Granada, Nicaragua
Sábado, 19 enero 2013
Augusto Cermeño

María Lourdes Ríos, denunció ante LA VERDAD tal abuso urbano, que termina de sellar los abusos cometidos por la actual administración saliente en contra de la armonía urbana y las normas urbanísticas de una ciudad como Granada.
Ríos dijo que ella solicitó un pedazo de esa acera para instalar un negocio en el lugar prohibido por las leyes urbanas y se lo negaron, pero le dieron el sí al cuestionado gerente del Mercado, Domingo Salazar.
Agrego que ante sus llegadas al lugar, habló con el ingeniero Clarens Reyes, quien le dijo que el pedazo que ella solicitaba “es del gerente del Mercado, Domingo Salazar, quien ya tiene sus arranques”.
Ríos pregunta: ¿Dónde esta la justicia? y critica a Domingón por sus abusos con trabajadores como José Tomas Salinas. Pide al Gobierno Municipal de doña Julia Mena y el ingeniero Arturo Correa que sean justos y “que le quiten ese lugar a Domingo Salazar y que se lo den a una persona que de verdad lo necesita”.
La verdad es que ese terreno es área peatonal, área verde que es de uso público, no privado. Las nuevas autoridades municipales deberán ordenar todo el desorden creados en varias administraciones, incluyendo ahora (18 enero 2013), con la administración saliente del ingeniero Eulogio Mejía Marenco.
La Verdad confirma abuso in situ

Hablamos con unos señores que estaban trabajando en el área peatonal, las que confirmaron que el terreno es del gerente del Mercado Municipal, Domingo Salazar y de su hijo del mismo nombre.
El lote que presuntamente se recetó Domingón, con autorización del ingeniero Clarens Reyes, esta en la propia esquina y superan tres veces al tamaño del resto de los tramos que fueron entregados, que pagaron, según averiguamos, mil córdobas por el derecho a instalarse.
Fátima Reyes, una joven señora que esta contiguo al lote de Salazar, hacia el sur, dijo que le dieron el terreno desde diciembre del 2012. Fátima tiene ya bien instalado una pequeña tienda de ropa, pero “la mayoría de los tramos son de comida”, nos aclaró.
La construcción que hizo Fátima, con apoyo de su marido, Humberto Hernández, es algo costosa, ya que lleva arranques y piso de cerámica. Muy bonito. Dijo que “lo único que uno paga es el derecho para construir”, algo que maneja Control Urbano de la Alcaldía.
En medio del ruido de las máquinas y golpeteo de martillos, palas y serruchos, ruidos de motores, Fátima nos habló del muchacho que “va poner verduras y frutas” en la esquina que le regalaron al Gerente del Mercado Municipal.