Fuente: Univision
2 de Julio 2023
Florida emplea a unos 391,000 trabajadores indocumentados en seis rubros, entre ellos agricultura y construcción. Los inmigrantes ganaron unos $12,600 millones en salarios en 2019, invirtieron en el estado y pagaron impuestos estatales y federales.
Por: Jorge Cancino
Florida se convierte a partir de este 1 de julio en el estado con la ley migratoria más dura de estados Unidos. El 10 de mayo el gobernador Ron DeSantis promulgó la SB 1718 aprobada por amplia mayoría en ambas Cámaras de la Asamblea estatal de mayoría republicana que, entre otras medidas, sanciona con hasta 30 años de cárcel el traslado de indocumentados, prohíbe licencias de conducir emitidas por otros estados y exige a los hospitales preguntar y reportar el estado migratorio de sus pacientes.
En los días previos a su entrada en vigor, decenas de inmigrantes y trabajadores salieron a las calles en las localidades Jupiter y Lake Worth Beach, en centro del estado, para protestar contra la nueva legislación estatal que también ordena a las empresas con más de 25 empleados utilizar el sistema de verificación federal E-Verify.
Inmigrantes y empleadores han advertido que la nueva legislación causará daños importantes a la economía del estado y que está presionando para que un porcentaje importante de la fuerza laboral indocumentada, sobre todo agrícola, huya hacia otros estados en busca de un mínimo de seguridad para no ser detenida y puesta en proceso de deportación.
Mira aquí nuestro reporte especial sobre la ley SB 1718 de Florida.
“Hay mucho nerviosismo, angustias e incertidumbre”, dijo a Univision Noticias dice Jessica Ramírez, organizadora de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida (Farmworker Association of Florida). “La gente no sabe qué va a pasar a partir de ahora y tampoco sabe con certeza cómo se va a implementar esta nueva ley y a qué nivel”, agregó.
La asociación estima que en Florida hay unos 800,000 trabajadores del campo, la mayoría provenientes de México y Centroamérica. Univision Noticias preguntó a la asociación una estimació o registro sobre los trabajadores que en las últimas semanas se marcharon a otros estados y Ramírez consideró que «entre el 8% y el 10% de la comunidad trabajadora se ha marchado de Florida en busca de lugares más seguros”.
A su vez, activistas que defienden los derechos de los inmigrantes también señalan que la SB 1718 disuadirá a las víctimas de crímenes de ponerse en contacto con la policía para denunciar hechos delictuales o buscar atención médica ante el riesgo de que les pidan o pregunten sobre sus estados migratorios, los arresten y les inicien un proceso para ser expulsados de Estados Unidos.
Desolación por la entrada en vigor de la SB 1718
La mayoría de quienes huyen o están planeando irse no muestran sus rostros ni dan a conocer sus identidades por miedo a ser descubiertos y perseguidos por las autoridades de Florida. Muchos utilizan las redes sociales para expresar sus frustraciones, desolación y temores.
“Ni porque me paguen el doble regreso a Florida. Carolina (del Sur) es mejor”, dice un usuario cuyo usuario mantenemos en reserva. Otro escribe: “Yo no más, ya saqué a toda mi familia de Florida. Sin nuestra mano de obra no sirve US”. Un tercero señala: “Raza, no aflojen porque si lo convencen estos, se aprovecharán de nuevo. Sigamos en la lucha”.
La lista de usuarios despidiéndose ha crecido con el paso de los días. “Lamentablemente ya tomamos la decisión de irnos. Eso lo hubiesen pensado antes de firmar esa ley”, dice otro al enterarse de las declaraciones que hizo un grupo de legisladores republicanos quienes, durante un evento organizado por pastores religiosos, indicaron que la SB 1718 sólo se hizo para infundir miedo y que no vinieran más indocumentados a Florida, no para perseguir a los que ya tenían trabajo.
“Quitaron el pie del cuello del león, ahora sabrán lo que es el miedo”, dice Benjamín, en referencia a la falta de trabajadores en los campos. En otro mensaje se lee: “Dios es perfecto en este mundo. No llevamos nada. Yo estaba en Florida, pero gracias a Dios ya estoy en otro estado. Me dieron licencia y permiso de tr (trabajo”.
Ese mismo día otro escribió: «Yo sí me tengo que ir, porque voy a tener a mi niña en julio y tengo miedo de que me deporten si hoy al hospital”.
La falta de información adecuada por falta del estado para explicar que los pacientes de hospitales no están obligados a responder respecto a su estado migratorio ha hecho que quizá decenas o cientos de otros indocumentados se marchen por la misma causa: miedo a ser detenidos y deportados.
“Nos vamos tres familias, seis niños, 10 adultos y siete trabajadores de roof (techos)», escribió otro en la misma línea de mensajes que crece como si fuera una serpiente que huye de la madriguera porque la persigue el fuego de un incendio que arrasa todo a su paso.