Los incidentes llevaron a las autoridades a suspender la visita de los reyes a una segunda localidad. Fue un hecho sin precedentes en España para una Casa Real que se preocupa por crear una imagen de un monarca querido por la nación. Pero la rabia pública por la insuficiente gestión de la crisis arreció este domingo.
Por: Univision y Agencias
Publicado 3 Nov 2024 – 12:01 PM EST | Actualizado 4 Nov 2024 – 02:19 AM EST
Una población desesperada e iracunda insultó, lanzó barro y ahuyentó este domingo al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y a Felipe VI y la reina Letizia, los reyes de España, durante su visita a Paiporta, un municipio de Valencia duramente golpeado por las inundaciones que dejaron al menos 217 muertos en el país.
“¡Fuera! ¡Fuera!” y “¡Asesinos!” gritaba la multitud entre otros insultos. Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a la pareja real y los funcionarios del gobierno de la lluvia de barro.
El primer ministro, Sánchez, fue evacuado del lugar, según la cadena española RTVE, cuando el contingente oficial comenzó a caminar por las calles cubiertas de barro de Paiporta, donde más de 60 personas perdieron la vida.
La policía tuvo que intervenir, con algunos oficiales a caballo, para mantener a raya a la multitud de varias docenas que arrojaban barro y empuñaban palas y postes de manera amenazante.
“Lo sabían, lo sabían, y aun así no hicieron nada”, gritó un joven al rey mientras le movía un dedo frente a su cara.
Una joven golpeó a un guardaespaldas con un largo palo.
«¡Que os vayáis», «a ti no te falta agua», gritaba una mujer a poca distancia de la cara de la reina, mientras la multitud coreaba «asesinos» e «hijos de p…» a las autoridades, entre las que también se encontraba el presidente regional valenciano, Carlos Mazón, cuya administración está a cargo de la protección civil.
Con Sánchez evacuado por su equipo de seguridad y Mazón también desaparecido a media visita, Felipe VI insistió durante bastante rato en dialogar con la gente, protegido por sus guardaespaldas, constantemente zarandeados, pero finalmente abandonó el lugar junto a la reina.
Tras aproximadamente media hora de tensión, los monarcas subieron a vehículos oficiales y se fueron con una escolta de policía montada. Una mujer golpeó un auto oficial con un paraguas y otra lo pateó antes de que se marchara rápidamente.
Los incidentes llevaron a las autoridades a suspender la visita de los reyes a una segunda localidad, Chiva, también muy golpeada por el desastre.
Fue un incidente sin precedentes en España para una Casa Real que se preocupa por crear una imagen de un monarca querido por la nación. Pero la rabia pública por lo que mucho catalogan como una gestión desastrosa de la crisis llegó a su punto máximo este domingo.