Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Monseñor Jorge Solórzano Pérez, llamó a los católicos granadinos, en misa de los difuntos, en Capilla de Ánimas, a ejercer el derecho a elegir a nuestras autoridades.
El obispo habló a un pueblo que llega tradicionalmente al cementerio de la Gran Sultana, el más bello y costoso que pueda existir en toda Centroamérica, donde los granadinos llegan a rendir tributo, dejar flores y orar por sus deudos.
Granadinos de todos los sectores sociales, los pudientes, menos pudientes, “medio pelo” y familias de muy escasos recursos, llegan con flores a mostrar a sus deudos cuanto los amaron y los siguen amando. Hasta niños y niñas cargaron flores a sus deudos.
Los granadinos, generalmente realizan limpias, pintan y remozan las tumbas, mausoleos, bóvedas, el simple terrenito donde generalmente crecen flores, y si crece la hierba, es el momento de limpiar. La gente que desea ganarse unos centavitos, aprovecha la presencia de los dolientes para realizar trabajos de limpieza o de pintura.
Hay mucho movimiento en el Cementerio de Granada, construido desde principios del Siglo XIX, siendo luego construida la Capilla de Ánimas, única por su estilo arquitectónico, con esas hermosas columnas jónicas que se levantan en su portal. Está hecha de piedra, con métodos constructivos muy antiguos.
Según el artículo que publicamos hace 15 años, el cementerio de Granada se construyó en 1830, fecha que puntualizamos, en ese tiempo con el historiador granadino y doctor Héctor Mena Guerrero.
Haciendo memoria, don José Joaquín Quadra Cardenal, nos manifestó que antes no existía en Granada, cementerio, que los muertos se enterraban en los atrios de las iglesias, que hacían función de cementerio, hospital y de cuarteles militares, como se ve en los tiempos de la invasión filibustero y de los marines norteamericanos. Para el próximo Sábado, en Granada Ahora, les vamos a leer el artículo completo, escrito por su servidor, publicado en EL NUEVO DIARIO el 24 de diciembre de 1996, hace 15 años y en la Revista Turistas en la edición del diciembre 1999 y marzo del 2000.
“En las elecciones dejémonos iluminar por Cristo”
El Obispo de la Diócesis de Granada, que incluye Boaco y Rivas, sugiere rezar mucho y que los sacerdotes han venido rezando en toda la Diócesis, “desde el mes de septiembre, la semana de la patria y no hemos dejado de rezar”.
Dijo que en los días de elecciones “nos dejemos iluminar por Cristo, para que Cristo nos de ese discernimiento, esa capacidad de ver, quién es el mejor para gobernar nuestra Patria”.