Anna Sánchez, 5 de julio de 2016
Mark Hill y su familia se llevaron el bote más grande de la historia de Estados Unidos cuando ganaron la mitad de la Powerball. Los afortunados se enriquecieron de un modo desorbitado gracias a los 264 millones que el azar les entregó.
Mark y su esposa viven en Camden Point, Missouri, y no están dispuestos a que ser millonarios les convierta en personas diferentes ni les haga enloquecer con lujos y ostentación. La altruista pareja prefiere echar un cable a aquellos que les rodean y donar el dinero a causas en las que creen.
Resulta que los bomberos de su zona habían salvado la vida del padre de Mark en un par de ocasiones debido a situaciones de riesgo en las que se encontró el señor y, precisamente por eso, Hill ha decidido destinar la mayoría del dinero a construir un parque de bomberos en su ciudad.
Este maravilloso homenaje es solidario puesto que el equipo de bomberos podrá atender mucho mejor a cientos de familias. La gran apertura del edificio será el 16 de este mismo mes y cuenta con zonas de descanso ideales para que los profesionales apaga fuegos puedan reposar como merecen.
Además, también habrá una flota de ambulancias y transportes de sobras para abastecer sin sufrir a la población cercana y también una clase para formar a jóvenes como futuros profesionales. Este nuevo edificio está mejor conectado con las autopistas y eso les asegura a los 500 habitantes de Camden Point un mejor servicio puesto que se trata de una zona rural entre colinas y mal comunicada.
Además de este bonito gesto, la pareja ha agrandado la familia con dos niños adoptados y también han construido un campo de futbol en su localidad. ¿Se os ocurre mejor manera de gastar la fortuna de la lotería? ¡Un gran hurra para los Hill!