Así Pensamos
Autoría: Alejandro José Gallard Prio
Ilustración y Publicación: Juan Flavio Orozco V.
Ilustración y Publicación: Juan Flavio Orozco V.
Mañana lunes es 4 de julio, día patriótico y alegre en los Estados Unidos de América y quiero enfatizar esto del nombre, ya que hay hasta diplomáticos que cometen la descortesía, de cambiarle el nombre, ya no digamos del empecinamiento de los «trasnochados» socialistas de algunos de nuestros países, que siguen llamándole «Estados Unidos de Norteamérica», lo cual implica que de un tajo funden Canadá, Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos, como una sola nación.Una vez más, se honra El Archivo en citar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, que como es del conocimiento mundial, fue proclamada y firmada por 56 patriotas en el año 1776, cuando ningún otro territorio del Continente de América había proclamado su Independencia, llamándole Estados Unidos de América, lo cual hay que respetar y honrar, ya que se trata de la gesta heroica de pioneros valientes que nos legaron un modelo de Constitución Política, con sus Enmiendas, que el pueblo puede sugerir en un proceso democrático. Este inviolable documento protege a 320 millones de ciudadanos, entre los cuales están los que emigran a esta bella y diversa nación, unida por sus valores y derechos, que sin mezquindad cobija a todos los que en búsqueda de libertad, bienestar y protección llegan a su territorio.
Es importante que conozcamos algunos de los enunciados de la declaración de las 13 colonias Inglesas en el norte de nuestro continente, ya que ellos conllevan importantes mensajes y directrices para los pueblos que todavía en el siglo XXI, permanecen bajo la bota populista y corrupta de ciertos gobernantes autoritarios, que mantienen a varios países de nuestra América, bajo la ignorancia, el hambre y la corrupción sistematizada, para lo cual hemos preparado una traducción liberal al español:«Nosotros mantenemos estas verdades en evidencia, de que todos los hombres son creados en igualdad y que han sido dotados por el Creador con ciertos Derechos inalienables, que entre ellos está la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad.- Que para asegurar estos derechos, los Gobiernos se forman entre los Hombres, derivando su poder del consentimiento de los gobernados.- Que cuando forma alguna de Gobierno se convierte en destructiva en contra de estos fines, el Pueblo está en su derecho de alterarlo, abolirlo y formar un nuevo Gobierno, posicionando su fundación en dichos principios y organizando sus poderes en tal forma, que ellos puedan afectar la Seguridad y la Felicidad».
«Prudencia, sin embargo, nos dicta que Gobiernos establecidos no deben ser cambiados por causas ligeras y transitorias, consecuentemente la experiencia ha demostrado, que la humanidad está más dispuesta a sufrir, que a defenderse, mientras las maldades sean sufribles, aboliendo por sí mismo, a lo que están acostumbrados. Pero cuando un largo tren de abusos y usurpaciones… pone en evidencia el diseño a reducirlos bajo el Despotismo absoluto, el Pueblo está en su derecho, es su obligación, el deshacerse de tal Gobierno y proveer una nueva Guardia para asegurar su futuro… La historia del presente Rey de Gran Bretaña es una historia de repetidas injurias y usurpaciones, todos con el propósito directo de establecer una absoluta Tiranía sobre estos Estados».«En todas las etapas de estas Opresiones, hemos pedido justicia en las formas más humildes: Nuestras repetidas peticiones han sido contestadas con repetidas injurias. Un Príncipe cuyo carácter marca cada uno de sus actos y que lo define como Tirano, es impropio para gobernar un pueblo libre».
«Tampoco hemos faltado a la atención a nuestros hermanos británicos… Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigración y radicación aquí. Hemos apelado a su innato sentido de justicia y magnanimidad, y los hemos conjurado, por vínculos de parentesco, a repudiar esas usurpaciones, las cuales, interrumpirían inevitablemente nuestras relaciones y correspondencia. Ellos también han sido sordos a la voz de la justicia y de la consanguinidad. Debemos, pues, convenir en la necesidad que anuncia nuestra separación y considerarlos, como consideramos a las demás colectividades humanas: enemigos en la guerra, amigos, en la paz.»«Nosotros, por lo tanto, Representantes de los Estados Unidos de América, en Congreso General… apelando al Juez Supremo del mundo por la rectitud de nuestras intenciones, en el nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas Colonias, solemnemente hacemos público y declaramos: que estas Colonias Unidas son, y por derecho deben ser, estados libres e independientes y que, como Estados Libres o Independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concertar la paz, concertar alianzas, establecer el comercio y efectuar los actos y providencias a que los estados independientes pueden por derecho. – Y en apoyo de esta Declaración, con absoluta confianza en la protección de la Divina Providencia, empeñamos mutuamente nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor».
Fueron 56 los que firmaron o sea que se necesita de voluntad, decoro, patriotismo y dignidad de 56 patriotas para liberar a nuestros pueblos de tanto abuso como el que motivo la creación de los Estados Unidos de América.Hasta la próxima semana con El Archivo CDXXIX, desde Philadelphia, sede de la Convención del Partido Demócrata (julio 25 – 28), exactamente una semana después de la Convención Republicana en la ciudad de Cleveland, Ohio.
