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EFE
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert, afirmó hoy que las sanciones que Estados Unidos estudia imponer a Corea del Norte por su último lanzamiento de un misil podrían suponer la interceptación de todo transporte que venga o vaya al país asiático.
«Esta información apenas se está elaborando en estos momentos, pero esencialmente (las sanciones) consistirían en la posibilidad de interceptar cualquier medio de transporte que tenga como origen o destino Corea del Norte», anunció Nauert durante una rueda de prensa celebrada en Washington.
De acuerdo con la portavoz, esta medida, que en todo caso sería «adicional» a cualquier otra iniciativa que pueda adoptar en las próximas horas el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, supondría un «importante» elemento en la campaña de presión contra el régimen de Kim Jong-un.
Nauert resaltó la importancia de continuar por la «vía de la diplomacia» y elogió el éxito de las dos baterías de sanciones impuestas hasta la fecha por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Sin embargo, Nauert insistió una vez más en que Kim Jong-un no parece tener intenciones «serias» de sentarse en una mesa de negociación para buscar una salida a la actual escalada de tensión entre ambos países, por lo que defendió la importancia de dicha campaña de «máxima presión» con el fin de «reducir el impacto de Corea del Norte en otros países».
«Esta campaña es un esfuerzo a largo plazo», avisó Nauert, quien se mostró satisfecha con el hecho de que, además de las Naciones Unidos, cerca de veinte países se hayan sumado a la estrategia de Estados Unidos.
Cuestionada sobre si el presidente Donald Trump aboga por la retirada de todas las misiones diplomáticas presentes en Pyongyang o prefiere que permanezcan como posible canal de comunicación con el régimen norcoreano, Nauert se mostró tajante: «Pedimos a todos los países que retiren a sus embajadores».