Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Don Diego Talavera está de cumpleaños y nos desgranó gratos recuerdos de su vida en la campiña, por los caminos de Dios y su pasión por los caballos. Dijo sentirse feliz de la formación de unos padres que le dieron todo “lo que un hijo se merece bajo la tutela y educación de sus padres”.
Talavera dijo sentirse bien agradecido de todos sus amigos. Trajo al recuerdo “aquellas travesuras, aquellas cabalgatas sobre Malacatoya, sobre los caminos de Osagay, los Cocos, y El Paso, con tu familia, tus hermanos…”.
Dijo sentirse feliz de ser pobre, que ahora “los reales salen sobrando, porque donde voy me acoge todo el mundo. Ando por toda Nicaragua, donde quiera que voy me conocen, donde quiera que paso está Diego Talavera”.
Ahora que está cumpliendo año se siente mucho más feliz, porque todos sus amigos lo han llamado y hasta le han regalado una serenata. Dijo, haciendo gala de su buen humor, que no pudo ver a “los sinvergüenzas que no quisieron esperarme, se corrieron porque sabían que íbamos abrir el combate”.
Diego se siente agradecido que Dios le ha permitido procrear dos hermosos hijos, y uno de ellos le ha dado tres nietos. Dijo que las carreras y los caballos es su afición, su deporte y cree que se equivocó de haber estudiado sobre maquinarias industriales, que debió estudiar medicina veterinaria.