9 diciembre 2024

Comunidades Eclesiales de Base en defensa del agua como un derecho humano

Departamental

Granada, Nicaragua

Por Augusto Cermeño

2909-095024
Jose Luis Cortés Quezada, de las Comunidades Eclesiales de Base

Las Comunidades Eclesiales de Base construyen escudo en defensa del agua como un derecho humano, ante las amenazas de empresas agroindustriales que envenenan la tierra, contaminan las fuentes subterráneas y superficiales del vital líquido con herbicidas e insecticidas que son prohibidos en otros países.

Recibimos la visita de José Luis Cortez Quezada, quien se hizo acompañar de dos compañeros de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), para hablarnos sobre la preocupación de esta organización eclesial por las amenazas de las empresas agroindustriales aludidas.

Para ser más específicos, se refirieron a la realización de un festival juvenil, “de cara a una lucha, de algunas luchas que tenga alguna región del país, algún departamento del país, o situaciones de injusticias, específicamente en el tema ecológico”.

Cortez coordina una comisión denominada “profetas”, con la Pastoral Juvenil, con los que actúan “retomando lo que dice la encíclica Laudato sí, lo que el Papa ha retomado, en esa carta, a todas las congregaciones en el mundo, incluso a los no católicos: es un llamado para que preservemos esta casa común”.

Hablando del Festival, dijo que lo están haciendo en las comunidades de: El Capulín, San Blas, Santa Ana y Santa Clara. Además, que “estamos acompañando un lucha de estos hermanos y hermanas están realizando a favor del agua”.

Montelimar contamina acuíferos y pozos comunitarios

Cortez denunció que la empresa Montelimar está contaminando los acuíferos y pozos comunitarios, atentando contra la vida de las personas. “La empresa está sembrando muchas manzanas de caña, unas mil manzanas, y está utilizando irracionalmente el agua”, indicó.

En este momento están ocupando áreas de El Capulín y Tisma, “para la siembra de caña”,  lo que va acompañado “del uso indiscriminado de agroquímicos, como Glifosando y otros herbicidas que son prohibidos en otros países. Ellos ocupan su avioneta para fumigar, lo que afecta los cultivos de los pobladores, afectan el ganado menor y mayor y afectan la vida de todas estas las comunidades”.

Insta a la unión “para hacer saber a esta empresa que tienen una responsabilidad social, como empresa, y que deben hacer consenso con la comunidad para ver lo más conveniente. Además, la empresa no está creando empleo en este sector, porque trae a otros trabajadores de otros municipios”.

La comunidades afectadas son: El Capulín, San Blas, Santa Clara, Santa Ana, El Llano 1 y 2; son varias comunidades en la zona, “incluso Granada, Masaya y Tisma, porque esas comunidades están como en un triángulo. Son alrededor de unas ocho mil personas afectadas”.

Pozos comunitarios secos por la acción de los pozos artesianos de Montelimar

Cortez habló de una situación apremiante en las comunidades, de escases de agua, porque la acción de los pozos artesianos de Montelimar, “han secado pozos comunitarios, por lo que tuvieron que recovar esos pozos, porque la empresa abrió unos diez pozos artesianos, profundos, para regar sus cultivos de caña y dejaron a la población en una situación de crisis”.

La situación no es para menos, y según Cortez, “esa situación nos duele mucho y queremos decirle a esta empresa, que haga uso racional del agua. Que esos agroquímicos, esos insecticidas que echa ahí, también sepa cómo los está aplicando, porque está afectando a la población”.

“Como iglesia, como Comunidades Eclesiales de Base, sentimos una responsabilidad, y es acompañar en esta lucha a estos hermanos. Hay una comunicación multisectorial de estas comunidades, donde hay católicos, evangélicos, sandinistas, liberales; hay de toda opinión e identidad eclesial, para levantar su voz…”, comentó Cortez.

Además dijo que se están uniendo con la parroquia del Perpetuo Socorro, “la que atiende estas comunidades, para hacer la caminata ecológica, esta peregrinación profética, una eucarística campal, una misa campal y posteriormente un acto cultural, donde la pastoral juvenil de las comunidades que se van hacer presente y atraves de los números culturales van hacer el manifiesto de toditita esa lucha”.

Participaran personas “de Somotillo, del lado de Chinandega; Cinco Pinos, San Francisco del Norte, San Fernando, Nueva Segovia; de Telpaneca, de Condega y otras comunidades sobre el río Coco. De Matagalpa vienen comunidades de Rancho Grande, donde hubo una lucha en contra de la minería; de San Dionisio, Esquipulas y San Ramón”.

Se agregan delegaciones de Managua, “de diferentes Comunidades Eclesiales de Base. En Masaya y Carazo viene una fuerte delegación y de algunas comunidades de la carretera que va hacia Malacatoya”.

El VI Festival se realizará el sábado 8 de octubre, a lo que están invitando a comunidades de Granada, porque “no crean que solo estas comunidades (San Blas, El Capulín, etc.) son las afectadas sino que afecta la zona del Hospital y barrios aledaños, que reciben agua de los pozos que están en El Capulín…”.

La alerta a Granada incluye, el peligro de contaminación del subsuelo con metales pesados, lo que contaminaría las fuentes de agua potable de Granada. Por esa razón considera que “Granada debe sumarse a este esfuerzo, en el que no estamos expresando banderas o color político, sino que como ecologista, como comunidades ecológicas, como comunidades que luchamos a favor del medioambiente”.

Insiste la responsabilidad asumida por las organizaciones participantes, “como dice el papa Francisco: el agua es un derecho humano de todititos los seres humanos”, concluye José Luis Cortez Quezada.

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