Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El profesor César Arturo Rodríguez Arana y su señora, Gioconda del Carmen Arana Ramos, denunciaron el lunes 20 de febrero 2012 un mal trabajo del técnico en refrigeración y aire acondicionado Agustin Gutiérrez Sandino.
El taller de don Agustin se localiza de la parada de buses a Managua, ruta ordinaria de la COOGRAN, 2 cuadras al lago 10 varas al sur, en el Barrio La Islita. Según el profesor Rodríguez, llevaron su refrigerador al taller de don Agustin, quien les dijo que iba a valorar.
“Cuando la valoró, decía que el motor estaba muy bien, que trabajaba y lo único que tenía malo era solo la caja. El decía que iba a cambiar la caja y así iba a trabajar bien”, manifestó Rodríguez.
Ante el diagnóstico del técnico, la pareja decidió reparar el aparato, ponerle su caja. Para efectos de que procediera con el trabajo, Gioconda, le entregó a don Agustín unos mil 600 córdobas, según la información dada por César Arturo.
Un tiempo después don Agustín entregó el electrodoméstico, el que, según el técnico, “ya está probado, véalo usted”, les dijo. “Nosotros lo tocamos y tenía algo de hielo, pero cuando llegamos a la casa no funcionó. Nuevamente lo llevamos donde él, porque no quiso llegar donde nosotros”, expresó el profesor Rodríguez.
¿Técnico prueba los aparatos con energía 220?
Según la queja del profesor César Rodríguez, el técnico prueba los aparatos con energía 220, que se usa regularmente con los aires acondicionados que utilizan este alto voltaje. El quejoso asegura que le probaron el refrigerador con la 220, pero al llegar a la casa no funcionó con 110, que es la energía que levanta el refrigerador.
La versión de profesor César Arturo, fue respaldada por su señora, quien agregó que el técnico les manifestó que no se podía hacer cargo del aparato que ya había entregado y que si querían que se la viera en casa le tenían que pagar.
Según Gioconda, el técnico les dijo que si el aparato ya no congela, “eso significa que eso ya no sirve, y yo ya les entregue. No me hago responsable de nada. Nos dijo eso”, revela la afectada.
Cuando llevaron el refrigerador a casa de don Agustin, éste “la probó y dijo que el motor era el del problema, que lo abriría con una sierra, porque le faltaba una bovina. Un técnico me dijo que nuca se puede abrir un motor”, expresó Gioconda.
Según la quejosa, don Agustin le dijo que eso de abrir el motor y repararlo tenía un costo de 150 córdobas. Ella le respondió que no tenía dinero y él le replicó que no podía llegar con las manos vacías.
“Pero yo ya le había entregado un capital completo, caso 2 mil 500 córdobas, más otras cosas más que me había pedido. El refrigerador está en casa del técnico todavía”, explicó Gioconda.
Motores de refrigerador no tienen garantía ni eléctrica ni mecánico, dice el técnico
El técnico en refrigeración y aire acondicionado Agustin Gutiérrez Sandino, dio su versión a LA VERDAD sobre la queja del profesor César Arturo Rodríguez Arana y su señora, Gioconda del Carmen Ramos.
Consideró que el motor del refrigerador que le dieron a reparar resultó al final malo y que esos motores “no tienen garantía, ni eléctrica ni mecánica”. Dice que reparó el refrigerador y la estuvo trabajando 7 días, “hasta que vino el marido de ella y le dije que tocara el refrigerador, que el hielo estaba pegado y se lo llevaron”.
Asegura que eso del cable 220 del que habla la pareja de quejosos, en el sentido de que conectaba el refrigerador a ese alto voltaje, cuando el aparato se conecta al 110, “no es cierto, porque lo conecto al 110, lo que pasa es que el metro mío es 220, es estable el 110. El 220 lo uso para cuando trabajo con aires”, explicó Agustin.
‘Es que ella anda hablando locuras, pero de ninguna forma ella me va sacar un cinco”, manifestó el técnico.
