Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Con el doctor Castillo Quant vieron detenidamente las ventajas de los Huertos Familiares, “que terminarían con el hambre, no solo en Granada, ya que se produciría alimentos no solo para la casa, sino para comerciar”.

“Es algo urgente para Nicaragua”, indica Barberena, quien considera que los granadinos, los nicaragüenses debemos de esforzarnos más, trabajar mas, cultivemos más la tierra, “para ser otra vez el granero de Centroamérica”.

“Ya no veo tractores en el campo ni en las calles, ¡que desastre Dios mío!. Hace unos días leí en los periódicos, que los presos serían útiles en el campo y en las fábricas. Idea maravillosa del comisionado Horacio Sobalvarro, a quien felicito por tan extraordinaria idea”, concluye don Róger Barberena Garay.