10 abril 2024

Granadinos de mediana y mayor edad recuerdan los tiempones de “El Yoyo”, donde abundaban bonitas muchachas de la vida alegre y sus varones predilectos, llamados “Chivos”

La calle de El Yoyo


Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
 
La calle de El YoyoLos viejos tiempos de la antigua “zona roja” de Granada, llamada “El Yoyo”, es recordada por granadinos como don Jorge Sánchez Marenco, vecino del lugar, quien guarda en la memoria cuando en ese sitio pululaban bonitas muchachas de la noche, que atraían con sus encantos a varones de todas las edades, sobre todo a la juventud.
 
El lugar, que se ubica en la calle del mismo nombre, una calle angostita, que en los años 60 y 70 estaba repleta de cantinas y roconolas, siendo uno de los propietarios el legendario “Papa Q”, una especie de zar de los centros nocturnos de Granada.
 
Ese lugar era frecuentado por muchas personas, entre ellas gente que ahora son personajes de la política y profesionistas, con un sistema de vida de hombres de bien que no permite mencionar ni una sola letra de sus nombres.
 
Don Jorge Sanchez, hablo del Yoyo y sus leyendasPara don Jorge Sánchez, muchos varones granadinos dejaron su virginidad en “El Yoyo”, donde considera era un lugar sano, nada parecido a locales de la actualidad, donde abundan los baleados, puyados y puñaleados.
 
Diferencias se arreglaba a puño limpio
 
Según Don Jorge Sánchez, quien nos dice que su progenitora era la dueña de la mitad de las casas de la calle de “El Yoyo”, en el lugar las diferencias entre los caballeros se arreglaban a puño limpio, nada de armas blancas o pistolas.
 
“Yo nací exactamente en esa calle, en la propia esquina, mi mama es dueña de media cuadra. Me crié todo el tiempo y, en realidad, esa fue una de las calles más activas de ese tiempo, donde toda la juventud llega a bailar con las muchachas y a divertirse”.
 
“Esas eran las diversiones que habían en Granada y no había tanta delincuencia ni pandilleros ni apuñaleados. La gente, cuando había algo que confrontar con otros lo arreglaban a los puños”, recuerda Sánchez.
 
Los famosos “Chivos”
 
Aunque don Jorge Sánchez prefiere no mencionar nombres de nadie, habló de las muchachas alegres y de varones elegantes que se convertían en los preferidos de las damas de la noche, a los que les llamaban despectivamente “Chivos”, por eso de la cornazón.
 
Las mujeres más bonitas y las no tan bonitas, elegían entre los visitantes de “El Yoyo” al hombre al que le prodigaban sus noches más candentes, su amor, entendiendo su estilo de darse al hombre que ellas preferían solo para ellas.
 
Una vista de oeste a este de El YoyoA ese varón, le daban todo, lo suficiente para vestirse elegantemente, sin faltar los zapatos blancos o zapatos combinados negro con blanco o café con blanco. Un amigo de don Jorge, que prefirió el anonimato, nos relato que los “Chivos” de El Yoyo, siempre andaban plata en la bolsa y no hacían mas que complacer a su “amiga” nocturna.
 
Ella le daba para todo. Incluso, le daba para que fuera al cine, comiera en algún restaurante, paseara por la ciudad y ya entrada la noche debía pasar por “El Yoyo” desquitando la plata que le daba su dama.
 
Entre esos varones, según Sánchez, había de todo, gente joven que estudiaban en el Instituto, el Colegio Centroamérica, “personas que ahora son eminentes profesionales y grandes hombres de la política, empresa privada y señores que en ese tiempo estaban jóvenes y era el único medio de diversión”.
 
Sobre las mujeres famosas de esos tiempos, en la Calle de “El Yoyo”, donde Jorge recuerda algunas, más que todo por sus famosos apodos, tales como: “La Caballona”, “La Guayacana”, “La Cara Parchada”, “La Chompipona” “La Rosa el Parche”, “La Calcetín” y muchas más, entregadas al negocio más antiguo en la historia y prehistoria de la humanidad.
 
Según Sánchez “la mayoría de los granadinos mayores de 50 años pasaron por ahí”. Valora que en esos tiempos “no habían el libertinaje que hay ahora, en cuanto a las muchachas, la juventud, todo lo que ves por el Parque Central, por el Karawala, por El Club”.
 
Recuerda que “El Yoyo” era un solo centro de diversión, una calle, “lo único que quedaba para la mayor parte de los hombres jóvenes. Muchos tenían que recurrir a eso, los que ahora son eminentes hombres…”.
 
Muchos jóvenes de ayer y antes de ayer ven con mucha gracia las remembranzas de la antigua “zona roja” de Granada: El Yoyo
 
Algunos jóvenes granadinos del ayer y de antes de ayer, le encontraron gracia a las remembranzas sobre la antigua “zona roja” de Granada, donde se dice que hubieron muchachas muy bonitas pero no dejan de recordar viejas gordas y feas que ofrecían sus cuerpos hasta en 5 pesos.
 
Un ciudadano que prefirió mantenerse en el anonimato, nos dijo que él recuerda que cuando pasaba por el lugar salían a la puerta las mujeres a llamar a los varones, ofreciendo sus cuerpos y hasta se lanzaban a la calle a jalarlos al cuarto.
 
En el lugar, habían varones muy respetados por ser buenos a los golpes y fueron capaces de desarmar y malmatar a los temibles guardias nacionales, como es el caso del legendario “Chicharrón” que en paz descanse. Los guardias le temblaban a “Chicharrón”, quien era un excelente boxeador, peso Walter, que solo fue vencido por su afición al alcohol.

 

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