Granada, Nicaragua
Por: Marlene Urbina y Augusto Cermeño

Ahora todos somos adultos con hijos la mayoría y no falta alguno (a), que ya son abuelos, haciendo del abuelo Germán bisabuelo y hasta tatarabuelo.

La fiesta comenzó con canciones que don German entonó, una de ellas es una canción en italiano que su padre le enseño cuando era pequeño, los invitados y familiares se quedaron asombrados de la buena memoria del festejado. Después de esta canción siguió con “Muñequita Linda”.
En el baile los invitados degustaron sabrosos platillos y sudaron “la gota gorda” a la hora de mover el esqueleto.

Josefina tuvo dos hijos: Juan y Coty. Clotilde era la madre de Daniel García Solari, quien se unió en matrimonio con la hija de uno de los generales del Ejército de Augusto C. Sandino, como lo fue el General Francisco Estrada.
Daniel se casó con Etelbina Estrada con quien procreó 5 hijos: José Daniel, Frank, Carlos Alberto, Etelvina y María Auxiliadora.

El matrimonio Solari Silva se estableció en la calle La Calzada, frente a la Iglesia de Guadalupe. Don Benicio y doña Betsabé inculcaron a todos sus hijos la devoción por la virgen de Guadalupe.
Luis Solari fue distribuidor para Nicaragua de una relojería llamada “Relojes Ligia”. A Luis le tuvieron 3 hijos: Jenny, Grace Marina y Douglas (qepd). La esposa de Luis fue Nidya Vado Saballos (qepd). Actualmente Jenny y Grace Marina residen en Managua.

Miguel contrajo matrimonio con doña Rosa Emilia Rodríguez (qepd), quien era originaria de León. De este matrimonio nacieron tres hijos: Auxiliadora, quien ahora vive en Managua; Miguel quien reside en Miami, EEUU y Judith (qepd).
Carlos era un excelente carpintero y engendró entre otros hijos a Carlos jr. y María de la Cruz. Juan Ubence actualmente reside en Nueva York, EEUU. Se casó con Bertha Guadalupe Silva (qepd) y de esa unión nació Angelita.

Benicio fue coronel de la Guardia Nacional y estuvo casado con Bertha Cerrato. Crearon una familia de 4 hijos: Marcos Benicio, Oscar e Iván. Todos ellos viven en Miami, EEUU.
María Lidya fue una intachable mujer y la hija mimada de don Benicio. Perteneció a la Legión de María por muchísimos años y gozaba del cariño de la comunidad mariana. María Lidya y María Betsabé “Chabela” vivieron juntas toda la vida hasta que el Señor las llamó.

María Lidya fue una tía abuela muy dulce y tenía especial cariño hacia las nietas y bisnietos que Martha se dio a su padre, el festejado.
En uno de los viajes del vapor “Victoria” en la Costa Atlántica, don German conoció a su esposa, doña Brunilda Woo, de origen chino, ya fallecida, con quien procreó a su prole: Alejandro (qepd), German, Martha, Ligia (qepd), Norma, Roberto y Marco.

Alejandro fue casado con Estrella Zarruk y tuvieron una hija de nombre Claudia Regina; German está casado con doña Ana Gutiérrez y de ese matrimonio nacieron: Elizabeth, Mayra, Carlos y Edgard. German también tiene una hija de nombre Rebeca, quien ya tiene dos hijos.
De la unión de Elizabeth y Francisco Sánchez nacieron: Arlen, Claudia y Cintya. Arlen es madre de una niña y Claudia de un varoncito. De modo que el abuelo se adjudica dos tataranietos.

Martha está casada con don Ramón Urbina Selva. De esa unión nacieron 3 hijas: Marlene, Ruth y María Eugenia.
Marlene se unió en matrimonio con Augusto Cermeño Castillo, siendo el fruto de ese amor: Augusto, Marlon y Ramón Ernesto.

El esposo de Ligia fue Santos Carranza con quien procreó 3 hijos: Ligia, Flor de María y Julio César. Años más tarde después de que Ligia se separó de su marido tuvo a Karen, quien fue criada por el matrimonio de German Solari Woo y Ana Gutiérrez.
De los hijos de Ligia, la mayor, quien lleva su nombre y actualmente reside en Costa Rica, tiene 4 hijos: Skarlet, Raquel, Anastacio y Cristian. Skarleth ahora es madre de Yariksa y Maycol y Raquel tiene una hija llamada Yoselin.

Norma está casada con el jinotegano Alvaro Gutiérrez, y de esa unión nacieron: Alexandra Magali, Mariela y Daniela. Alexandra es la mamá de Farih, Alejandro y Richard, todos de apellido Galeano Gutiérrez. Mariela es madre de José Carlos Sánchez Gutiérrez y Sebastián Ybergolin Gutiérrez es el hijo de Daniela.
Roberto estuvo casado con Mirna Sánchez y el hijo de ambos es Serge Sidharta; luego se casó con Julia, una dama originaria Rivas donde actualmente residen y de esa unión nacieron: Karen, Roberto, Yorlan y Xochil. Roberto Solari Woo ahora es abuelo de un precioso niño.

Hablar de don German del Socorro Solari Silva, nos traslada a su época de juventud, cuando don German era un soldado del Ejército Nicaragüense prestando servicios en el vapor “Victoria” como operador de radio. Don German nos brindó parte de las páginas gloriosas del “Victoria” que tuvieron que ver con un incidente lacustre en el que se vieron involucrados el poderosos vapor “Victoria” y el impecable yate “General Somoza”, que el dictador andaba estrenando en las aguas del Gran Lago de Nicaragua.
Sobre este tema, tomando en cuenta la participación de don German y el interés histórico del mismo, extraemos de la Revista Turistas, editada en Granada, la III Entrega de un trabajo elaborado en agosto del año 2000.
EL VAPOR VICTORIA, REY DEL COCIBOLCA

Además de esa expresión de júbilo y menosprecio al Dios que lo creó todo, era evidente la ansiedad del dictador por sacar del fondo del lago un símbolo nefasto, una premonición del fracaso en sus macabros planes de dominar “for ever” a un país que llegó a tratar como su hacienda privada, con mozos, mandadores y capataces: Nicaragua.
Don José Domingo Valenzuela Luna, de 77 años, marino del barco Somoza cuando fue hundido por el vapor “Victoria”, recuerda “como si hubiese ocurrido hoy” cuando el General Somoza dirigía las labores de rescate.
DIOS RESPONDIO DE INMEDIATO AL INSOLENTE TIRANO

La viga que sostenía los cables se quebró y de nuevo “El Somoza” se fue al fondo de la Mar Dulce. La situación para el tirano no era tan dulce como las aguas del Cocibolca, porque las cosas para este supersticioso señor, estaban muy turbias.
En todo el país rodó el rumor de la pitonisa que advirtió al General Somoza García de que el hundimiento del barco con su nombre, podía significar un mal presagio para sus planes políticos y debía sacar a toda costa la nave.
“SOMOZA ESTABA AFLIJIDO”
Don José Joaquín Quadra Cardenal (JJQ) con quien tocamos el tema de la pitonisa, recuerda algo sobre ese rumor: “Entonces Somoza se afligió porque una pitonisa le dijo que si no lo sacaba caería del poder y, entonces, se trasladó a gobernar al “Victoria”.
Además, nos describió el barco “General Somoza” como una embarcación “bonita”, que no era para este lago. Lo trae Somoza. Recuerdo que había cierta rivalidad entre el capitán del “Victoria” y el capitán del “Somoza”.
Sobre cómo se dio el choque que metió en el fondo del lago al moderno y bonito yate, Quadra Cardenal rememora que el capitán del “Somoza”, Alberto Mora, “quiso vulgarear al capitán del “Victoria” y le fue apareando y se le fue adelante…”.
“El creyó que con la velocidad no solo podía ganarle sino darle vuelta por delante y reírse de él. Cuando se metió por delante el “Victoria”, que iba a su propia velocidad, le dio en el mero mero y se hundió”, relata JJQ.
“SOMOZA SACÓ EL BARCO PARA PROBAR QUE MANDABA”
También consultamos sobre el tema la historiador granadino doctor Héctor Mena Guerrero, quien consideró que el General Somoza se esmeró tanto en sacar el barco “para probar quien manda en Nicaragua. Somoza era de un carácter tremendo..-“.
No quiso hacer comentarios sobre la anécdota de la pitonsa por considerar que “eso son cuentos de comadre, son barriadas y cosas bajas”.
Volviendo a lo del rescate, don Manuel Salvador Saballos Ortega, ahora de 71 años de edad, quien al darse el choque había cumplido 14 años, acompañó a su padre en la operación que dirigía el General Somoza en persona.

Somoza seguía empecinado en reflotar a la nave como diera lugar y por esa razón hasta trasladó sus oficinas al “Victoria” desde donde dirigía el país y las operaciones de rescate. “Él se acomodaba muy bien en suaves almohadones”, recuerda el señor Saballos.
Somoza siempre se mostró preocupado, además, porque si fracasaba en su empresa se exponía al ridículo ante los granadinos, a los que el dictador tachaba de burlesco y estaban muy pendiente de lo que resultara de la operación. Se decía que “Tacho” no podría con la misión y el tirano lo tomó como un reto.
El barco fue rescatado y trasladado con el apoyo del “Victoria” y el “5 Estrella” a la Isla “La Compañía” que era el astillero de los Pellas, propietarios de la empresa naviera que daba servicio de transporte en varias embarcaciones que navegaban el Gran Lago.
El “General Somoza” más tarde fue dejado como nuevo gracias a los buenos oficios de don Benicio Solari Vidaurre, ciudadano de origen italiano. German Solari Silva, de 89 años, hijo de Benicio, dijo que su papá le cambió todo al “Somoza”.
Don German, quien fue operador de radio en el “Victoria” dijo que el “Somoza” siguió surcando las aguas del Cocibolca con mayor estabilidad, peso y fortaleza que el yate de rio que trajo el General de los EEUU.
El barco “General Somoza” y el “Victoria” fueron vendidos por el Gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro como chatarra a un señor de la Isla de Ometepe que los tiene “guardados” en el Astillero “El Diamante”. Se considera que la Presidenta incurrió en un error, al subestimar el valor histórico de los barcos, principalmente “El Victoria”. Igual error fue el de vender el ferrocarril de Nicaragua y permitir que la vía ferroviaria fuera desmantelada por chatarreros para la fundición. Hoy en día, el tren fuera un atractivo turístico de orden histórico que podría generar ganancias a Nicaragua.
Regresando a lo de las naves, consultamos con el licenciado Carlos Guevara, gerente regional de la Empresa Nacional de Puertos (ENAP), quien nos confirmó que las dos naves fueron vendidas como chatarra y que el “Somoza” fue trasladado al Astillero de “El Diamante”.
Al visitar “El Diamante”, nos llamó la atención la forma en que están depositados los restos de ambos barcos, siendo evidente que el único que se puede decir que algún día navegó el Gran Lago, es el viejo “Victoria”. Del “Somoza” solo quedan pedazos que fueron acumulados a la par de la proa del otrora poderoso vapor “Victoria”.
Quizás, con esa imagen que apreciamos en el Astillero “El Diamante”, el anciano “Victoria” nos esté diciendo que todavía puede y que se resiste a terminar más de un siglo de vida navegando en El Cocibolca como simple chatarra, lista para la fundición.
1 comentario en «El otrora operador de radio del vapor “Victoria” llegó a su centenario de vida»
Lo que no se dice es en que año se hundió el vapor Victoria y las causas. Saludos