Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Supuestamente existe un Gobierno “de los pobres”, un Gobierno que defiende el Estado de Derecho, pero ese Gobierno tiene decepcionados a quienes lucharon en las montañas, se movilizaron a las plazas y a las urnas para instalar al Presidente Daniel Ortega.
Sobre el tema nos habla el dirigente sindical de la Unión Nacional de Empleados (UNE), Juan Carlos Mairena, un líder muy activo y luchador, con sus defectos como todo ser humano, pero al fin de cuentas es alguien que tiene la firmeza que en sus manos tienen el derecho y la razón, pero ese derecho y esa razón, no les ha resuelto el problema.

“Ese cabalístico Número, para todos horroroso, máxime para mi iglesia, la católica, porque el 666 es el sello de la bestia y ojala que eso no sea un mensaje siniestro de las autoridades que tenemos, imprimiendo en este mensaje el sello de la bestia”, expresa Mairena.
Ganaron lucha en tribunales judiciales y laborales, logrando sentencia firme pero…
Los trabajadores han pasado por el Ministerio del Trabajo y dos instancias judiciales en las que ganaron la pelea al edil Euologio Mejía Marenco, concluyendo con una sentencia firme que el Alcalde no obedece, por lo que se fueron ante la Fiscalía interponiendo denuncia por desacato a la autoridad judicial y a las leyes, en contra de Mejía Marenco.

Aún tienen fe en una solución vía diálogo
Mairena, a pesar de la apocalíptica visión del 666, tiene aún fe en que podría haber alguna esperanza de solución, de dialogar para su reintegro inmediato, en el que los partidos no han hecho nada por apoyarlos. Los partidos están ya muy ocupados en sus asuntos electorales, valora Mairena.
Juan Carlos dijo esperar que el Alcalde Eulogio Mejía, de oportunidad a la tranquilidad en 14 hogares granadinos, donde sus hijos pasan hambre y calamidades por la situación de miseria a que han sido condenados.
Mairena recuerda los tiempos en que las cosas se hacían vía violencia, con balas, empujones y patadas y palabras pesadas y groseras. Después de todo este tiempo han aprendido a seguir su lucha lo más pacíficamente posible, aunque de vez en cuando “se les sale el indio” como se dice popularmente.
¿Nicaragua es un país sin Ley?

La situación es desalentadora. Si tenemos dudas, echemos un vistazo a la Asamblea Nacional, donde el Gobierno de turno ha logrado amarrar a diputados que comercian con sus influencias y dan el voto al mejor postor, sin importar el perjuicio que le hacen al país.
El caso de los 14 trabajadores es el caso de millones de nicaragüenses sometidos, desde hace décadas a los caprichos de políticos que se han dedicado a amasar fortunas a costa de la miseria de todo un pueblo.
En la champita de los trabajadores municipales brilla por su ausencia el gran señor que tiene en sus manos la solución al problema pero Juan Carlos, de manera muy estoica sigue confiando en la solución que dan las leyes en un país de sordos intencionales.
“Los asesores de este Gobierno deben estar montados sobre la jugada de que las leyes deben cumplirse, no deben violentar el Estado de Derecho de las personas”, expresa el dirigente sindical.
Profesionales en el Gobierno Municipal decepcionan al pueblo granadino

El Gobierno lo integran, a nivel de Concejo y del ejecutivo municipal: El Alcalde Eulogio Mejía, un ingeniero graduado en México, los concejales: Otto Navas, Margarita Molina, Wilmer Reyes y Emilio Mena, todos de profesión Abogado y Notario. Concejales Flor de María Rivera, arquitecta; Félix Vega, ingeniero; Jaime Ramírez, Karla Canales y Arianné, de profesiones que no podemos precisar. Todos tienen profesiones.
En los cargos dirigentes del ejecutivo municipal están: ingeniero Civil Alonso Cano, licenciados Alvaro Camilo Bermúdez, Wilber Rivera, Juan Carlos Bermúdez, William Martínez, Guillermo Galeano, Rolando Canales y el arquitecto Fernando López.
Incluso, dice Mairena, que hasta “los sentimientos humanos que los políticos mostraron en campaña, se han disipado y han ocupado su lugar lo inhumano, el cinismo, la arrogancia, le prepotencia y los estilos amañados, sucios, corruptos de gobernar”.
“No le han cumplido a la ciudadanía, hemos visto sobre nosotros una espantosa carnicería humana de 666 terroríficos días” expresa Juan Carlos. Dijo que pasaran diciembre en la champa del Parque Central, esperando que los granadinos alcen su mirada piadosa hacia ellos y dispongan lo que tengan a bien para apoyarlos moral y materialmente.
Tiene la esperanza de que el 24 se coman un gallo pinto, si es posible que logren reunir algo para comprar los frijoles y el arroz, tan caros en estos días de Gobierno orteguista. El presidente Ortega ha estado regalando circo sin pan, porque el pan de verdad para todo nicaragüense es el TRABAJO y en Nicaragua no hay trabajo.
Por mucho circo que regale el presidente Ortega, el pueblo regresa a casa a zambullirse en la desesperanza.