EFE
La embajada de Estados Unidos en Nicaragua anunció hoy que ha autorizado el retorno a este país a su personal y a sus familiares, aunque sostiene que las condiciones «no son normales».
En un comunicado de prensa, la embajada estadounidense indicó que «a pesar de que Nicaragua aún no ha regresado a la normalidad, debido a la campaña de violencia e intimidación del gobierno de Daniel Ortega, el Departamento de Estado -luego de establecer protocolos para abordar los crecientes problemas de seguridad-, ha levantado el estatus de salida obligada, efectiva el 12 de septiembre, que permite el retorno del personal estadounidense y sus familiares a Nicaragua».
La delegación diplomática, sin embargo, explicó que mantiene en vigor para sus ciudadanos un llamado a no viajar a Nicaragua.
«El Departamento de Estado continúa recomendando encarecidamente a los viajeros estadounidenses a que se abstengan de viajar a Nicaragua debido a la agitación social, la arbitraria aplicación de las leyes, la criminalidad y la limitada disponibilidad de los servicios de salud», precisa el comunicado.
Luego de que empezó la crisis en Nicaragua, la embajada estadounidense emitió varias alertas para pedir a sus ciudadanos no viajar a este país y también para informar que el personal y sus familiares abandonaban esta nación a causa de la inseguridad.
La delegación diplomática indicó en su comunicado de hoy que respalda un diálogo nacional «liderado por la Iglesia Católica».
«Los Estados Unidos se mantiene al lado del pueblo de Nicaragua, incluyendo los miembros del partido Frente Sandinista, que piden el regreso de la paz y la democracia mediante la realización de elecciones libres, justas y transparentes», concluye el mensaje de la embajada de Estados Unidos.
En Nicaragua se instaló un diálogo nacional el pasado 16 de mayo, pero ha quedado suspendido.
El presidente Daniel Ortega ha dicho que ese diálogo no funcionó y sostiene que ahora se impulsa uno «de pueblo a pueblo y de familia a familia», aunque no ha brindado detalles.
En foros internacionales, como la ONU y OEA, diversos países han llamado a instalar nuevamente un diálogo nacional con la mediación de la iglesia Católica.
La crisis en Nicaragua comenzó el pasado 18 de abril, tras unas reformas al INSS, que han sido derogadas.
Diversos sectores han pedido a Ortega adelantar las elecciones, pero el mandatario ha rechazado esa solicitud.
Durantes las protestas en Nicaragua han muerto entre 200 y más de 450 personas, de acuerdo con distintos informes.