AFP
En Guatemala, El Salvador y Honduras muchos emigran a Estados Unidos porque tienen hambre, concluyó un estudio presentado el miércoles en Washington, que subraya el impacto negativo del cambio climático en las comunidades afectadas.
«En los tres países se encontró un vínculo claro entre la inseguridad alimentaria y la migración», señaló el informe, que analizó la grave emergencia ambiental en el Corredor Seco centroamericano que atraviesa las tres naciones, azotado por el último episodio del fenómeno El Niño (2014-2016).
Según los investigadores, existe una correlación «significativa» entre los déficits de lluvia desde 2014 por El Niño y el aumento de la migración irregular de esos tres países hacia Estados Unidos.
Aunque el flujo de migrantes de México a Estados Unidos ha disminuido en años recientes, la salida de migrantes de los tres países estudiados se ha incrementado «considerablemente desde 2010», de acuerdo con el informe.
«En el año fiscal 2016, la Policía de Migración y Aduanas de Estados Unidos (CBP) detuvo a más de 400.000 personas indocumentadas en la frontera sur, de las cuales casi 60.000 eran menores de 16 años, la mayoría provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras», señaló el texto, destacando la vulnerabilidad de la población migrante, la mayoría hombres.
En 2016, casi la mitad (47%) de los hogares del Corredor Seco centroamericano donde alguno de sus miembros había emigrado padecía de inseguridad alimentaria, reportaron los investigadores, al subrayar cómo las condiciones climáticas adversas disminuyen la producción agrícola de subsistencia y comercial.
«Este valor no tiene precedentes en la región y es comparable con los niveles observados en crisis humanitarias en otras partes del mundo», señalaron.
Según el reporte, la emigración es un «recurso desesperado» de las familias en situación de inseguridad alimentaria.
«Las pobres condiciones de vida que afrontan las comunidades que viven en el Corredor Seco generan migrantes hacia el norte a una escala cada vez mayor», concluyeron, según un comunicado.
El informe destaca no sólo el consumo «inaceptablemente bajo» de alimentos entre los entrevistados, sino también la «pobre diversidad» de la dieta.
El informe «Seguridad Alimentaria y Emigración: Por qué la gente huye y el impacto que esto tiene en las familias que permanecen en El Salvador, Guatemala, y Honduras» fue financiado y producido por diferentes organizaciones internacionales, entre ellas el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Organización de Estados Americanos (OEA).