Granada, Nicaragua
Sábado 29 Junio 2013
Augusto Cermeño
El poeta Guillermo Menocal nos entregó su ultima obra literaria, un libro titulado: “En la Gran Sultana y otros escritos”, en el que recrea la ciudad y sus personajes, los granadinos de hoy y algunos de un paso reciente. Hay mucha amenidad en esta obra. En la presentación, Menocal fue asistido por los poetas Víctor Chavarría y Fernando López Gutiérrez.
Menocal, granadino de pura cepa, nacido en 1946, ha sembrado y cosechado muchos frutos literarios en el gran país del norte, muy poco en Nicaragua, pero ya esta sembrando con mucho éxito en su Nicaragua, en su natal Granada.
Menocal presentó un libro en el año 2012 (Selección poética) y el jueves 28 de junio (2013) presentó otra de sus obras: En la Gran Sultana y otros escritos. La obra poética de Menocal ha sido elogiada por eminentes poetas nicaragüenses, como Pablo Antonio Cuadra Cardenal, quien considera que los poemas de Menocal no solo son bellos sino que: “Tienen escuela, equipaje cultural y drama”.
Horacio Peña y Guillermo Rothschuh Tablada, dejan caer sus críticas sobre la obra poética de Menocal, caracterizándolo como un poeta que “no rehúye al misterio”, según Peña y “… un mago que convierte y revierte la realidad: el amor en frutas y las frutas en palabras”, dice Rothschuh.
En la Gran Sultana y Otros Escritos
En esta obra que fue presentada en la Casa de Los Leones, y en Managua, en el Instituto nicaragüense de Cultura. El poeta hace una segmentación del mismo, en tres partes.
Nos dice que “primero es en la Gran Sultana y la segunda parte es otros escritos. Deja para el final Apéndice, constituido por tres poemas: uno sobre el ya fallecido amigo Guillermo Guillén, director creador de Los Duros, otro que se titula Hoja de vida y el último titulado: Qué fue de esos sabios y magos hombres”.
Al explicar el contenido de su libro, el contexto del mismo, nos dice que “la primera parte corresponde a un ambiente a un entorno meramente granadino, en el que narro lo que acontece en el parque Central, en el Mercad…”.
Indica que los cuentos “se caracterizan, no por hacer descripciones, sino más bien por caracterizar a la persona, al ser humano, a naturaleza del ser. Son poemas que parten de una realidad”.
No dice que “casi todos los personajes de estos relatos, existen, pero algunos de ellos, por razones obvias, he cambiado los nombres. Otros relatos aparecen con su nombre propio, pero son historias verdaderas, reales”, asegura el poeta Menocal.
Cree que algunos de ellos pueden ser parte del mito y la fantasía literaria, reconoce el poeta Menocal. En la primera parte se centra en el entorno granadino, con personajes conocidos de Granada y la Gran Sultana como escenario.
Considera que los personajes son bastante conocidos por casi todos en Granada. “Han visto, tal vez, algún lustrador del parque, algún vendedor ambulante, a un personaje que yo conocí en los años 60 y tanto, cuando estuve aquí, antes de marcharme para Managua, en el 68, que han cambiado de manera de ser, sus vidas, que ya no son como antes…”.
Dice que se ha interesado “en ellos como persona y he tratado de auscultarme el alma de ellos mismos”.
Presentó libro en Casa de Los Leones
Menocal recreó a una nutrida asistencia de intelectuales granadinos, amigos y amigas, de sus preciosos pasajes, cuentos y novelas breves, que habla de Granada y, sobre todo, de los granadinos más connotados, de arriba, de en medio y de abajo.
El libro deja caer un acento especial en Granada, en la parte primera: En la Gran Sultana, en la que habla del Mercado, de su estancia en Granada, con amigos y devela sus hermosos cuentos y novelas breves.
Alberto y Luisa: un largo noviazgo que terminó en la separación. María Esther: La más joven y atractiva trabajadora sexual del lupanar de “La Cabeza de Chancho”, quien llego a intimar y convivir con “un adolescente bien parecido, que cursaba el último año de la escuela secundaria”, relación efímera que duró el tiempo necesario para gastar “los ahorros de Esther…”.
En fin, el poeta Menocal desenfundo sus narraciones, logrando gran atención de los presentes, algunos que se identificaron como protagonistas, como “Colacho” Dedemadys, “El hijo de Cristo”, quien saltó desde la parte de atrás del salón principal de la Casa de Los Leones, para identificarse y dar a conocer al poeta Menocal algunas anécdotas que no dejaron de imprimirle mayor realismo al contenido del libro del escritor granadino.
La presentación de “En la Gran Sultana y otros escritos”, fue bastante amena y breve, con interrupciones del público que aplaudió de manera espontánea al escritor, al terminar la lectura de cada uno de los escritos seleccionados.
Ni se ofreció ni hubo refrigerio, pero que más refrigerio se podía dar después de la amena lectura de lo que podemos identificar como “la memoria viviente de nuestra Gran Sultana”.