente eran encabezados por un sujeto identificado como Gerald Martín Gutiérrez y otro que solo se identifica por el apodo “Cala”.
Según Jaime, él luchó porque se le hiciera justicia a él y a su hijo, pero, considera que la policía, que estaba a cargo del comisionado mayor Horacio Sovalbarro, “encubrió a los malhechores porque en el caso estaba involucrado el hermano de una oficial de policía, identificada como Ericka Urbina”.
Caldera lamenta que la policía, particularmente la oficial María Reyes “se prestó para que ese proceso judicial no se diera en los juzgados. Incluso, el día en que se iba a dar el juicio oral y público, para procesar a este individuo, ella-María Reyes- no se presentó”.
Muy a pesar de la actitud de María Reyes, Jaime dijo agradecer la actuación de la oficial María del Socorro Medina Ortega que en el terreno de los hechos demostró firmeza y apego al espíritu de la Ley Orgánica de la Policía Nacional, al mandato de ser garantes de la seguridad pública.
María del Socorro, se encargó de meter preso al agresor principal, al que tuvo que reducir, someter, por su actitud violenta. “Yo la felicito a ella porque actuó como se debía contra el delincuente éste”.
Valora que la situación “se ha visto deprimida porque no miro que se haga justicia. En el caso de María Reyes ya le aplicaron una medida disciplinaria que no me satisface porque por culpa de ella el juicio se me cayó”.
El colmo de las cosas es que la oficial Reyes “le pidió al Juez Norwin Herrera que clausurara el caso. Después ella me dijo “francamente” que por eso-la golpiza- no había cárcel”.
Jaime espera que al sujeto Juan José Matus Videa, de 22 años de edad, a quien cataloga de vago, que será citado para audiencia inicial, “fue uno de los que agredió a mi hijo, junto con Gerald Martín Gutiérrez, quien anda campante en las calles como que o ha hecho nada”.