Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

La actividad se desarrollo en el Centro Cultural Antiguo Convento de San Francisco, en una de las aulas magnas de lo que fue antiguamente la Universidad de Oriente y Mediodía y, posteriormente, el Instituto Nacional de Oriente (INDO), un centro que formó a varios presidentes nicaragüenses, entre ellos los generales José María Mocada y Anastasio Somoza García.
En su intervención, el profesor López Pérez, luego de recibir el pergamino firmado por el Alcalde, ingeniero Eulogio Mejía y el Secretario, doctor Otto Alexander Navas Gutiérrez, trajo al recuerdo que en esa aula magna, se realizaron incontables exámenes de grado de los bachilleres del Instituto, cuando los maestros eran de la categoría de un doctor Nemesio Ordóñez, un doctor Alejandro Barberena Pérez y otros grandes maestros, por los que el profesor López Pérez aprendió a conocer la historia y la geografía de Nicaragua y el Mundo.

Frente a la mesa edilicia, destacó la presencia de la señora esposa del profesor López Pérez, doña Teresa de Jesús Tenorio Ubau, los hijos: Luís Alberto, Francisco José, Marta Isabel, nietos, bisnietas y nueras de Pancho López.
De los concejales estuvieron presentes: Emilio “Chacalote” Mena, Wilmer Reyes, Jaime Ramírez, Karla Canales y Margarita Molina.
Mauricio Chamorro recordó época de alumno de Pancho López
El ingeniero Mauricio Chamorro, al dedicarle unas palabras al profesor Pancho López, trajo al recuerdo su época de alumno del respetable maestro de matemáticas.

Lo mismo le decía a todos los alumnos que pasaban por su clase, presume Chamorro. Porque, en realidad, a esos muchachos los esperaban maestros de mucho prestigio y talento, que los formarían “para enfrentar la vida futura en lo profesional, familiar, social, para el bien de su familia, de su comunidad y su país”.
Mauricio mencionó a profesores de la talla de Germán Cruz Amador, Adolfo Sáenz, el padre Carlos Caballero, Padre José Madrid, el padre Frizo, Manuel Arana Franco, doña Anita Espinoza, Guillermo Morales, doctor Alfredo Miranda, doctor Noel Rivas y la prominente figura de Pancho López.
Chamorro sugiere más recursos a la educación

Esto hace pensar a Mauricio que tendremos “más riquezas en el país y ausencia total de analfabetos. Si eso lo hacemos hoy, el futuro será mejor para todos”.
En al actualidad, dice Chamorro, citando al doctor Francisco Báez: Nicaragua invierte en educación primaria y secundaria el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y recomienda incrementarla al 7% y que todo lo sobre recaudado se destine a la educación primaria y secundaria.

Muy orgulloso de ser ex alumno de Pancho López “y le pasé”
El ingeniero Mauricio Chamorro se sintió muy contento, orgulloso, de ser ex alumno de Pancho López, a quien logró vencer en los exámenes, ya que se atreve a decir enfáticamente: “Le pasé”.
“Porque hay algunos que no pueden decir lo mismo, porque sí, reprobó a muchos y con eso también estaba cumpliendo con su deber. Estaba siendo honrado con eso. También hubieron mucho estudiantes que estando en capilla, le pasaron el curso”, expresó Mauricio.

“El maestro deja una huella para la eternidad…”
La señora Ruth Cuadra, dio lectura a una dedicatoria encomendada por la ex alumna Milena Carcache Mena, del Colegio Maria Auxiliadora. Ésta, dice que “el maestro deja una huella por la eternidad”.
“Ellos moldean nuestras vidas, conduciéndonos por caminos ilimitados, tanto dentro como fuera del salón de clases, pero enseñar no es fácil, es un arte que requiere destreza, sensibilidad, creatividad e inteligencia. No importa que el salón hayan 3 ó 300 estudiantes. Es importante ser lo más efectivo y exitoso posible, tanto por la educación de los estudiantes como por el beneficio y crecimiento de un país entero”, expresa el mensaje de Milena leído por Ruth Cuadra.
El deber de un maestro “es civilizar un país, a través de la enseñanza. Ser maestro es un sacerdocio. Los maestros de hoy en día, afrontan los siguientes retos: el insumo de la tecnología, la automatización y las computadoras”.
Además: “La explosión del conocimiento, la revolución social, las guerras por petróleo y recientemente por agua, el hambre, la contaminación de la esfera terrestre y la globalización, entre otras cosas”.
Pancho y “la simbiosis perfecta entre profesor y alumno…”

Muñiz mencionó a elementos de su generación presentes en el evento, como: David Callejas (promoción de 1962), Victor Gabuardi, Joaquín Zavala, Dionisio Marenco y Enrique Lacayo, “que le dedicaron la promoción del 63”.
También mencionó a los de la promoción del 65: Leandro Chamorro, Fernando Guzmán, Dionisio Chamorro, Carlos Molina Olivas, Alberto José Lanuza Matamoros. Todos del Colegio Centroamérica, de los curas Jesuitas.

Genaro dijo que a Pancho le daban “un abrazo no solo de Hijo Dilecto de Granada, sino de Hijo Dilecto de Nicaragua”. Mencionó, entre los presentes, a su primo Oscar Vargas.
Recuerda Muñiz, que le preguntó una vez a Pancho, cuales eran la Osa Mayor y la Osa Menor. Le contesto: “La mayor puede ser tu aplazada y la menor puede ser tu aprobada”. Esta ocurrencia ganó cerrados aplausos. El ex alumno, concluyó dando las gracias al insigne maestro y nuevamente los aplausos resonaron en el amplio salón del Convento de San Francisco.
Frank López Pérez intento resumir su intervención con una sola palabra: ¡Gracias!, pero…

Se mostró muy tranquilo y feliz, de estar “frente a un auditorio formado por gente a la que yo quiero”. Dijo haberse sorprendido cuando el señor Alcalde, ingeniero Eulogio Mejía, se presentó en su casa “portando la decisión del Honorable Concejo Municipal, de nombrarme Hijo Dilecto de la Ciudad de Granada, la ciudad donde nací, la ciudad que nunca he dejado, la ciudad donde me desarrollé y de la que me siento orgulloso, por ser para mí, la mejor ciudad del mundo”.
“Le hice ver, a usted don Eulogio, el honor que representaba para mí, esa distinción y que la aceptaba en nombre de tantos colegas profesores que dieron su vida al país bregando en esta difícil profesión del magisterio”, expresó López Pérez.
