Política
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Humberto Salazar López “Choncito”, se reunió recientemente con sus viejos camaradas guerrilleros sandinistas con los que participó en una de las acciones guerrilleras sandinistas más peligrosas y decisivas que oriento la Dirección Nacional del FSLN: la creación de un frente en la zona de Nueva Guinea, donde la hostilidad de una espesa montaña llena de pantanos, mosquitos, somocistas, la Guardia Nacional y la aviación del tirano Somoza, masacraron a los valientes héroes revolucionarios, quedando solo un pequeño grupo como sobreviviente.
Choncito se reunió con parte de los sobrevivientes, en mayo pasado, en Ostional, donde les dieron “una medalla de guerrillero histórico, esta camiseta, que nos entregó José Talavera “Pedrón”, ex miembro de la Fuerza Aérea Sandinista, y retirado del Ejército”.
En la reunieron “estuvo Antolín, sobreviviente de Nueva Guinea, miembro de la columna Jacinto Hernández; Aida Alemán “Jossy” sobreviviente panameña, actualmente en Canadá”.
Dijo que se reunieron “varios guerrilleros históricos, por el 36 Aniversario de la toma de la Colina 155, donde nos volamos penca con el comandante Bravo, de la guardia somocista. Nos tomamos la Colina 155. Todos fuimos destacados. Actuamos bajo la consigna de Patria Libre o Morir”.
Recuerda que “Pedrón”, igual que él, se retiró del ejército con el grado de mayor. “En Ostional estuvimos reunidos, se hizo una vigilia. Es primer aniversario que estoy ahí, me invitó “Pedrón”, quien me dijo: vamos ahí”.
Medalla de guerrillero histórico y camiseta
Choncito se mostró contento y orgulloso porque le entregaron “la medalla de guerrillero histórico” y una camiseta con distintivos de alto nivel como militante sandinista salido de las agrestes montañas del norte de Nicaragua.
En la reunión realizada en mayo (2015), se esperaba la llegada del comandante guerrillero José Valdivia, quien finalmente no llegó. Dijo que en el lugar andaba “el mayor Guandique, uno que anduvo con Tomas y Carlos Fonseca, quien fue invitado de honor”.
En la actualidad el legendario guerrillero sandinista, con todo y sus medallas y reconocimientos anda vendiendo cloro y otros desinfectantes para el hogar. Por lo que algunos espíritus burlones lo llaman “Bayclin”.
También lo estuvo afectando su afición al licor, vicio que ha dejado, luego de que se metió en una iglesia evangélica, donde ha experimentado cambios radicales en su vida, según nos confesó el mismo Humberto Salazar López “Choncito”.
Dijo que tuvo oportunidad de conversar con Aída Alemán “Jossy”, de origen panameño, sobreviviente de Nueva Guinea, quien le mostró la revista Correo de análisis y debate, el número 40, en el que la ex guerrillera relata capítulos interesantes sobre la gesta de Nueva Guinea.
Internacionalista panameña “Jossy”
“Jossy” recuerda que su primer contacto con los sandinistas fue en 1978 “a través del Comité de Solidaridad con Nicaragua, presidido por el escritor panameño Rogelio Sinán, que estaba ubicado en la casa del Periodista de Panamá”.
Recuerda que se llenó de felicidad, cuando el doctor Hugo Sapadafora (comandante Ramón), quien “fue muy sencillo y claro en explicar lo que haríamos. Me agradó mucho su plática y la confianza con la que me habló”.
Otro recuerdo de “Jossy” es que el 27 de septiembre de 1978, “fue el día escogido para enviar la tropa a Nicaragua. Ese día me vi en medio de muchas personas, casi todos varones, y fue cuando conocé a Amelia, la otra panameña. El doctor Sapadafora seleccionó un grupo de 7 personas y de ahí fui enviada a la Base1, hacienda Santa Rosa, en Orosí, Costa Rica”.
“Jossy” menciona en su relato, que en la Base 20 Ernesto “Chato” Medrano, volvió a ver a: “Domingo, Carlos (Chacalote), Antolín, Porfirio, Hugo, Águila, René Castillo Quintero (Tortuguita), Juancho Culuca, Miguelito y otros, a quienes había conocido en primer entrenamiento en la Base 10”.
Recuerda, que cuando eligieron al personal que formaría parte de la columna Jacinto Hernández, “eligieron a Susana (Marta Cruz Conrado) y Verónica (Yelba María Antúnez), pero no a mí; eso me molestó grandemente, ya que entrenaba diariamente y Verónica no lo hacía”.
La internacionalista panameña se fue ante Domingo, el jefe de la base, a quien le pidió que la llevara con él. No la rechazó pero la mando a entrenarse más, con Chacalote, con quien “no tendría derecho a sentirme cansada”.
Los ejercicios la volvieron fuerte y dura, preparada para las grandes caminatas, con su mochila cargada y caminando codo a codo con los guerrilleros. Recuerda, al entrar a territorio nicaragüense, que “las noches era el mejor momento para descansar y contar chistes o adivinanzas de una champa a otra”.
No olvida su amistad con el internacionalista hondureño “Chicón” (Carlos Gálvez), a quien describe como un hombre “alto y fuerte, profesor de sociología en la Universidad de Tegucigalpa. Me gustaba hablar con él porque siempre me hacía hablar de mi niñez…”.
En la montaña, mejoró su amistad con Porfirio (Wilberto Cano), Antolín, Hugo Jalina, Chacalote (Emilio Mena) y otros compañeros de la base”. Recuerda a Verónica (Yelba María Antúnez), “una chiquilla de apenas 15 años, con el temple de una vieja militante y la debilidad de una niña. Fue violada a la edad de 13 años, golpeada y encarcelada en Honduras. Era hija de la profesora Rosario Antúnez, activista política del Frente Norte en Ocotal”.