Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Guido manifestó que la idea es legalizar el patrimonio cultural, que se le de un buen manejo, de tal forma que se deje de ver nuestra herencia cultural y artística ancestral “como si fueran simples piezas de artesanía de San Juan de Oriente, que se usan para adornar salas y corredores”.
Guido insistió en que los coleccionistas no se dan cuenta del valor de “las piezas arqueológicas prehispánicas que al no registrar están faltando a la Ley de Patrimonio Cultural”.
Advertencia a hoteles: “O registran piezas o se les ocupa legalmente”

Explicó que “la ocupación legal es un figura que nos da la Ley de Patrimonio, por lo cual nosotros ante una falta de cumplimiento de la Ley y en las disposiciones legales, podemos tomar la colección por un tiempo indefinido, mientras el dueño del bien cumple con las normas que se le exigen”.
Sobre las familias que tienen sus colecciones en su casa, el licenciado Guido, dijo que deben legalizar esas colecciones y que ellos se enteraran de quienes son “porque sobran los vecinos que no te quieren hermano”. Por lo que se deja claro el uso del viejo sistema somocista de los “orejas” y/o “soplones”.
Alusión directa al Hotel Granada

“Hago un llamado público, que después no diga que no se lo hemos dicho. Le hemos hecho dos llamados escritos y ahora lo hago en público: Hotel Granada, Gerente del Hotel Granada, regístrese o le ocupamos la colección”, dijo en tono sentencioso el licenciado Guido.
Hay un coleccionista privado al que le están haciendo el mismo llamado de manera reiterada, pero no asiste a legalizar por lo que le van a caer en esta semana, según Guido, quien no dio la identidad del coleccionista.
En materia de investigación de la tenencia privada de piezas arqueológicas, el licenciado Guido dijo que “estamos trabajando con la Policía Económica y con la Procuraduría de Justicia”.

Reiteró la advertencia de que “si no lo hacen, estamos en el derecho de presumir que hay tenencia ilícita para el tráfico internacional de bienes culturales”. En este sentido existe el anteceden del millonario danés Peder Kollin, propietario de “Mi Museo”, quien estuvo, incluso, detenido por esa presunción.