Sucesos
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

El ruido en Granada sigue siendo un problema crónico, un abuso permanente, pese a la existencia de la Ley Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los Recursos Naturales, Ley número 559.
El código Penal establece en su artículo 534, el asunto de la perturbación por ruido con medios sonoros, eléctricos, acústicos, altoparlantes, radios, equipos de sonido, alarmas, pitos, maquinarias industriales, instrumentos musicales y otros, que sean utilizados en la vía pública.
El Código Penal establecen escalas de intensidad de sonidos, como el caso de dormitorios, en las viviendas, de 30 decibeles; 45 decibeles para sucesos de ruidos únicos. En cuando a las escuelas, colegios y centros preescolares, “el sonido de fondo no debe ser mayor de 35 decibeles”.
Precisamente, ayer, por la tarde, en el Callejón Centro América, con buena acústica, por cierto, el colegio Integral Italia puso a su banda a practicar en la calle, causando un ruido realmente ensordecedor, de modo que en las oficinas de ENACAL, no se podía hablar ni escuchar nada. Para escuchar a la cajera, esta tuvo que gritar y no se escuchaba bien por el ensordecedor ruido que producían los tambores de la banda y su bombo.
Un miembro del aparato de seguridad de ENACAL nos comentó que el ruido es brutal y que seguramente don Santos Ruiz, profesor de guitarra, la estaba pasando mal, pero en realidad estaba un tanto tranquilo. Nos dijo primero que estaba bien, que no le molestaba. Poco después nos expresó su temor por “que ahora todo es violencia”.
Conversamos con la directora del Integral Italia, Brasilia Garay, quien nos dijo que los muchachos estaban practicando para la celebración del Día de la Tierra, el viernes 24 de abril. Realmente se justifica, pero la banda debería de buscar sitios más abiertos, donde causen menos daños por ruido.